Hoy pensaba escribir un post sobre la 6º y última temporada de "LOST" y ya tenía casi todo listo, pero hay momentos en la vida en las cuales lo planificado cede ante una situación imprevista. Y en este caso, el día de hoy nos dejó para siempre nuestra perrita Candy, a la cual llamábamos siempre cariñosamenge como la "Chanchita", la "Gordita", la "Pelota", la "Bola", la "Oveja" o la "Tragona". Lamentablemente ya estaba bien malita, y estaba sufriendo muchísimo y anoche en casa tomamos la dura decisión de sacrificarla hoy día sábado. Es por ello, que hoy quiero escribir este post recordando a quien fuera mi "hija putativa".
Conocí a mi esposa el 21 de abril del 2001 e iniciamos nuestra relación el 12 de mayo del 2001. Y recuerdo que en el mes de junio fue la primera vez que fui a la casa, en donde actualmente vivo, con la idea de conocer a David, el hijo de mi esposa, y a mi suegro, y de paso a sus dos perritas: una negrita llamada Laika que había llegado en 1995 y Candy, que había llegado en diciembre de 1999. Mi esposa me contó que el 15 de diciembre su sobrino, el hijo de mi cuñado Alberto -quien vive en la casa de abajo-, llegó a la casa y le dijo a mi esposa que en el parque que está a media cuadra de la casa, había encontrado a una perrita abandonada y que media que cojeaba. Mi esposa, que es "perrera" al 100 %, le dijo que la trajera nomás y que ya al día siguiente verían donde la dejaban. La bañaron y cuando la llevaron al veterinario, la despulgaron, y le dijeron que como era hembrita y era chusquita, era bien difícil conseguirle un lugar donde ubicarla y si eso se daba, lo único que quedaba era sacrificarla. Y ante eso, mi esposa Silvana tomó la decisión de tenerla hasta que se le consiguiera un lugar. Y ese "hasta que" se convirtió en 10 años, 11 meses y 19 días.
Cuando llegué yo a la casa y luego tras casarme con SIlvana el 7 de junio del 2002, aprendí a convivir con las dos perritas. Cada una tenía lo suyo. De Laika ya en algún momento escribiré un post, pero de Candy hay tanto por recordar. Una de las cosas que mi esposa me dijo era que las dos perritas eran recontracelosas por el cariño de mi esposa y en una oportunidad, en un cumpleaños de David del 2001 -todavía no había llegado yo allí-, al momento de cantar el Happy Birthday, las dos se comenzaron a pelear debajo de la mesa como dos perros callejeros. Y eso sucedía también cuando había visita en la casa. Ante ello, se optó por encerrarlas en el cuarto de mi suegro cada vez que venía alguien, y lo gracioso es que cuando estaban encerradas, en vez de pelear, lloraban juntas las dos. Pero volviendo a Candy, desde el comienzo, tenía dos facetas: la primera que la mostraba como una perrita muy, pero muy cariñosa, y que era más que feliz cuando le hacías cariño. Te buscaba para que le hicieras cariño. Y era bien dócil y muy noble, y sobre todo, muy entusiasta, inquieta y muy, pero muy tragona. Y cada vez que llegábamos a casa, hacía fiesta y movía la cola sin parar, Pero, en el otro lado de la balanza, era una piedra en el zapato para la pobre Laika, a la cual hostigaba y jorobaba duro y no la dejaba tranquila. En esos momentos, voy a ser sincero, le tenía antipatía a la Candy, pero se me pasaba cuando se me acercaba y me movía la cola insistentemente. Y uno de sus signos distintivos fueron sus ojos, que uno la veía y parecía como si la chanchita se hubiera puesto rimmel. Y así eran sus ojos.
Cuando Laika se fue en junio del 2008, Candy lo sintió tremendamente. Buscaba y buscaba en la casa en todos los lugares a ver si por allí estaba Laika, y se desesperaba. Y luego, paraba sentada en el mueble y tenía una expresión de enorme tristeza y ni siquiera comía, lo cual era raro, porque era recontra tragona. Y algo que marcó un punto de quiebre con esa pena de la gordita fue que se nos ocurrió que David la sacara a pasear alrededor de la manzana, ya que la gordita no era de salir a la calle y era hasta cierto punto, bien temerosa. A partir del momento en que comenzó a salir, la perrita recuperó su entusiasmo y su ánimo. Y es que también, seamos francos, fue un nuevo renacer para Candy, porque durante casi 8 años y medio vivió a la sombra de Laika y ahora ya estaba ella sola. Y como en casa luego que se fue Laika tomamos la decisión de no tener dos perros en casa nunca más, Candy pasó a ser la engreida de la casa.
Candy se hizo querer en casa. Era la "hija" de mi esposa Silvana, y era la fiel compañera de David, y sobre todo, era recontra fiel a mi suegro, don Alberto. Y más de una vez, cuando mi suegro se puso mal en la azotea porque estaba con náuseas, la perrita ladraba insistentemente para pasarnos la voz y subiéramos. Y era una excelente guardiana de la casa, ya que apenas alguien subía la escalera, la perrita saltaba y no paraba de ladrar y por fuera, quien escuchaba esos ladridos, juraría que adentro había un pitbull o un pastor alemán. Pero esa bravura se le iba apenas alguien entraba a la casa porque le movía la cola a todo el que entraba, hasta al tipo que venía a traer el balón de gas. Es que era así de cariñosa con todo el mundo y supo hacerse querer. Y como señalé su debilidad era su caracter tragón. ¡Que tragona era esta perrita! Le servían su comida y tras terminar de comer, seguía detrás de nosotros y se ponía en la mesa llorando para que algo le diésemos de nuestro plato de comida. Soy sincero en admitir que eso me desesperaba, y siempre la mandaba bien lejos y a mí nunca se me acercaba, pero a mi esposa y a mi suegro se acercaba con un llantito lastimero que si la Sociedad Protectora de Animales la hubiese escuchado nos hubieran denunciado por tenerla al hambre al pobre animalito. Era un barril sin fondo. Y siempre comió de todo. Y en ese aspecto, me detengo para decir algo que espero que sirva de prevención para los que tienen perritos en casa. Se tiene la idea equivocada que el perrito puede comer de todo: huesos, pellejos, panes, las sobras de la comida que uno deja y hasta dulces y chocolates. Nada más dañino para un animalito. Los huesos tienen astillas y al masticarlo, los perros pueden herirse la garganta o el conducto que lleva a su estómago. Y los pellejos son pura grasa para su hígado, y la carne de pescado y pollo no es recomendable y el chocolate es veneno también para un perrito. Y los panes engordan al animalito. Durante casi toda su vida, por el desconocimiento, Candy comió de todo, y al final, todo ello le pasó factura.
Un problema que siempre tuvo Candy fueron sus alergias, en donde se enronchaba y le salían unas manchitas rojas en el cuerpo. Pero eso era controlable. Lamentablemente el mes pasado, de la noche a la mañana, le salió un bulto negro dentro de su boca que parecía una pelotita, y eso nos preocupó. A la mañana siguiente, la llevaron al veterinario y lo que tenía era un tumor, un cáncer, pero que estaba en estado incipiente. Someterla a un tratamiento de quimio iba a a ser traumático para Candy y no hubiera sido justo, así que el doctor recomendó que tomara unas pastillas y unas inyecciones para darle algo más de calma. Y le hizo bien y la perrita recuperó su entusiasmo. Pero penosamente desde la semana pasada, ya no veíamos bien a Candy. Arrojaba la comida que ingería, tomaba ingentes cantidades de agua y paraba todo el día echada o en su cama o en el piso. Y eso era una pálida sombra de lo que Candy era, un animalito inquieto y querendón. Y anoche sí la vimos demasiado mal. Y el médico le confirmó a mi esposa y a David, que estaba ya en su última fase y que tenía todo el cuadro de una cirrosis. La perrita no comía sus galletas y su carne molida, y cuando mi suegro le daba un poco de su comida para que algo comiese, lo vomitaba después. Y ayer vomitó dos veces, y con mucha pena, hablamos del tema en casa y tuvimos que tomar la decisión de sacrificarla para que no siguiera sufriendo más. Anoche me acosté con mucha pena y hoy en la mañana me tocó pasar por el momento muy, pero muy duro de despedirme de ella antes de irme a trabajar. Candy estaba en el cuarto de mi suegro y David, y estaba echadita al costado de la puerta, pero estaba con su ojitos abiertos. Me acerqué y sentí un gran nudo en la garganta, pero tenía que aguantarme para no trasmitirle energía negativa a la perrita. Y tomé su carita y me miró de una manera que me movió y empecé a hacerle cariño y en ese instante, pasaron por mi cabeza todos los momentos vividos con Candy en la casa. Y al final, le dí su beso y la abracé, me paré y dejé el cuarto y me fui al baño a botar lo que tenía aguantado adentro y me abracé con mi esposa, quien también estaba devastada. Le dije a Silvana que apenas se la llevaran que me llamara y a las 9:30 am, cuando estaba a una cuadra de mi oficina, sonó mi celular y era ella para decirme que se acababan de llevar a la gordita. En casa le pusieron una anestesia para que se quedara dormidita y ya el veterinario se la llevaría y en su consultorio la sacrificaría. Mi esposa hasta el final le estuvo haciendo cariño para que al menos, le quedara a Candy como último recuerdo el amor con el que siempre se le trató en casa. Y así nos dejó para siempre, la chanchita Candy. Y realmente siento una enorme tristeza en el corazón y quise desahogar un poco lo que sentía, escribiendo este post.
Tengo muchos recuerdos ligados a ella, pero siempre rescato uno que siempre guardaré en mi corazón. Y fue cuando regresé de Quito el domingo 12 de setiembre del año pasado, tras haber estado 4 días fuera de casa. Apenas abrí la puerta con la llave, escuché un ladrido fuerte y Candy salió disparada del cuarto de mi suegro, donde estaba echadita y salió a recibirme moviéndome la cola de una manera muy entusiasta y mirándome fijamente. Luego de saludar a mi esposa, a David y a mi suegro, abracé a la gordita, quien seguía moviendo su colita y hasta me lamió la cara. Así era Candy y así quiero recordarla, como la perrita que le dio una gran alegría a mi vida durante casi 8 años y medio.
¡ADIOS CANDY! ¡GRACIAS POR TODO TU AMOR Y CARIÑO INCONDICIONAL! ¡TE VOY A EXTRAÑAR MUCHISIMO Y NUNCA TE OLVIDARE! Y cuando me toque partir, espero que a donde vaya, salgas a recibirme como lo solías hacer acá en casa.
Mi querido amigo Lucho... te mando todo el cariño del mundo.
ResponderEliminarEs hermoso todo el amor que te puede dar un animal. Yo tengo tres, mi tragona jaja Wendy de casi 9 años (cumple en navidad), mi bebito de 5 Pato... perrito que se hizo amar y Felix de 6... que el nombre delata que es un gato jaja
Yo soy perrera, gatera, animalera jaja al 100%. Los animales son lo mejor en mi vida, me dan mucha energia.
Candy fue muy afortunada en ser adoptada por tu esposa, ella le dio 11 años geniales, con mucho amor... cosa que se lo merece♥
Tengo que decir que me ablandaste con el post, yo sufro mucho con este tipo de perdidas. Pero es hermoso recordar con una sonrisa lo bien que nos hizo ese ser. Todo lo que les dio vale oro, y que la recuerdes asi vale mas.
Yo soy budista y siempre digo que no siempre los rencuentros son en otra vida, muchas veces se dan en una misma vida. Quizas te vas a encontrar con otro ser como Candy... y te va a dar tanto amor como ella.
Recordala siempre, que ella siempre te va a recordar. a vos y a tu familia.
Besos y abrazos♥
Hola Najash Lee. Muchas gracias por tu comentario y tus tan hermosas palabras, que agradezco también en nombre de mi esposa.
ResponderEliminarEs muy cierto, para los que amamos a los animalitos, en este caso, los perritos, sabemos que el amor que nos dan es incondicional y sin esperar nada a cambio. Y como bien dices, trasmiten mucha energía.
Nos queda la tranquilidad de haber hecho todo lo necesario y haberle evitado un sufrimiento largo e innecesario. No se lo merecía por lo mucho que nos dió.
Un beso muy grande para tí y nuevamente gracias por tus palabras.
LUCHO
Qué triste! ='(
ResponderEliminarMi querido Lucho solo los que tenemos a un miembro de la familia -porque no son mascotas ni mucho menos - por el cual nos preocupamos y queremos, que nos demuestran su cariño INCONDICIONAL a diferencia de nuestros pares humanos, sabemos lo duro y triste que es verlos partir. Tu conoces a Mateo y sabes lo que significa para mi. Espero, como tu bien dices, que nos reencontremos algun dia con ellos y juguemos juntos, alegres y contentos como solo ellos nos supieron enseñar. Saludos a la family y un abrazo fuerte para todos por la partida de la tan querida Candy.
ResponderEliminarTu hermano Beto
Hola By. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarSí, es muy triste, sobre todo, cuando es parte de la familia por el amor que le tienes.
Un abrazo.
LUCHO
Hola mi estimado Betito. Muchas gracias por tus palabras, que reconfortan un montón.
ResponderEliminarSe que compartimos ese cariño y afecto por los animalitos, quienes como bien dices, te muestran su amor, su confianza y su lealtad en forma incondicional, sin esperar nada a cambio. Es duro verlos partir y sobre todo, cuando uno quisiera que hubieran durado un poco más.
Gracias en nombre de Silvana y de todos por tu tan sentido mensaje.
Un gran abrazo para tí, mi hermano del alma. Cariños a Ceci.
LUCHO
Queridos Lucho y Silvana, nuestras mascotas son miembros de nuestra familia y cuando se van nos dejan un vacio y tristeza, pero siempre recordamos los momentos de alegria que nos dieron. Conocí a tu perrita y recuerdo presisamente que cuando estabamos en la mesa empezó a pedir comida.
ResponderEliminarUn abrazo para ti y para Silvana.
Hola Lucho,mis condolencias por lo sucedido, la verdad que le haz hecho un gran homenaje, sin duda Candy fue como una hija más y las mascotas siempre nos dejan buenos recuerdos, de todas maneras hay un ciclo en la vida de los perritos que equivale a la vida misma, me haz hecho recordar la película que ví hace poco del perro Hashiko en "siempre a tu lado" y esa frase es adecuada para tu caso ,un abrazo
ResponderEliminarJulio Díaz
Hola Mapi. Muchas gracias por tus palabras.
ResponderEliminarMuy cierto lo que dices, llegan a ser miembros de nuestras familias por el amor que le damos y recibimos de ellos. Y sí recuerdo que tu gozaste su caracter pedilón en lo que se refería a la comida.
Un abrazo muy grande para tí.
LUCHO
Hola mi estimado Julio. Muchas gracias por tus palabras.
ResponderEliminarRealmente Candy fue una hija más en la casa. Y era la engreida aquí y quedan todos los recuerdos amenos alrededor de ella.
Un fuerte abrazo.
LUCHO
Hola Luchito.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo para ti luchito. Muchos no comprenden como han dicho muchos amigos que me han antecedido en mi comentario que estos seres tan hermosos son parte de la familia. Lo único que les falta es sólo hablar. Sé que siempre la recordarás como lo has hecho en este sentido y cariñoso post. Un abrazo.
Hola mi estimado Miguel. Muchas gracias por tus palabras.
ResponderEliminarTu lo has dicho. Solo les falta hablar, y se convierten realmente en parte de nuestras familias. Siempre la recordaremos a la gordita Candy.
Un fuerte abrazo.
LUCHO
Era muy linda Candy!!! Me hiciste llorar con tu post, porque me encantan los perros y porque pasé una situación similar con mi perra de 13 años.
ResponderEliminarUn cariño a toda la familia y pronto seguramente tendrán otro perrito a quien querer :)
Me sacaste lagrimas Luis, es muy triste por lo que pasaste, pero era por el bienestar de Candy, yo tengo una perrita de seis años, es mi adoracion y cuando se enferma me entristece tanto, los animale son fieles y solo te piden cariño y cuidado. Donde yo vivo en mi barrio teniamos adoptado los vecinos a un perro callejero llamado Bam Bam, entre todos le dabamos su comida y lo llevabamos al veterinario, la tragica noche del 27 de Febrero de este año, cuando ocurrio el terremoto en Chile, BamBam desaparecio, pasamos tres dias buscandolo nos turnabamos para esa labor, lo encontramos entre las ruinas de un muro BamBam como dice el tema de Alberto Cortes, Callejero : se bebio de golpe todas las estrella, se quedo dormido y ya no desperto ", pero exactamente igualcomo el perro que describe la cancion, llore varios dias su partida, entre tanto desatre uno mas ya era demasiado, pero la vida compensa las penas y el sufrimiento, nos llego otro callejero Bobby quien nos acompaña desde aquellos fatidicos dias hasta hoy.
ResponderEliminarHola Sil. Muchas gracias por tus lindas palabras.
ResponderEliminarFue muy triste la partida de Candy, quien se hizo querer tanto por su cariño y su lealtad a prueba de balas. Aún la extraño.
Y lo último que dices es cierto. El mismo sábado en la noche, un sobrino de mi esposa nos trajo una cachorrita labradora de un mes de nacida y se convirtió en la engreida de la casa. Su nombre es Frida y es un pequeño torbellino, cariñosa y mordeloncita.
Un abrazo muy grande para tí.
LUCHO
Hola Marielita. Muchas gracias por tus lindas palabras.
ResponderEliminarLos que amamos a los perritos sabemos lo duro que es verlos partir. Pero era por su bien porque estaba sufriendo mucho. Como bien dices, son fieles y son felices cuando le demuestras cariño. Muy linda la historia de Bam Bam y una gran pena la forma como se fue. Pero por una puerta que se cierra, otra se abre y ahora tienen a Bobby. Y en nuestro caso, el mismo sábado en la noche, un sobrino de mi esposa nos trajo una cachorrita labradora de un mes de nacida y se convirtió en la engreida de la casa. Su nombre es Frida y es un pequeño torbellino, cariñosa y mordeloncita.
Un beso muy grande para tí.
LUCHO
Mi estimado Lucho:
ResponderEliminarMe estoy poniendo al día con el blog y leyendo este post mes has hecho recordar lo mismo que tuvimos que pasar al tener que sacrificar a la perrita de mi mamá porque esta muy mal. Sobre todo la despedida, es muy triste. Viví con mis perros durante 20 años, así que entiendo todo lo que se siente por ellos.
Un abrazo.
André
Hola mi estimado Andre. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarQuien ha vivido con animalitos, sabe lo que es pasar por el trance de la despedida. LLegan a ser parte de nuestras familias.
Un gran abrazo.
LUCHO
CHESS Lucho esta vez si casi me arrancas una lágrima, sobretodo el final fue fantástico. yo también espero que el día que me toque partir mis mascotas que he tenido me reciban de esa manera. Un fuerte abrazo y sigue así.
ResponderEliminarHola Eduardo. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarEste post me salió de adentro y lo escribí pocas horas después de la partida de Candy. Han pasado ya 9 meses y la echo de menos a la gordita. Se hizo querer mucho en casa por su caracter alegre y querendón.
Un abrazo.
LUCHO