Hace 31 años, el 20 de abril de 1992 se realizó en el Wembley Stadium el tributo al vocalista del grupo QUEEN, Freddie Mercury, fallecido el 24 de noviembre de 1991, víctima del SIDA. La idea de este tributo se decidió la noche en que Freddie murió, ya que Brian May, Roger Taylor y John Deacon sentían que debían darle una despedida en el estilo verdadero al cual Freddie estaba acostumbrado.
El 12 de febrero de 1992, la British Phonograph Industry otorgó a QUEEN un Brit Award como Mejor Single Británico de 1991 por el tema “These Are The Days Of Our Lives”, y Brian y Roger recogieron el premio. Fue allí cuando Roger anunció públicamente la realización de un concierto en homenaje a Freddie en el Wembley Stadium y que contaría con otros músicos amigos, señalando como fecha elegida el 20 de abril e indicando que sería una celebración de la vida de Freddie y el cumplimiento de su deseo de difundir este mensaje: El SIDA nos afecta a todos. Los tickets, que costaron £ 25.00, se pusieron a la venta el día 13 y se agotaron a las 3 horas, incluso antes de conocerse la nómina de artistas participantes. Recuerdo que el sábado 15 de febrero estaba escuchando por Onda Corta el programa "Ritmo" en el Servicio Latinoamericano de la BBC de Londres y justo hicieron un resumen de los Brit Awards, e ignoraba que QUEEN había sido premiado y cuando escuché el anuncio de Roger, la emoción me embargó porque ya se tenía una fecha para el tributo a Freddie y en poco más de dos meses se llevaría a cabo. Durante los siguientes 65 días, estuve atento a TODO lo que tuviera relación con este concierto, tanto a nivel local como internacional. Como ya he comentado en posts anteriores, estaba al tanto del panorama británico porque escuchaba la BBC de Londres en Onda Corta y allí me enteraba las primicias vinculadas a QUEEN antes que llegaran acá. Y en esa época, mi padre -QEPD-, era el Jefe de Prensa de la Municipalidad de Miraflores y tenía acceso a todos los diarios locales, y como sabía que el suscrito era fanático de QUEEN, me separaba cualquier recorte relacionado a QUEEN y en este caso, al concierto, el cual hasta ahora guardo como mi álbum de recortes.
Los artistas fueron escogidos por Brian, Roger y John. Todos ofrecieron sus servicios sin cobrar absolutamente nada. Pero fueron tantos, que se tuvo que descartar a algunos. Ninguno que fue solicitado para actuar se negó a tomar parte del concierto. Básicamente se eligió a quienes tuvieron un sentimiento especial hacia Freddie, o alguna conexión o vínculo con él. Los ensayos comenzaron cinco semanas antes del evento, en un estudio cerca de Shepperd Bush, no tan lejos de las oficinas del QUEEN Fan Club, lugar donde los miembros de QUEEN entraron y salieron, chequeando detalles para el concierto.
La primera semana fue sólo con Brian, Roger y John, examinando qué canciones otros artistas querrían tocar y familiarizándose ellos mismos con su propia música nuevamente, la cual no tocaban desde el último concierto de QUEEN en el Knebworth Park el 9 de agosto de 1986. Las siguientes dos semanas se desarrollaron en ese estudio con una nómina de artistas uniéndose a ellos para ensayar sus partes. Luego todo se trasladó a los estudios Bray, no lejos de Windsor, en Berkeshire. Las otras estrellas fueron día a día, dando su tiempo para asegurar que todo saliera de la mejor forma. Imperó allí un ambiente de gran camadería en donde todos estuvieron amigables y se divirtieron en los ensayos. Tanto para Brian, Roger y John el evento era una forma de decirle adiós a Freddie y quienes más ayudaron fueron Elton John y Axl Rose.
El concierto fue organizado y financiado por QUEEN Productions en 10 semanas. 98 artistas participaron en este evento. 100,000 insignias y 40,000 bufandas rojas con el emblema de alerta fueron repartidas entre los concurrentes. Mil personas aproximadamente se involucraron en la producción y lo más interesante fue que todos pagaron entrada, ya que no hubo un solo ticket de favor. Paralelamente, en ese momento tuve la suerte de contar con dos amistades que estarían presentes en ese concierto. Mi gran amigo Julio García, que conducía el programa "Ritmo" en la BBC; y un pen-pal escocés, Alex Small, quien ya me había enviado material de QUEEN y que se convertiría en mi "corresponsal" en ese día, porque a la semana del concierto me llegó una carta -en esa época no habían e-mails- donde me narró con lujo de detalles TODO lo que vivió -estuvo adelante al frente del escenario y para ello durmió la noche anterior afuera del estadio, como muchos lo hicieron para agarrar un buen sitio- en esa mágica noche.
El escenario de 90 x 30 m. Estuvo iluminado por 5,000 spots y 30 toneladas de andamiaje fueron transportados por 50 camiones con acoplado. Dos pantallas de 9 x 7 m de retransmisión de video para todo el estadio y 25 camerinos y 500 baños formaron parte de la infraestrucutura. 19 cámaras se hicieron cargo de captar las imágenes sobre el escenario y otras 10 para captar la actividad entre bambalinas. Fue tecnológicamente el evento musical mas avanzado jamás puesto en escena. Nunca antes en la historia de la música pop, hubo tantos países conectados a través del satélite con un show en vivo. La transmisión por TV fue vista por casi un billón de televidentes en todo el mundo. Además casi 300 hombres de seguridad fuero contratados y casi 100,000 T-shirts se vendieron. El programa y la puesta en escena eran una sorpresa para el publico y nadie tenía idea de lo que sucedería en las siguientes cuatro horas.
El show se inició a las 18 horas (Hora de Londres) con 72,000 asistentes, cuando Brian, Roger y John hicieron su aparición en el escenario y Brian dijo: "Estamos aquí para celebrar la vida, el trabajo y los sueños de Freddie Mercury. Y vamos a darle la más grande despedida en toda la historia”. Y no se equivocó. Las siguientes cuatro horas fueron realmente inolvidables, en una noche llena de nostalgia y emotividad, en donde estuvieron presentes Brian, Roger y John junto a algunos de los mejores músicos del rock y ofreciendo lo mejor del repertorio de QUEEN.
Indudablemente, hubieron momentos muy especiales, como el mensaje de Elizabeth Taylor, quien vino desde USA para la ocasión; las actuaciones de David Bowie y Annie Lennox cantando “Under Pressure” y el gesto del mismo Bowie de arrodillarse sobre el escenario recordando a los amigos “que ya no están con nosotros” y rezar el Padrenuestro ante el enorme silencio de la gente; la brillante performance de George Michael –para muchos, el mejor de la noche- con “Somebody to Love” y el cierre ideal con quien fuera el ídolo máximo de Freddie: Liza Minelli. Y al final del show, bajo los acordes de “God Save the Queen”, se vio a Freddie en las pantallas gigantes, en ese mismo escenario de Wembley y con su capa y su corona, como si se estuviera despidiendo.
En lo personal, a medida que pasaban los días la expectativa iba en aumento. Repito, en ese año 1992 no existía el internet y el cable todavía no tenía un alcance masivo, como hoy. Solo existía Telecable y era carísimo y muy pocos lo tenían en su casa. Para suerte mía, un gran amigo mío, Héctor Jenssen tenía cable en su casa, y ambos éramos fanáticos de QUEEN. Y habíamos quedado que luego del concierto, el día lunes 20 de abril, en los siguientes días me prestaría el video para poder verlo. Muchos se preguntarán por qué el concierto se realizó un día lunes. La razón fue que en ese año 92, la Semana Santa había sido la semana anterior y en Europa se acostumbra a que el lunes inmediato a la Pascua o Easter Day, sea feriado. Por ello, el tributo se realizó un día lunes. Pero aquí no era feriado. Y cuando llegó el día esperado, debo confesar que mi cabeza no estaba en mi trabajo en ese momento. A partir de las 2 o 3 pm, que se suponía que estaría comenzando el concierto en Londres, lo único que mi mente pensaba era "¿Qué canción estarán tocando?". Y así me mantuve hasta las 6 pm, hora en que salí disparado a mi casa a escuchar por Onda Corta la BBC de Londres, cualquier noticia relacionada al tributo. Y en un programa de noticias, pude escuchar la noticia con un pedazo de "Bohemian Rhapsody" cantada por Elton John. Luego me vi todos los noticieros locales y el único que pasó y como la última noticia, fue "24 Horas" y pasó imágenes de Elton John cantando "Bohemian Rhapsody" y luego la parte en que Axl Rose aparece cantando la parte rockera del tema. Ello aumentó mi interés en ver ese concierto.
Al día siguiente en el programa "Disco Club", comenzaron a pasar algunos temas del concierto -pirateando el cable del canal O Globo, por supuesto- y me comuniqué con mi amigo Héctor y me contó que el tributo había estado fabuloso y tuvo el gesto de prestarme el video el jueves para devolvérselo el sábado. Lo curioso es que el viernes comencé a llamar amigos para decirles que tenía el video del tributo a Freddie, pero uno a uno me iban diciendo que no podían porque iban a salir o tenían un compromiso. En ese momento yo no tenía VHS y veía con impotencia que llegaría el sábado y tendría que devolver el video sin haberlo visto. Y providencialmente fue gracias a un entrañable y gran amigo, mi hermano del alma, Hernaldo Alva, quien ni bien le conté que tenía el video, me dijo "vente a la casa a verlo". Cuando llegué, Hernaldo fue sincero conmigo y me dijo, "mañana debo levantarme super temprano para ir a trabajar y no creo que podamos verlo todo", ya que todo duraba como cuatro horas. Lo que fuera con tal de ver algo de ese concierto. Y comenzamos a verlo, y yo ya me hacía la idea de que en cualquier momento, Hernaldo me diría "hasta acá nomás", pero el tiempo fue transcurriendo y así se pasaron las cuatro horas y gracias a la generosidad de mi gran amigo, lo pude ver completo. Y fue emocionante a más no poder. Y a partir del momento en que David Bowie y Annie Lennox cantan "Under Presure", todo fue una sucesión de momentos emotivos en que en más de una ocasión se me hizo un nudo en la garganta y la emoción me embargaba y los ojos me querían lagrimear de la emoción. Cuando George Michael anunció que cantaría "Somebody To Love", lo primero que me dije fue "Nooo, que vas a hacer", pero a medida que iba cantando me iba quedando sin palabras por el asombro ante su magnífica interpretación y el agudo que se mandó al final, haciendo cantar al público fue sencillamente impresionante. Y el cierre con Liza Minelli fue el mejor cierre que pudo haber tenido este concierto. Liza Minelli era el ídolo máximo de Freddie, quien sencillamente la adoraba. Y ver a Liza parada en ese escenario y cerrando el show con "We Are The Champions" fue lo máximo. Luego ver a todos juntos en la parte final del tema fue maravilloso porque se sentía autenticidad y respeto hacia la figura de Freddie. Pero el momento en que no pude aguantar porque no soy de piedra fue en la parte final, cuando bajo los compases de "God Save the Queen", apareció Freddie en pantalla con la capa y la corona. Fue demasiado para mí y derramé algunas lágrimas de la emoción.
Como de costumbre, Freddie fue quien se robó el show. Durante todo el concierto, videos con declaraciones suyas fueron insertados y cada vez que las pantallas de video mostraban imágenes de él, la multitud respondía a su llamado. Cuando Freddie cantaba, el público lo acompañaba y cuando él hablaba, todos callaban. Y pese a la lista de mega-stars que le rindieron tributo esa noche, fueron finalmente los fans quienes le dieron el mejor tributo. Ellos escucharon uno por uno, a todos los artistas interpretar los clásicos temas de QUEEN y al terminar cada performance y antes de empezar la siguiente, la conclusión a la que llegaban siempre era la misma: “Estuvo bien .... pero no era Freddie”. Si algo se comprobó en este espectacular tributo, fue que Freddie Mercury fue único y que nadie podrá ocupar jamás su lugar.