sábado, 23 de octubre de 2021

FRIDA: ONCE AÑOS

 

 

Tras publicar tres nuevos post en el blog en este 2021, me pasó por la cabeza elaborar este post para publicarlo el día que mi hija perruna Frida cumpliera 11 años. Ya hace diez años, al cumplir su primer año, le dediqué un post con todo lo que pasó en esos primeros doce meses y lo que significó para mi familia (http://royaltrilogy.blogspot.pe/2011/10/frida-el-primer-ano.html). Cuatro años después, cuando cumplió cinco años –su primer lustro-, publiqué un segundo post, como una especie de apéndice o complemento al post anterior, con lo que Frida había seguido representando en nuestras vidas (https://royaltrilogy.blogspot.com/2015/10/frida-cinco-anos.html). En principio, mi intención era completar la trilogía de posts dedicados a Frida, cuando cumpliera 10 años. Pero, hace un año, el estado de salud de mi esposa entraba a su etapa final, y francamente no tenía cabeza para escribir y publicar ese post. Cuando en este 2021, comencé a sentir levemente el deseo de escribir aquí en el blog, retomé esa idea de completar la trilogía de posts de Frida.


En el presente post, deseo enfocarme en lo que han sido estos últimos seis años. Muchas cosas sucedieron aquí en casa. Situaciones límite y duras, que generaron cambios en nuestras vidas. Hace seis años, éramos cuatro personas quienes vivíamos aquí: mi suegro, mi esposa, el hijo de mi esposa, David, y quien escribe. Y a nosotros cuatro, Frida se unía perfectamente como un miembro más de la familia. Con cada uno, ella se complementaba muy bien, y de una manera distinta. Con mi suegro, ella muchas veces lo miraba hasta de manera reverente, y siempre en las tardes, se iba a su cuarto y se echaba a los pies de su cama; con mi esposa, se engreía harto y era su amada mamá; con David, era su amito, quien la sacaba a pasear y por quien mataba; y conmigo, desde el 2014, se alineó maravillosamente conmigo y varias veces, me buscaba para jugar con su pelota. Pero, todo ese panorama comenzaría a cambiar al año siguiente. A fines del 2016, el estado de salud de mi suegro se agravó, con un diagnóstico irreversible. En casa estuvo hasta abril del 2017, hasta que su salud se deterioró y finalmente, nos dejó en abril. El día que vino la ambulancia para llevarlo a la clínica, había la duda si bajarlo en la camilla, o sentado en una silla. Al final, se optó por lo segundo. A Frida la pusimos en un rincón de sala, con un mueble adelante para que se quede allí, mientras bajaban al suegro. Aún tengo en la retina, su cara mirando cómo bajaban a mi suegro por la escalera. Fue de lo más expresiva. Luego de su partida, al comienzo, en varios momentos del día, entraba al cuarto de mi suegro, y se echaba al costado de la cama para descansar. O en las noches, se echaba en la puerta y dormía un buen rato allí.

 


En los años que vinieron, 2017, 2018 y 2019, la unión en casa entre los tres que quedamos se cohesionó mucho más, y ello se hizo extensivo también con Frida. Esos años también fueron pesados y duros. En el 2018, se nos cayó el techo del comedor y tuvimos que ponerle nuevo techo, y de paso, también al baño y parte de la sala, que podía correr el mismo riesgo. Y en el 2019, le detectaron cáncer a mi esposa y fue un año demasiado intenso y cargado para nosotros. Sin embargo, Frida seguía estando fiel a nosotros y a nuestro lado, brindándonos alegría con su compañía, y siempre demostrando su lealtad y cariño. En Noviembre del 2020, mi esposa partió al reino espiritual, y fue otro golpe durísimo en casa. Otro miembro muy importante de ese cuarteto original existente en el 2016, ya no estaba con nosotros. Solo quedábamos David y yo, y con Fridita a nuestro lado. Curiosamente, luego de la partida de Silvana, Frida no lo sintió tanto, ya que hasta 10 días antes de su partida, ella paraba en la sala viendo TV, y ya en sus últimos 10 días, ella no salía de su cuarto. En ese lapso, como Frida paraba en la sala y el comedor, ya no entró a nuestro cuarto, y luego de su partida, como que no lo sintió tanto. Eso sí, hubo un día en que olió una de sus casacas, y comenzó a mirar a todos lados, como buscándola. Felizmente, ese fue un caso aislado. Y a Dios gracias, ha podido transitar todos estos meses sin problemas.

 


Finalmente, en cuanto a su salud, Frida ha estado bien. Siempre ha tenido el problema de su alergia, que cuando le viene de vez en cuando, la veterinaria le pone su inyección. La última vez que se hizo esto, la doctora le recomendó a David, que por su edad, era mejor llevarla a un centro veterinario más completo, para que se le haga un examen de sangre completo para ver sus rangos, y así tener un perfil geriátrico. David la llevó a un centro bien completo, y luego de los análisis, los resultados arrojaron que sus rangos estaban bastante bien. Pero, en la parte de su hígado, los tenía elevados. Se recomendó una ecografía para ver el estado real de su hígado y hasta que salieron los resultados, fue una espera preocupante y estresante. Lo último que deseaba era que saliera un tumor o algo peor en su hígado. Felizmente, los resultados arrojaron que no había nada malo, pero sí que su hígado estaba un poco dañado, algo propio de la edad. Lo bueno es que es algo tratable, y debe tomar de por vida unas gotas tres veces al día. Y cambiar su alimentación, debiendo comer una galletas especiales para perfil hepático, y también de por vida. Lo bueno es que se puede alternar con algunas cosas como camote, pollo deshilachado, zapallito y zanahoria, para que lo complemente bien. Así que, en este momento, Frida está bien, y con ese tema de su salud, controlado y bien tratado.

 


Hoy Frida cumple once años de vida. Ha sobrevivido a dos personas aquí en la casa y allí sigue fiel con nosotros. En lo personal, su presencia ha sido maravillosa y valiosísima para mí, en estos meses posteriores a la partida de mi esposa, y su compañía es invalorable para nosotros. Tiene el espíritu de cachorra, y le gusta jugar con su pelota, pero por su edad, ya está viejita, pero su ánimo y entusiasmo no lo pierde. En lo que a mí concierne, nunca le va a faltar nada a ella, y por ella, haré todo lo que sea necesario, sin importar el costo. Soy consciente de que los animalitos no son eternos, y que es doloroso verlos partir, y también, de que cuando llegan a los diez años, ya han vivido la mayor parte de su vida. No sé si vivirá tres, cuatro, cinco o seis años más. No lo sé, pero lo único que le pido a Dios es que nos permita seguir teniendo a Frida TODO el tiempo posible con nosotros, y que le siga dando alegría a la casa y a nuestras vidas. 

 

¡¡HAPPY BIRTHDAY FRIDA!!

 

jueves, 7 de octubre de 2021

JOHN MELLENCAMP: EL ETERNO ROCKERO





Hoy 7 de octubre está cumpliendo 70 años, uno de mis rockeros favoritos, quien con sus canciones formó parte de mi vida fiestera en los 80’s. Me refiero a JOHN MELLENCAMP. Y como ya he venido haciendo en posts dedicados a algunos artistas que han sido publicados hace varios años, en esta ocasión también he querido actualizar el post que le dediqué a este gran rockero hace diez años, cuando cumplió 60 años. Este no va a ser un post biográfico o estadístico sobre este gran cantante, sino lo enfocaré desde mi experiencia personal como alguien que vivió y disfrutó su música en los 80’s y parte de los 90’s y deteniéndome en algunos datitos de interés y dando algunas opiniones e impresiones personales. Pero a modo de información, es bueno señalar que John Mellencamp nació un 7 de octubre de 1951 en Seymour, Indiana y sus influencias musicales han sido Bob Dylan, Woody Guthrie, Buddy Holly y los Rolling Stones. Y con este cantante hemos visto varios cambios a lo largo de su carrera de su nombre y eso como que generó un poquito de confusión. Bueno, lo comentamos aquí. Su carrera musical comenzó profesionalmente en 1976 bajo el nombre de Johnny Cougar, algo que no le cuadraba mucho a John, pero que aceptó por recomendación de su manager, quien le dijo que nadie compraría un disco de alguien apellidado Mellencamp. Para 1979 y ya bajo el nombre de John Cougar, tuvo su primer hit con “I Need A Lover” y en los 80’s con el album “AMERICAN FOOL” y los hits “Hurts So Good” y “Jack & Diane”, con los cuales alcanzó la categoría de mega estrella.  En 1983 agregaría su apellido a su nombre artístico, presentándose como John Cougar Mellencamp y finalmente en la década del 90, exactamente en 1991, el apelativo de “Cougar” fue dejado definitivamente de lado y desde entonces y hasta la fecha, es John Mellencamp para todo el mundo.




Recuerdo la primera vez que escuché y ví a John Mellencamp –en ese entonces John Cougar- y fue en “Disco Club” cuando Gerardo Manuel difundió bastante el video de la canción “Ain’t Even Done With The Night”, muy buen tema reminiscente del estilo de los 50’s. Pero su popularidad explotó aquí en 1982 con el album “AMERICAN FOOL” y el tema “Hurts So Good” y en menor grado, con “Jack & Diane”. ¡Cuánto pegó “Hurts So Good” en la radio, la TV y en las fiestas! De allí en adelante, John Cougar ya era un cantante identificable y con su aspecto de rockero rebelde y directo, caló hondo y en los siguientes años sus lanzamientos fueron seguidos con interés por los aficionados al buen rock & roll. Sin duda, ese año 82 lo consagró a John Cougar aquí con esas dos canciones, pero sería el comienzo de sus años de esplendor rockero. Siempre en Radio Doble Nueve se escuchaba por primera vez y en calidad de estreno o primicia, lo más reciente o lo nuevo de John Cougar. 





Así pasó en 1984 con “Crumblin’ Down” y “Authority Song”, una de mis canciones favoritas y que la disfruté como chancho en las discotecas por esos años. Y en el 86, siguió el éxito, y el tema que lo catapultó en todas las radios locales fue el ya clásico “R.O.C.K. in the USA”. A lo largo de cinco años, desde el 82 al 86, John había consolidado su éxito en todo el mundo y se disputaba el liderato rockero con Bruce Springsteen. Y algo por lo cual John sobresalió fue por su estilo directo con un rock de garage, yendo a la esencia del rock and roll, desechando el uso de sintetizadores y otros sonidos artificiales o plásticos y haciendo prevalecer una buena base de instrumentación acústica, con un ritmo hasta cierto punto simple, pero que salía del corazón y que muchas veces se inspiraba en las raíces del rock & roll y algunos sonidos tipo folk. Se puede decir que 1986 fue el año que cerró ese período de cinco años de éxito masivo en nuestro medio.




En los años restantes de la década del 80, sus temas siguieron sonando, con bastante fuerza en Doble Nueve y Miraflores, en menor grado, pero ya no de una manera masiva. Pero igual, tuvo muy buenas canciones como “Paper In Fire”, “Cherry Bomb” y “The Real Life”. Para la década del 90, su sonido seguía manteniendo su esencia rockera, pero con un sonido más acorde con la nueva década, y ello iba de la mano con el cambio definitivo de su nombre a John Mellencamp. En los 90’s me gustó muchísimo el tema “Human Wheels” de 1993, que mostraba a un John Mellencamp más renovado y en 1994 tuvo una canción cantada a dúo con la morena Meshell Ndegeocello y titulada “Wild Night”, cover de Van Morrison. Me acuerdo que tuvo mucha difusión en en Telestereo en el programa de mi entrañable amiga Dianita García, “Tu, Yo y Mis Discos” y sus oyentes se la pedían a cada rato. A partir de allí, como que le perdí el rastro a sus nuevas producciones y fue poco lo que se supo de su música.




En cuanto a su vida personal, estuvo casado con la modelo Elaine Irwin Mellencamp en 1992, pero en diciembre del 2010, se separaron y el 12 de Agosto del 2011, se divorciaron oficialmente. Tiene cinco hijos de sus tres anteriores matrimonios: Michelle de su primer matrimonio con Priscilla Esterline (1970–1981); sus hijas Teddi Jo y Justice de su segundo matrimonio con Victoria Granucci (1981–89); y sus hijos Hud and Speck de su último matrimonio con Elaine Irwin. Después tuvo una relación con la actriz Meg Ryan, que duró desde el 2011 hasta el 2014. Pero en el 2017 regresaron y se comprometieron en el 2018. Sin embargo, en el 2019, la pareja se separó definitivamente. John sigue viviendo en Bloomington, Indiana y ha señalado muchas veces en cuanta entrevista se la ha hecho, que nunca encontrarán a alguien más afortunado que John Mellencamp y vive muy agradecido por el apoyo de aquellos que han disfrutado su trabajo y su carrera a lo largo de los años. Si tiene un consejo que ofrecer, es el de ser tenaz, ya que John halló que mucha gente abandonaba muy rápido sus ilusiones en la música ante una temprana decepción. Mientras sus primeros esfuerzos pudieron haber sido en vano, pero él perseveró y con esa tenacidad ha sido recompensado con el gran éxito que continúa teniendo hasta el día de hoy. Ha vendido más de 40 millones de albums en todo el mundo y ha amasado 22 Top 40 hits en USA.  Adicionalmente, es uno de los miembros fundadores de Farm Aid, organización que comenzó en 1985 con un concierto en Champaign, Illinois, con el fin de crear conciencia acerca de la pérdida de familias de sus granjas y recaudar fondos para mantener a los granjeros en sus tierras. Otra de sus actividades es la pintura y la ha mantenido durante todos estos años. Y en el 2008 fue incorporado en el Rock and Roll Hall Of Fame. Y por último, en este 2021, el pasado 29 de Setiembre, John lanzó un nuevo single titulado "Wasted Days", cantado a dúo con Bruce Springsteen, que es un adelanto de lo que será su nuevo álbum "STRICTLY ONE-EYED JACK", que será lanzado en enero del 2022.



Hoy, con 70 años a cuestas, JOHN MELLENCAMP ha demostrado ser una leyenda rockera viva y su música permanece vigente en el recuerdo de los que amamos el buen rock & roll. Su música fue parte de nuestras vidas en la década del 80 y hasta ahora mismo, quién no se deja llevar por el ritmo de “Hurts So Good”, ya sea en una fiesta o escuchándola en la radio o en CD. Su música alegraba las fiestas en los 80’s y si algún empresario quisiese pensar en traer a alguien que garantice un éxito asegurado, simplemente traigan a John Mellencamp. ¿Cuantos de base 3, 4, 5 y hasta 6 no se han divertido duro con su música en sus años de juventud? Desde este blog, le deseamos todo tipo de felicidades a John Mellencamp y que Dios le de muchos años más de vida y que nos siga regalando su talento, tanto al componer como cantando sobre un escenario. Y que ojalá algún día podamos tenerlo por acá en nuestro país.



¡¡FELICES 70 AÑOS JOHN MELLENCAMP!!