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Hace mucho tiempo, durante la década del 60, 70 y creo que también en los 80's, uno iniciaba su ingreso a los Nidos a partir de los 4 años, no como ahora que al cumplir un añito de vida, los padres ya están pensando en qué nido meter a su hijo. Antes, los primeros cuatro años de nuestras vidas estaba tan llena de libertad para jugar con nuestros amigos de la cuadra o del edificio donde vivíamos, para ver nuestros dibujos animados favoritos en la TV -cuando no existía el cable y solo contábamos con tres canales de TV. Cuando cumplí 4 años en 1967, mis padres me metieron a lo que en ese momento se llamaba "Jardín de la Infancia" en el Colegio Nuestra Señora de la Paz. Fue mi primera vez que me relacionaba con personas distintas a las que jugaba diariamente en el edificio donde vivía en Jr. Huancayo 177, Lima. Y significó una muy positiva experiencia, porque al final de ese año, recuerdo que recibí un diploma con su medallita de honor, lo cual enorgulleció a mis padres. Recuerdo que en mis clases del Jardín, yo le decía a mis amigos con una mezcla de orgullo y felicidad que a fin de año tendría un hermanito, quien vendría al mundo en el mes de noviembre de ese año 67. Luego del Jardín, en 1968 seguí Transición, siempre en el Colegio Nuestra Señora de la Paz, y al final del año también recibí un Diploma, pero sin medalla esta vez.
Fue así como llegó el año 1969 y como el Colegio Nuestra Señora de la Paz se había mudado y en un lugar muy lejos de donde vivía, mis padres se vieron en la situación de ver a qué colegio me meterían, el cual sería el colegio donde desarrollaría mi vida escolar. Honestamente, nunca supe el real motivo, pero en ese momento, mis padres supieron de un colegio que se encontraba en la primera cuadra de la avenida Petit Thouars, llamado Colegio San Andrés. Y debieron haber escuchado buenas referencias, porque al final, decidieron que yo comenzaría ese año 69 en dicho colegio y por cuestión de mi edad -tenía 6 años cumplidos-, tuve que volver a hacer Transición porque era demasiado niño para entrar a Primero de Primaria. Si trasladamos nuestra memoria a la década del 60 y primeros años de la década del 70, por esa época y durante la primera mitad de la década del 70, las clases en todos los colegios arrancaban religiosamente el día 1º de abril. No era como en la actualidad que a los pobres escolares los hacen comenzar el año escolar en marzo, y peor aún con este infernal, insufrible e insoportable calor. Tuvimos suerte de contar en esa época con tres meses completos de vacaciones para disfrutar, jugar y divertirnos con nuestros amigos, o nuestra collera.
Fue así como un día lunes 1º de Abril de 1969 -lunes como hoy, en el 2024-, hace 55 años, comencé mi primer día de clases en el Colegio San Andrés, en Transición, en la Sección "A". Esa semana, justo cayó Semana Santa, y por ende, solo tuvimos clases el lunes, martes y miércoles. Recuerdo que el primer día de clases, ví un montón de muchachos corriendo por el Patio Sinclair, y acto seguido, sonó el timbre para que todos los alumnos entraran a sus respectivos salones. Una vez que formamos nuestra fila, ingresamos 30 alumnos al salón que estaba al frente del Patio Sinclair y recuerdo vagamente las mesitas amarillas donde nos sentábamos de a cuatro, y también me acuerdo de unos palitos verdes y rojos. Esa mañana el Director, William Mackay, nos visitó ese primer día de clases para darnos la bienvenida y la mayoría de nosotros le llegábamos a las rodillas porque era un tipo tan alto que te inspiraba respeto. Y tras la cordial bienvenida, quedamos con quien fuera nuestra primera "Class Teacher", nuestra profesora principal en ese primer año de vida escolar, Miss Elizabeth Mackenzie, nuestra querida y recordada Miss Mackenzie, quien fuera un ejemplo de profesora abnegada y dedicada, siempre al servicio de sus alumnos como nuestra Class Teacher y enseñándonos prácticamente todos los cursos. Recuerdo también el haber tenido también como profesores al Sr. Huamán en Educación Física -cuando comenzamos a hacer uso del gimnasio- y a la Mrs. Olivera -antes de su accidente- en sus clases de Canto, quien nos aporreaba las mesas con una regla mientras nos hacía cantar. Y como dato anecdótico, el primer amigo que tuve y con quien interactué, fue mi gran amigo Eddie Bernal. Y por ese motivo, ambos siempre nos llamamos "patita", con cariño, porque fuimos el primer amigo en la vida del otro.
Hubieron cosas que en ese primer año de estudios en Transición "A", fueron parte de ese inicio sanandresino en 1969. Cómo no recordar los recreos cuando el Patio Sinclair era todo para nosotros -y también para nuestros hermanos del salón de la B- y no nos mezclábamos con el resto de Primaria. Un año en el cual comenzamos a usar durante todo ese año 69, el recordado uniforme del colegio con el saco azul, la insignia del colegio y la corbatita y el pantalón plomo -antes que todos nos vistiéramos con el repulsivo uniforme color rata decretado por el cojo impresentable de Velasco en 1971. Era alucinante cuando te acercabas a la mesita donde te habían ubicado y encontrabas allí todos tus útiles y los cuadernos con hojas opticas -que hoy ya no existen-, que el colegio las mandaba a hacer en la librería Minerva, y que se convirtió en todo un ritual en toda la primaria. Y como olvidar la famosa listita de la Miss Mackenzie y su forma de calificar, que era mediante unos sellos que contenían un Bote, Un Niño y el Niño con el Bote, y era lo máximo si te ponían ese último sello en tu cuaderno.
También recuerdo la novedad de la designación de las Houses. Siguiendo los patrones británicos, eran cuatro las Houses que habían el colegio y cada una vinculada a un color determinado: Douglas (Azul), McGregor (Verde), Mackay (Amarillo) y Stuart (Rojo). Siempre pienso que las casualidades no existen y fuí asignado a mi color favorito, el Azul, y pertenecí durante 11 años a la gloriosa House de la Douglas. Y sobre todo, en las clases de Educación Física, llevábamos los polos del color de nuestras houses y jugábamos fulbito, basket y hasta handball entre houses, dentro de un ambiente de sana competencia.
Haciendo un poco de memoria, no puedo dejar de recordar a varios amigos que comenzaron con nosotros y que estuvieron algunos años más acompañándonos en el salón y que después tomaron otros rumbos. Amigos como Christian Napurí, Rodriguez, Barbat, Zevallos, Benito Contreras, Yuri Hinojosa, Chavez y Vilca, a quienes se tiene siempre en el recuerdo.
Y al final de ese año 69, recuerdo cuando la Miss Mackenzie -quien repitió el plato con nosotros en 5º de Primaria, en 1974, y a quien tuvimos la dicha de volver a ver en dos oportunidades en noviembre del 2003- anunció los tres primeros puestos, y que puso a Luchito Takano en el primer lugar y un empate en el segundo lugar entre Beto Hernández y Omar Uceda. Sinceramente, era una época en donde conservábamos nuestra total inocencia, y que fue el primer peldaño de lo que serían nuestros siguientes 10 años en el colegio.
En la cena en casa de Emilio Palacio el 23.11.2003, junto a nuestra querida Miss Mackenzie, y al lado de Alex Llerena, Emilio Palacio, Beto Hernandez y Roberto Rentería.
Hace 55 años comenzó mi vida escolar, que duraría 11 años hasta 1979. Hace 55 años comenzó la amistad, que con muchos de mis amigos y compañeros de promoción, se ha mantenido firme, sólida y estrecha a lo largo de todos estos años. Y me atrevo a decir que son las amistades más antiguas que tengo en mi vida. Es cierto, que en los siguientes 10 años, fueron llegando a nuestro salón entrañables amigos, tanto en Primero de Primaria, como también, seis años después, en Primero de Secundaria, amigos que también forman parte de nuestras vidas. Pero, es imposible no recordar donde se originó todo, donde nació nuestra etapa sanandresina, y eso ocurrió un 1º de abril de 1969, cuando contábamos con apenas 6 o 7 años. Allí empezó la amistad con muchos de quienes considero hoy no solo como mis amigos, sino como mis hermanos del alma, como Beto Hernández, Alex Llerena, César Watanabe, Emilio Palacio, Marco y Miki Jiménez, Eddie Bernal, Juan José Mendoza, Marcos Arrieta, Sergio Gonzáles Benavides, José Manuel Gonzáles Martínez, Rolo Salvatierra, Beto Lay, José García, Juan Allauca, Lucho Rojas Meggo, Edgardo Li, Lucho Takano, y el recordado Chito Novoa.
1979: La Vieja Guardia en 5º de Secundaria al lado de la Miss Mackenzie
En este año 2024, que mi promoción cumple 45 años de haber salido de las aulas sanandresinas, es imposible no evocar ese año 1969 cuando se dio inicio a mi etapa escolar, que hasta el día de hoy la llevo en el corazón, y sobretodo, cuando comenzó la amistad de 55 años que tengo con muchos amigos y hermanos sanandresinos.
Como diría la primera línea de nuestro querido himno del colegio.
ADELANTE ESTUDIANTES DEL ANGLO!!