lunes, 29 de octubre de 2012

COSAS QUE ME DISGUSTAN- VII




Tras haber descansado el mes pasado, regresa en este mes de octubre, el segmento personal titulado “COSAS QUE ME DISGUSTAN”, en su sétima entrega. Y como señalé en el post anterior, a partir de este post y con la finalidad de no agotar rápido los posibles temas de esta sección, irá una cosa que deteste y el acostumbrado roche, que puede haberme sucedido a mí como a cualquier otra persona conocida mía. Y en esta ocasión, he querido elegir un tema que al menos para mí, va a servir de catarsis y al que le caiga el guante, que se lo chante.

1)  Sinceramente una de las cosas que más odio, y con todas mis fuerzas, es la infidelidad, ya sea masculina o femenina. Aunque la que más predomina es la masculina por el machismo que impera en muchas sociedades, sobre todo, en el ámbito latino. Desde todos los ángulos, considero la infidelidad como una total falta de respeto a la otra persona y una evidencia de deshonestidad absoluta. Y no me vengan con que si la persona sacó los pies del plato es porque algo de responsabilidad tuvo su pareja por no darle lo que el otro necesitaba o porque esa relación ya no daba para más. Si vas a salir de cacería o si juegas a doble cachete, lo mejor es tener la decencia y consideración hacia la otra persona –si algo significó en tu vida en algún momento- para decir “hasta acá nomás y buenas noches, los pastores” y así evitarle una humillación pública a tu “aún” pareja. Porque el adorno en su frente lo va a tener y entre cuchicheos va a ser el hazmerreír de las chismosas y chismosos. ¿Le importa tan poco al infiel que señalen a su esposa o novia como la “pobre y triste cornuda de América”? Si se pone punto final a la relación, el susodicho –o susodicha de ser el caso- puede hacer de su vida lo que quiera y puede levantarse a cuantas féminas desee, ya que no debe rendir cuentas a nadie. Pero hacerlo y poner cuernos cuando está dentro de una relación es de lo más cobarde. Y aquí me pongo en los dos casos: si se tratase de un choque y fuga, un “chiquitingo ocasional”, una noche loca de copas o “algo que no involucró sentimientos–si cuñado, anda nomás que otro pelotudo te crea-; o el caso de tener otra relación ya sea como amante, amiga más que cariñosa o “calentado” y que ya involucra una frecuencia que colisiona con el tiempo que debería dedicarle a su pareja el supuesto “aventurero matador”. Para mí, la infidelidad es excluyente de una relación, no es un “complemento”, un plus o una consecuencia natural de una relación. Una relación, ya sea matrimonio o de enamorados, implica entre varios elementos, el amor y el respeto. Y al ser infiel, la persona no solamente está demostrando que no ama a su pareja sino que también está faltando groseramente ese respeto que nunca debe perderse entre una pareja. Y eso mata cualquier relación porque nada justifica un engaño de esa naturaleza.

Hay una verdad que es clara y cierta: el infiel no cambia. Eso de que le promete el oro y el moro a su esposa y le dice que va a cambiar y que se considera un hombre distinto es equiparable a cuando el borracho dice recontra resaqueadazo al día siguiente de una borrachera descomunal -por la cual al sujeto lo han llevado en calidad de bulto a su casa- que ya nunca más va a volver a tomar. El infiel nace, no se hace. Eso lo lleva en las hormonas y normalmente los tipos son unas hormonas andantes con patas y son de los que piensan no con el cerebro sino con la bragueta y cada vez que ven a una mujer en la calle que se encuentre bien proporcionada, giran la cabeza -misma Linda Blair en “El Exorcista”- sin importarle si están caminando con su pareja al lado. Esa gente no cambia. Lo que podrá hacer es tranquilizarse por un período -o mejor dicho, aguantarse-, sobre todo si le han perdonado una infidelidad y el tipo quiere reivindicar su imagen de “esposo abnegado y amoroso”. Pero por dentro, debe sentirse como una bomba de tiempo a punto de explotar porque le pican los pies cuando los amigotes lo quieren invitar para irse de cacería un día viernes –día preferido por los infieles para pecar con roche. Al comienzo podrá aparentar, fingir o actuar que nada lo puede perturbar –como digno merecedor de un Oscar a Mejor Actor-, pero tarde o temprano, el “señor hormona” que habita en su cuerpo lo habrá agarrado a golpes al “señor cerebro” y mismo pelotero que reaparece en las canchas, saldrá a recuperar el tiempo perdido. Es como el adicto o el alcohólico, es algo que lo tiene en los genes y si el tipo realmente ama a su pareja y quiere cambiar, necesitaría exorcizar sus demonios internos y externos, aunque en realidad lo que necesitarían es una lobotomía.

Sobre este tema, yo tengo una posición muy clara. Conmigo no van esas tonterías de estar bien con Dios y con el diablo. Es blanco o negro, no hay tonos grises o plomos. Y muchas veces, lo confieso, soy visto como un bicho raro, un ser de otro planeta o de una galaxia muy, muy lejana. Pero soy así por una razón fundamental: amo demasiado a mi esposa como para hacer algo que la hiriese. Jamás le podría hacer eso a alguien a quien amo. Y además, porque SE lo que se siente cuando estás en el otro lado de la vereda, dentro de los toros de lidia con sus respectivos cuernos. No voy a entrar en detalles, pero SE lo que es el hecho que te adornen. Y créanme, no es nada placentero, en lo absoluto. Duele y duele como mierda. Y sabiendo lo que se siente, ¿sería yo capaz de hacerle sentir lo mismo a la persona que más amo? Jamás. Y como siempre lo he dicho, ¿Para qué voy a buscar menús afuera cuando tengo un buffet en casa? Es cierto, somos hombres, y normalmente estamos expuestos a tentaciones. Ni que fuera un cura que vive en un monasterio. Pero todo depende de uno mismo. Y les pongo un ejemplo. En el 2009, por motivos de trabajo, viajé por 4 días a Bogotá, Colombia, con mi hermano Alex. Ya ustedes saben cómo son las mujeres colombianas. Son lindas y amables. Y yo he estado con mi hermano un sábado –un día antes de nuestro regreso a Lima- en un pub, tomando unos tragos. En ese ambiente había mujeres guapísimas y solas. ¿Ustedes creen que me picaban los pies para jugarme un “partidito no oficial”? Si fuese un sinvergüenza, hubiera dicho “ojos que no ven, corazón que no siente” y hubiera sacado los pies del plato. Es lógico que uno mire y aprecie la belleza que desfila antes sus ojos. Pero no me interesaba ni me generaba un aumento en el impulso hormonal en ese instante. 

Finalmente, el infiel cuando es ampayado o descubierto, se siente mal y por los suelos porque dice sentirse arrepentido. Bullshit. El infiel se siente mal no porque se dio cuenta que actuó mal o porque esté arrepentido y su conciencia no lo deja tranquilo. No, ellos ya aniquilaron su conciencia, y se sienten mal porque simple y llanamente fueron descubiertos. Así de simple. Si no lo hubieran descubierto infraganti y con las manos en la masa, seguiría impunemente afincando sus banderas en cuanto territorio pise, sin ningún fucking sentimiento de remordimiento. “Soy un macho semental”, dicen algunos. Pero lo que no se han puesto a pensar estos granujas es la posibilidad que a ellos les pasara exactamente lo mismo, esto es, que le paguen con la misma moneda. Allí su orgullo de “macho que se respeta” se iría al fondo del inodoro y sabrían exactamente lo que sienten sus parejas con sus mentiras e infidelidades. Y no suelo poner videos de Youtube en este segmento, pero en esta ocasión y en este tema en particular, voy a finalizar este tema con este muy buen video del tema “Part Time Lover” de Stevie Wonder de 1985. En el video se ve a un sujeto que le saca la vuelta a su esposa de la manera más conchuda e impune. Hasta que la mujer decide hacerle probar de su propia medicina y cuando el sujeto está bailando alegremente con su amante en una discoteca, de improviso le cambia la cara radicalmente cuando divisa a su esposa bailando con un amigo suyo y besándose ambos. La cara del sujeto es impagable y provoca decirle “¿Te duele, mierda? ¿Qué se siente, hijo de puta?”. Y refregárselo en la cara con regocijo. Eso pondría las barbas en remojo a tanto sacavueltero. Disfruten el video.




2) Y ahora el turno de los ya comentados roches. Hay diversos tipos de situaciones que te hacen pasar un momento más que incómodo y que provoca meter tu cabeza en un agujero o ponerte una bolsa de papel encima para no ver a nadie. Y realmente una situación que te hace pasar vergüenza si hay gente alrededor es cuando estás en una fiesta o reunión en donde la música está a un volumen alto y para lo cual, si deseas conversar con alguien, tienes que gritar para hacerte escuchar. Y no hay nada peor que en el momento que dices algo, de improviso alguien aprieta “stop” a la música y lo que acabas de decir, se escucha en todo el ambiente. Y si has dicho algo subido de tono, peor aún. Y eso me ha sucedido algunas veces, pero las que más recuerdo fueron dos. La primera fue en una fiesta en la época del colegio en casa de un amigo y ya había un buen número de gente en la casa. Yo estaba conversando con un amigo y en eso pasaron una canción que me gustaba y le digo a mi amigo, “esta canción es de la concha de su madre”, y en el momento en que mis labios pronunciaban la palabra “es”, parece que quisieron cambiar de canción y sin asco, la sacaron y mi voz se escuchó como si hubiera usado megáfono.  Ya se imaginarán que todas las caras voltearon hacia dónde estaba y no sabía en donde meterme. Tierra trágame. Y la segunda fue en una fiesta en la época de la universidad y era una situación similar, y un amigo me preguntó si había visto a otro amigo y acto seguido le contesté, “todavía no ha venido este huevón” y segundos antes, silencio total. Bochorno total. Pero eso no es nada comparado con lo que les pasó a dos personas. En la época de la universidad, situación similar y en eso, sin preguntar la música se interrumpe en el acto y se escucha que un tipo le estaba diciendo a una chica, “¿por qué no quieres estar conmigo?”. Pobre sujeto, toda la fiesta se enteró que había rebotado con roche. Y la otra fue en un cumpleaños de un amigo de un amigo, y cuando alguien apretó stop para sacar el cassette que contenía la música que se estaba escuchando, alguien le dijo a otra persona, “Qué feo está este escabeche de mierda”. Poco faltó para que lo lincharan al pobre tipo. Moraleja que queda de estas experiencias, mide bien lo que dices cuando estés en un lugar donde la música está en un volumen bien alto.

Este ha sido la sétima entrega de esta sección personal. Espero que estos temas hayan sido de su agrado y como siempre, los invito a comentar o compartir sus experiencias alrededor de estas cosas que no gozan de mis preferencias. Gracias a todos por estar pendiente. Será hasta el próximo mes de Noviembre. 




18 comentarios:

  1. Entiendo perfectamente lo que cuentas. Un hombre y una mujer no pueden andar por la vida haciendo cosas a escondidas si ya tienen una pareja (con o sin todas las de la ley). Un compromiso, es un compromiso y uno tiene q ser respondable con lo que decide. Me parece perfecto como piensas y ojala todos los hombres pensaran como tú, creo que existirían menos mujeres engañadas.

    Qué mate de risaaaaaaa! A mi también me ha pasado MIL veces!!!!!!!!!!!!!!! Es más una vez me pasó con una amiga, estabamos viendo como bailaba un hombre re gracioso y estabamos rajando a lo lejos y le dije "parece que le pica el poto" y se escuchó fuertote "pica el poto". Casi me muero xq pensarían que a la que picaba era a miiiii! Jajajajaja

    Muy buena entrada Luchito, como siempre.

    Beso!
    Que tengas una buena semana!

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  2. Hola Marité. Muchas gracias por tu comentario.

    Es cierto, no se puede estar con Dios y con el diablo. O eres fiel o no lo eres. Eso de que fue algo aislado, sigue siendo una total deshonestidad. Y en cuanto al roche, me has hecho reir con tu historia, ja ja. Hay que cuidarse nomás con lo que uno suelta,

    Un abrazo muy grande y que tengas una semana muy positiva.

    LUCHO

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  3. Por un pelo pude leerte, hoy estoy de aquí para allá, me pasé la mañana buscando un disfraz para mis reinas y al llegar, a la mayor le queda grande, así que ahorita me voy a dejarlas al cole nuevamente y a correr a cambiarlo, luego de compras con ellas otra vez, hoy caigo redonda a las 8 en mi camita.

    Estoy de acuerdo contigo Luchín, no se debe hacer eso, y habrá que tener nervios de acero para llevar dos o más relaciones a la vez, yo me vendo al toque. Y de hecho, después de una cosa así, una relación, si continuara, jamás volvería a ser la misma. No es lo mismo ganarte la confianza de alguien, que tenerla, perderla e intentar recuparla, COMPLICADO.

    Jaaaaaaaaaa, no sabes lo que morí de risa con el escabeche, jajaja, también cómo se le ocurre hacer esos comentarios, encima que te invitan a comer, encima raja, jajaja, ROCHE.

    Beso Luchito!!!

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  4. Hola dear Lenya. Muchas gracias por tu comentario.

    Es cierto, la confianza es motivo suficiente como para que uno no ande jugando a doble cachete, porque una vez que alguien la pierde en tí. que la recupere es algo demasiado complicado. En cuanto al roche, lo del pata del escabeche fue de antología. Poco faltó para que entre todos le hicieran un apanado con callejón oscuro incluido.

    Un beso grande.

    LUCHO

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  5. la infidelidad se da desde niños, mira a Kevin Arnold que sufrió por Winie u.u
    Menos mal hay excepciones...como yo.

    Ese tipico roche también se da en los buses.
    Saludos!

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  6. Estoy muy de acuerdo contigo, la infidelidad es algo que me desagrada y considero que el valor de serle fiel a tu pareja parece ir decayendo de generación en generación. Hoy en día hasta resulta algo que mete onda ser infiel. No comprendo el placer de la infidelidad. Creo que los que engañan realmente siente satisfacción al hacerlo, que es gente que no sabe amar. Seguramente no saben captar lo diferente que es tener sexo con amor que tenerlo sin él. Otro problema de muchos es que creen que la pasión en una pareja de los primeros días se va a mantener por siempre y no soportan el hecho tan común que una pareja tenga altibajos. Al primer bajón ya deciden buscar por otro lado para encontrar de nuevo ese amor perfecto del principio, que no es el verdadero. Hoy la gente consume amor, cambia de pareja como quien cambia de de coche, no saben admitir las posibles dificultades en un matrimonio. Cada vez me convenzo más que lo que consideramos lo normal, como el hecho de casarte y permanecer con esa persona por siempre, es en realidad lo anormal. Amar y ser fiel es cosa de unos pocos, hay que admitirlo.
    Hablando de infidelidad, It's Late del querido Brian May trata de eso, hablando del sentimiento de culpa que se siente al desear a otra. Desgraciadamete el caso del flaco es el más sonado... una pena que haya llegado a eso, pero bueno, nadie es perfecto. Lo rescatable es que él no lo cuenta con orgullo y está arrepentido, basta con escuchar Too Much Love Will Kill.
    Saludos, Pablo.

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  7. Hola Maxwell. Muchas gracias por tu comentario.

    Es cierto el ejemplo que pones, desde niños y adolescentes. Aunque Kevin también sacó los pies del plato en esas vacaciones de verano en que conoce a una chica de ojos bonitos y mirada triste. Como diría Nadine, "Tan difícil es actuar derecho?". Y sobre el roche, también sucede en los micros, pero más vergonzoso es en una casa.

    Un abrazo.

    LUCHO

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  8. He leído con gusto esta entrada, y varias veces asentía mientras te leía, sobre todo en eso de que si decides sacar los pies del plato, lo mejor es acabar con la relación primera y no joderle la existencia a la otra persona, a mi me también me jode eso, aunque en lo de latinos es un mito, las infidelidades son moneda común en otros lados. Solo que son más discretos que los latinos. Yo las infidelidades no las perdono! Pero por ningún motivo, mi padre era una joyita y he crecido con una repugnancia y asco hacia la infidelidad. Con respecto a lo de que el infiel nace, pues no estoy muy seguro, aunque claro muchas de nuestras condiciones tienen una base genética! Que gusto saber que no soy el único que piensa de esa manera, pero debo de confesar que yo soy por que he visto y vivido en carne propia lo que hace un padre infiel e irresponsable!
    Jajajaja pues mi vida está plagada de roches y papelones! Que vergüenza jajajaja Yo una vez en una fiesta infantil iba a dar con el mazo a la piñata (que no se porque era un palo de escoba) y justo cuando voy a golpear la bendita piñata el maldito palo se escapa de mis manos y aterriza en la torta!! Y esta se cae de la mesa arrastrando los bocaditos! Mi mama se quería morir! jajajajaja

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  9. Hola Pablo. Muchas gracias por tu comentario.

    Concuerdo al 100 % con lo que has expresado en tu comentario. Creo que la cosa debería partir del hecho de cómo se sentiría uno si le hacen exactamente lo mismo. Quizás allí tanto infiel reflexionaría un poco, algo un difícil de esperar. Y en el caso de Brian, le pasó lo mismo que a John Lennon y al final, Anita resultó el verdadero amor de su vida, con quien ya lleva 12 años de casado y 25 años como pareja.

    Un fuerte abrazo a la distancia.

    LUCHO

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  10. Hola Gary. Muchas gracias por tu comentario.

    Es reconfortante saber que uno encuentra gente que coincide con uno en su forma de pensar. La infidelidad no tiene excusa y es totalmente injustificable. Si quieres revolcarte con alguien, primero termina con quien estás para no humillarla. Y me has hecho arrastrar de la risa con tu rochezaso, los niños habrán querido matarte a golpes, ja ja ja. Que buena. Todos pasamos por eso. Mas bien, te invito a chequear los 6 posts anteriores de esta sección "Cosas Que Odio". Es mi catarsis.

    Un gran abrazo.

    LUCHO

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  11. Lucho: este post si lo puedo leer tranquilo en la chamba. El problema es que tu blog no se actualiza en la lista de blogs, no sé por qué. Como dices la infidelidad es un tema complicado.... pero macho que se respeta es fiel!.
    En relación a los roches me he matado de risa, mismo chavo del ocho cuando todos se callaban y él terminaba diciendo ".. el maestro longaniza" jajajaja muy bueno.
    Un abrazo.

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  12. Hola Marcelo. Muchas gracias por tu comentario.

    Es cierto, realmente macho que se respeta debe ser fiel. De otra forma, es un cobarde. Y lo de los roches, cada caso terminó en una situación embarazosa. Buen ejemplo el del Chavo, ja ja.

    Sobre el tema que no se actualiza, te sugiero que lo elimines de tus actualizaciones y lo vuelvas a poner. A ver si así puede resultar. Porque me parece muy rato que no se actualice en los blogs amigos. Me comentas como te fue.

    Un abrazo.

    LUCHO

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  13. Y yo que quería mencionar al chavo...jaja Marcelo me ganó.

    Sobre la infidelidad estoy 95% de acuerdo contigo Lucho, en lo único que no estoy segura es que si los infieles nacen así, pero sí, creo que de todos modos hay una predisposición genética. De pronto me acuerdo del "Platanazo" de "Al fondo hay sitio", siempre aguantándose y sufriéndola por no serle infiel a Charito XD

    Sobre el resto del relato, te apoyo totalmente. A mí alguien me es infiel y le digo adiós en one.

    Un abrazo Lucho!

    PD: Hoy te vi por la Javier Prado! allí, por el paradero de la Curacao. Fue a eso de las 8 y media de la noche, yo pasaba en bus. Qué pequeñita es Lima no? :P

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  14. Hola Paty. Muchas gracias por tu comentario.

    Buen ejemplo el del Chavo, je je. Y en cuanto a la infidelidad, es reprobable por donde se le mire. Tentaciones tenemos todos, pero hay que tener la mente bien puesta para no salirte del carril. A lo más, uno puede mirar o ladrar, pero no morder, je je. Me viste por la Curacao? Sí, a esa hora estaba caminando al cruce de Petit Thouars con Javier Prado para encontrarme con mi esposa para irnos a casa.

    Un abrazo muy grande para tí.

    LUCHO

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  15. Hola Luchito , tanto tiempo que no pasaba por acá.
    A mí lo que no me cierra es lo de las tentaciones. Yo cuando estoy enamorada no hay manera de que me llame la atención otro hombre, puede aparecer Brad Pitt en calzones y a mí no se me movería un pelo. Pero bueno, obviamente todos somos distintos.
    Saludos!

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  16. Hola Sil. Muchas gracias por tu comentario. Que enorme gustazo volverte a tener por acá.

    Las tentaciones siempre van a estar, pero es uno el que decide si esa tentación se queda allí nomás o si quiere salirse del carril.

    Un abrazo muy grande.

    LUCHO

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  17. no hablemos de cornamentas o decisiones blanco y negro que pueden terminar mal sino mira a la pobre chica del programa de beto ortiz.

    si se lo que se siente tambien pero la cornamenta no es un pecado ni un delito como dices y como todos tus seguidores afirman. si fueras mas flexible con tus ideas y emociones no te harias tanto problema. acabas de poner todo un sermon sobre como odias la infedilidad cuando hay mucha gente casada que no ve la hora de mandar a rodar a sus conyuges, o hay gente que esta enamorada de otras personas y tu les estas lapidando como galileo a la mujer publica.

    veo muchos comentarios que estan de acuerdo contigo y me parecen inconrrectos. a mi me han puesto los cuernos (soy hombre) y yo tambien los he puesto porque las condiciones se dan. una esposa fría, una tercera persona en tu vida. tu mismo dices que no eres de piedra, pues no lo seas.

    asi es la vida, no estamos hechos de oro ni somos seres divinos como para salir con cosas como blanco y negro y que apenas mi pareja me es infiel yo la mando a rodar. pues bien, con esto le estás diciendo a tu pareja que, una vez que esta te confiese haberte puesto los cachos, tu la vas a dejar. ja. dejame reirm. no la vas a dejar asi de golpe. así no son las cosas. lo único que puedes hacer es pensar cuál es la mejor decisión para tus hijos -aunque prefiero que los hijos vean a sus padres felices por separado que miserables juntos-, o qué cosa quiere tu pareja. una amiga una vez me contó que estaba saliendo con un tipo que resultó ser un abusivo verbal e idiota que sólo pensaba en sí mismo, y simplemente le confesó que le era infiel con un patín de otro país. el pata lloró y le dijo que la cosa había terminado. ella porsulpuesto estaba mintiendo: jamas le puso los cachos, simplemetne lo quería fuera por pavo. ella me dijo que el patín no la dejaba de llamar al menos dos veces por semana pidiéndole que vuelva.

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  18. Hola Anónimo. Gracias por tu comentario.

    Respeto tu opinión, aunque no la comparto. Para mí, la infidelidad es deshonesta y reprobable, y no hay medias tintas. Eres o no eres fiel. Hay cada caso, es cierto, y cada caso es diferente del otro. Pero una infidelidad quiebra esa confianza que debe haber en una pareja. Y no pretendo lapidar a nadie, me estoy refiriendo al sacavueltero innato, no al que su matrimonio fracasó y encima se enamoró de otra persona. Y prefiero ser "de piedra" que ser deshonesto con quien amo.

    Repito, respeto tu opinión y tu libertad de expresarla. Y sí, le he agregado sarcasmo a este post porque es mi manera de escribir en esta sección, sin ofender a nadie.

    Saludos.

    LUCHO

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