Ayer, viernes 3 de Junio, nuevamente una noticia entristeció los
corazones de quienes hemos seguido su trayectoria en el box. MUHAMMAD ALI NOS DEJABA PARA SIEMPRE A LA
EDAD DE 74 AÑOS. Desde la década del 80, exactamente en 1984, se supo la
noticia de que Alí padecía del mal del Parkinson y sin duda, ello fue mellándolo
físicamente, convirtiéndose en una sombra del pintoresco, carismático y sobre
todo, del conocido y querido bocón que fue en sus años dorados. Alí no te
generaba indiferencia: o lo amabas o lo detestabas. Lamentablemente, los
fuertes golpes que recibió en los últimos años de su carrera, particularmente
en la última pelea con Joe Frazier en Manila en 1975, en el combate ante Ernie
Shavers, y sobre todo, en esa innecesaria pelea que sostuvo cuando regresó al
boxeo para pelear contra Larry Holmes en 1980 -cuando ya tenía 38 años de edad y estaba en calidad de retirado-,
terminó pasándole factura. Es por ello, que una vez más, no se encontraba entre
mis planes escribir este post, pero lo he querido hacer como una forma de
rendirle tributo a un verdadero grande del boxeo y desde mi experiencia
personal, sin querer hacer una biografía detallada o un recuento estadístico
de su trayectoria boxística. A modo de información, es bueno señalar que Cassius Marcellus Clay,
Jr. Nació en Louisville, Kentucky, un 17 de enero de 1942. En su etapa como amateur, obtuvo la medalla de oro en los Juegos
Olímpicos de Roma en 1960 y, como profesional, logró el título de campeón de la
categoría de los pesos pesados en 1964 a la edad de 22 años al vencer a Sonny
Liston, el cual recuperó 10 años después al vencer a noquear a George Foreman,
y en 1978, al vencer por puntos a Leon Spinks, se convirtió en el primer
boxeador en lograr en tres ocasiones un título mundial en dicha categoría.
Recuerdo de niño, allá por 1971, cuando hubo una enorme
expectativa por la pelea de box entre Muhammad Ali y Joe Frazier –quien era el campeón mundial en ese
momento-, la cual fue calificada como “La
Pelea del Siglo”, siendo la primera vez que se empleaba este calificativo y
que realmente, estuvo a la altura de las expectativas -hoy ese término se encuentra bastante devaluado. Fue la primera
pelea de box que ví en mi vida y fue muy promocionada en Canal 4, que
transmitió en vivo y en directo –vía
satélite, como se decía en ese entonces-, y días antes, mi viejo me explicó
en qué consistía el boxeo y cómo eran las reglas de juego –yo creía que era misma brinca callejera. En casa todos hinchábamos
por Alí por su carisma –recuerdo que mi
viejita decía “es bien buenmozo el morenito”- y deseábamos que le ganara al
“enano feo de Joe Frazier”, como lo
llamábamos en la casa. Fue un peleón en donde Frazier fue incansable y nunca
paró de golpear a Ali y en el 15° y último round, lo mandó a la lona, generando
la sorpresa de los que deseábamos que Alí ganara. La pelea la ganó Joe Frazier
por decisión unánime, pero Alí se ganó las simpatías de todos en la casa y a
partir de ese momento, seguimos todas sus peleas en la década del 70.
El reinado le duró poco a Frazier y en 1973, fue noqueado en dos rounds por George Foreman, quien pasaba a ser el campeón indiscutido. A partir de ese momento, por un lado, había un campeón como Foreman que era demoledor y destrozaba a sus rivales –a Ken Norton lo noqueó en dos rounds-, y por otro lado, estaba Alí que seguía peleando y derrotando a sus rivales. Recuerdo la revancha de Alí con Joe Frazier, en la que Alí ganó por puntos, pero algo le faltaba, el título mundial. Cuando se fijó la pelea de Alí con Foreman por el título, muchos dábamos por descontado un triunfo categórico de Foreman y la pregunta era cuántos rounds duraría Alí. Cuando llegó el momento de la pelea, que se llevó en Zaire, Alí llevó a cabo una estrategia riesgosa, pero que si le resultaba, podía ganar la pelea. Esperó en la cuerdas a Foreman, quien lo golpeaba una y otra vez, y Alí aguantaba. El riesgo también era que si a Alí le llegaba un golpe, allí nomás llegaría. El combate siguió la misma tónica y a partir del sexto round, ya se comenzaba a ver a un Foreman cansado y pegando golpes por inercia, más que por convicción. Y para el octavo round, ante el evidente de Foreman, Alí comenzó a salir y propinar algunos golpes, hasta que buscó el momento preciso para conectarle un golpe certero que lo hizo trastabillar a Foreman, y luego Alí le dio el golpe de gracia, tumbando a Foreman a la lona y noqueándolo definitivamente. Alí había logrado lo imposible y había derrotado al invencible George Foreman, logrando por segunda vez el título mundial de la categoría de pesos pesados.
El reinado le duró poco a Frazier y en 1973, fue noqueado en dos rounds por George Foreman, quien pasaba a ser el campeón indiscutido. A partir de ese momento, por un lado, había un campeón como Foreman que era demoledor y destrozaba a sus rivales –a Ken Norton lo noqueó en dos rounds-, y por otro lado, estaba Alí que seguía peleando y derrotando a sus rivales. Recuerdo la revancha de Alí con Joe Frazier, en la que Alí ganó por puntos, pero algo le faltaba, el título mundial. Cuando se fijó la pelea de Alí con Foreman por el título, muchos dábamos por descontado un triunfo categórico de Foreman y la pregunta era cuántos rounds duraría Alí. Cuando llegó el momento de la pelea, que se llevó en Zaire, Alí llevó a cabo una estrategia riesgosa, pero que si le resultaba, podía ganar la pelea. Esperó en la cuerdas a Foreman, quien lo golpeaba una y otra vez, y Alí aguantaba. El riesgo también era que si a Alí le llegaba un golpe, allí nomás llegaría. El combate siguió la misma tónica y a partir del sexto round, ya se comenzaba a ver a un Foreman cansado y pegando golpes por inercia, más que por convicción. Y para el octavo round, ante el evidente de Foreman, Alí comenzó a salir y propinar algunos golpes, hasta que buscó el momento preciso para conectarle un golpe certero que lo hizo trastabillar a Foreman, y luego Alí le dio el golpe de gracia, tumbando a Foreman a la lona y noqueándolo definitivamente. Alí había logrado lo imposible y había derrotado al invencible George Foreman, logrando por segunda vez el título mundial de la categoría de pesos pesados.
Pero Alí siguió boxeando en adelante y muchas veces con paquetes
que no ofrecían mucha resistencia, hasta que le tocó pelear con Ernie Shavers
en 1977. Shavers le pegó duro en el combate y Alí ganó por puntos, pero muchos
consideraron dos cosas: que le habían robado la pelea a Shavers y que Alí ya
comenzaba a dar indicios de su declive, generando incertidumbre por su real
estado físico. Y ello se hizo vio de manera cuando en Febrero de 1978 defendió
su título ante Leon Spinks. Alí subestimó a su rival y muchos pensaban que la
pelea sería de puro trámite. Pero a la hora de los hechos, la cosa fue distinta
y Spinks tomó la iniciativa y siempre colocaba golpes a Alí. Y al final, por
decisión dividida, Alí caía derrotado ante Spinks, quien se erigía como nuevo
monarca de la categoría de pesos pesados. Siete meses después, se dio la revancha
entre ambos y Alí se preparó en forma debida, mientras que Spinks no parecía
importarle defender exitosamente su título, ya que semanas después de ganar el
título fue arrestado por posesión de marihuana y cocaína y quizás pensaría que
repetiría su triunfo ante Alí. Pero en el ring la cosa fue distinta y Alí fue
superior a Spinks y lo venció por puntos en decisión unánime, y recuperando su
corona, siendo el primer boxeador en coronarse por tercera vez como campeón de
los pesos pesados y a la edad de 36 años. Y en junio de 1979 en Los Ángeles, Ali
comunicaba que había enviado una carta a la Asociación Mundial de Boxeo en la
que renunciaba a su título mundial, y también anunciaba su retiro del boxeo, y
además agregó: “Estoy exhausto, no tengo
nada que probar...creo que es lo mejor, retirarme como campeón...como el ‘más
grande’. Creo que esto significa mucho para los afroamericanos, y también para
la historia”. De esta forma, llegaba a su fin y por la puerta grande, una
trayectoria boxística exitosa y por todo lo alto. Pero, si hay algo que tienen
los boxeadores es que nunca se retiran del todo y siempre terminan volviendo, y
muchas veces, para dar pena. Y eso sucedió con Alí.
En 1980, y con 38 años a cuestas, regresó para desafiar al
campeón Larry Holmes –quien fue su
sparring entre 1973 y 1975-, con la intención de ganar el título por cuarta
vez. Pero los años no pasaron en vano para Alí y pese a que comenzó la pelea de
manera desafiante, a lo largo de la pelea se mostró totalmente fuera de ritmo y
no pudo contrarrestar la absoluta superioridad de Holmes, quien le dio una
soberana paliza. Alí era una sombra pálida del eximio boxeador que todos
conocían. Ante este inclemente castigo, su entrenador Angelo Dundee decidió de
manera enérgica que se parara el combate luego del décimo round. Alí nunca
debió regresar para esta pelea y no le quedaba otra que aceptar la realidad y
retirarse para siempre. Pero, a pesar de esa humillante derrota, Ali volvió a
pelear una vez más el 11 de diciembre de 1981 en Nasáu, Bahamas, contra un tal Trevor
Berbick -quien había sido derrotado por
Larry Holmes en abril por el título mundial. Y el combate finalizó en
empate, pero Ali nuevamente recibió duros golpes que hicieron mella en él. A
día siguiente, Muhammad Ali anunciaba su retiro definitivo del boxeo, y expresó
su deseo de convertirse en un predicador del islamismo. Y esa vez sí fue de
verdad. Pero los golpes recibidos en sus últimas dos peleas, más los que
recibió de Joe Frazier y Ernie Shavers, le llegarían a pasar factura en su
salud, lo cual se evidenciaría años después.
En 1984 fue diagnosticado con el mal
del Parkinson y en las décadas posteriores, a medida que iba envejeciendo, se
veía que su enfermedad avanzaba y francamente daba mucha pena verlo caminando a
pasos lentos y casi ni hablar, mostrando el temblor de su brazo. Y
definitivamente, un momento memorable y emotivo fue verlo encender el pebetero
olímpico en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Atlanta
1996. Ante la sorpresa del público, Ali recibió la antorcha y con su cuerpo
tembloroso por el Parkinson, alzó la tea y encendió un mecanismo especial que llevaría
la llama al pebetero. Muchos fans de Ali derramaron lágrimas de emoción en ese
momento.
Hoy nos dejado un verdadero grande de la historia del boxeo
mundial. Fue un extraordinario boxeador que dejó huella en el boxeo mundial. No
sé si era el mejor, pero definitivamente era el más veloz con las manos, el más
rápido y especialmente, el más carismático boxeador de todos los tiempos. Mucha
gente se hizo fan del boxeo gracias a él y solo con la finalidad de verlo
boxear. Alí revolucionó la categoría de los pesos pesados, que antes de él, era
vista como una categoría poco atractiva y le dio agilidad con sus clásicos
bailes alrededor del ring y quiebres de cintura, así como también velocidad y
contundencia con la pegada de sus guantes. Aunque no llegué a ver sus peleas en
la década del 60, pero a Dios gracias, pude verlo en la década del 70 y eso no
me lo contaron mis viejos o algunos tíos de anteriores generaciones y desde ese
momento, se convirtió en unos de los boxeadores que más admiré por su estilo y
elegancia y desde su aparición, no he vuelto a ver a alguien como él.
¡¡GRACIAS MUHAMMAD
ALI POR TODO LO QUE DISTE AL BOX!! ¡QUE DIOS TE TENGA EN SU REINO ESPIRITUAL!
¡¡¡DESCANSE EN PAZ, MAESTRO DE MAESTROS!!!
Exelente posto los recuerdos de aquellos hombres que se metian puños aunque no conosco bien a eses pero me acuerdo de mike tyson que era un tremente en le ring
ResponderEliminarHola Marcial. Gracias por comentar.
EliminarDe hecho que no era de tu época, pero te recomiendo que veas en Youtube videos de sus peleas.
Un abrazo.
LUCHO
Mis referentes en el boxeo fueron, precisamente, Muhammad Ali, Mauro Mina y Fernando Rocco; luego de ellos mi afición por el boxeo decayó.
ResponderEliminarHola ELmo. Muchas gracias por comentar.
EliminarEn mi caso, Alí fue mi principal referencia y en los 80's, Sugar Ray Leonard. En los 90's ya no seguí el boxeo.
Un abrazo.
LUCHO
Gracias lucho por tan bello blog,sin duda me cayo como balde de agua fria la noticia anoche en la madrugada. Ae me aguaron los ojos, otros de mis idolos, heroe de la niñes se nos iba. Ya sabia que estaba malo, pero uno nunca quiere que se vayan. Campeon de campeones. Aun recuerdo cuando mi hermana me regalo el muñeco de ali uno de los juguetes mas preciados de mi niñes.. Dormia con el. Comia con el y de todo, y las peleas de el eran de noche estelar en la casa. Creo que fue el unico que nos hizo sentar juntos en familia a todos mis hermanos y amigos.. Era subreal el sentimiento. Nada de HD no nada por el estilo.. Blanco y negro . Se me ponen los pelos de punta de recordarme. Viva el campeon por siempre.. ALI!!! Gracias luis guadalupe. Un abrazo y miles de exitos.. Tu amigo a la
ResponderEliminarDistancia marco.
Hola Marco. Muchas gracias por comentar.
EliminarComparto plenamente lo que has expresado. Eso mismo sentí en los 70's cuando pasaban sus peleas por la TV. Que en paz descanse.
Un abrazo.
LUCHO
Que picante que era MUHAMMAD ALI
ResponderEliminarHola David. Muchas gracias por comentar.
EliminarNo solamente picante, Alí era bocón, controversial, pero sobre todo, auténtico al 100 %.
Un abrazo.
LUCHO
Hola Lucho, recuerdos de infancia junto a mi viejo que gozaba cuando empezaban los "bailecitos" de Cassius Clay (como siempre le dijo) bien pegado a su pipa y algún whisky en las rocas y riéndose diciendo que era un maestro ... fue hincha suyo desde que empezó su carrera y me contó que alguna vez un pata jamaiquino de la empresa para la que chambeaba lo invitó a una pelea en los 60s y quedó marcado por su estilo ... quedan imágenes de viejas peleas en blanco y negro para verlo en su mejor momento ... mis recuerdos son de mediados de los 70s hasta el declive ... controvertido, bocón, revolucionó el box ... Muhammad Ali es leyenda.
ResponderEliminarHola Jaime. Muchas gracias por comentar.
EliminarGracias por compartir tus recuerdos en casa alrededor del gran Muhammad Alí. Sin duda, su mejor momento fue en los 60's antes que lo despojaron del título. Y para nosotros, el recuerdo comienza en los 70's. Fue una verdadera leyenda. Que en paz descanse.
Un abrazo.
LUCHO
HOLA LUCHO. BUEN POST DEDICADO A ESTE CARISMATICO BOXEADOR, ESTUVE VIENDO EN LOS DIFERENTES CANALES DE T.V. PARTE DE SU BIOGRAFIA Y QUE FINAL TAN TRISTE TUVO, DESCANSE EN PAZ.
ResponderEliminarUN ABRAZO MI ESTIMADO LUCHO!!!
RENE
Hola René. Muchas gracias por comentar.
EliminarRealmente ha sido una gran pena saber de la partida de Alí. Un revolucionario del boxeo. Sus últimos años estuvieron marcados por el declive de su salud y era triste verlo así.
Un abrazo a la distancia.
LUCHO