Una vez más llegamos al último sábado de este mes del tercer aniversario del blog y como ya viene siendo costumbre en el último par de meses, volvemos a la carga con un post más de la sección “Cosas Que Me Disgustan” y a diferencia de los dos últimos meses en que esta sección fue posteada el último día del mes, hoy quise hacerlo el último sábado del mes y por una sencilla razón: porque quise, je je. Eso me hace acordar a una tía paterna muy querida, ya fallecida, que cuando le preguntaban porqué no quería algo, respondía muy suelta de huesos: "Por tres razones: la primera, porque me da la regalada gana. ¿Te digo las otras dos?". Con eso, vacunaba a todos. Bueno, hoy le toca el turno a la tercera entrega. Sinceramente agradezco muchísimo todos los comentarios suscitados por los dos posts anteriores y sobre todo, las palabras de estímulo para que no deje de escribir este segmento que ya se va convirtiendo en mensual, por el momento. La idea es exponer algunas de mis fobias o cosas que deteste y matizarlo con alguna o algunas historias o anécdotas que me hayan sucedido para darle un pequeño toque de humor, a veces negro, a veces picante. Así que nuevamente acomódense y aquí se quedan con tres cosas más que odio y en el tercer punto, un roche para que se rían un rato.
1) Para comenzar, aquí voy a señalar algo que realmente detesto, y con todas mis fuerzas. Es algo que apenas lo veo, me enerva y me causa una rabia descomunal y me provoca agarrar a patadas a la persona que veo haciendo eso. Y eso lo siento desde que estaba en la universidad. Me estoy refiriendo al despreciable hecho de tirar basura a la calle. Y en verdad, eso no es exclusivo de alguna clase o segmento social. Eso lo ves en personas de clase A, de la high life, cuando bajan la ventana de su carrito último modelo y botan a la calle, desde envoltura de galletas o hasta latas de gaseosa o cerveza, así como también lo ves en el sector D y E, cuando la verdulera o paisano que sube al microbus está comiendo su fruta –ya sea plátano, naranjas o mandarinas- o su hamburguesa de a sol, y cuando terminan, con el mayor desparpajo, abren la ventana del micro o del ómnibus y tiran a la vía pública su cáscara de fruta o su plato descartable de salchipapas que estaban comiendo como chanchos en el micro y encima, tras hacerlo, con toda la conchudez del mundo, se cruzan de brazos como si nada hubiera pasado. Cuando veo eso, me provoca mentarles la madre porque no hay derecho a que ensucien impunemente y contribuyan no con un granito sino con una bolsa gigante de cemento a que la ciudad tenga la eterna imagen de sucia y cochina. Me hago una pregunta, ¿a esa gente le enseñaron educación cívica en el colegio? ¿Tienen alguna fucking idea de que lo que están haciendo, no solo está mal sino pésimo? ¿O acaso son animales y cuando se asean se lamen también? Y voy más allá, ¿realmente hacen lo mismo en su casa y tiran los desperdicios en el suelo de su casa en vez del hacerlo en los tachos de basura? Estoy seguro que allí jamás lo harían y si lo hicieran, ya francamente no tendrían remedio y merecería un linchamiento público. A esa gente deberían condenarla a que reciban en su casa el doble o el triple de lo que tiran a la calle. A ver si les va a gustar y para que a la próxima vez que sientan irrefrenables deseos de querer tirar algo a la calle, la piensen dos veces.
Eso me hace acordar una historia en la época de la universidad. Estaba en el paradero esperando el micro para regresarme a mi casa y el paradero estaba concurrido de gente, estudiantes universitarios igual que yo. Y en eso paró un micro y subieron algunos. Cuando en eso, por una de las ventanas de atrás, se vio a un sujeto que con toda la frescura del mundo, abrió la ventana y tiró una manzana casi toda mordida. Todos los que estábamos allí no nos quedamos callados y le dijimos de todo, desde “cochino cerdo” hasta “apestoso hijo de puta”. Y el tipo ni se inmutaba, con él no era. Cuando en fracción de segundos por allí apareció un arrebatado colérico que tomó la manzana del piso, se acercó a la ventana del micro y le tiró de regreso la manzana mordisqueada al tipo en la cara. Y todos aplaudieron y el pobre diablo del cochino sujeto no sabía donde meterse. Así deberían hacer con todos. El problema es que si uno se mete, te topas con gente de la peor calaña y al final, llegas a la conclusión que has perdido groseramente tu tiempo y no vale la pena estar exponiéndose. Pero francamente esa detestable costumbre refleja el nivel no solo educativo que tienes, sino tu calidad de persona.
2) Una de las cosas que no soporto son los temblores o terremotos. Más que ser algo que odie, es algo que me genera algo de temor porque en ese instante a uno le entra un gran desconcierto. Pero ahora, me considero una persona mucho más calmada que lo que era antes. Debo confesar que antes, en mis años de niñez, adolescencia y juventud, era un reverendo mariconazo cuando comenzaba un temblor. Y cuando vivía con mis padres y mi hermano, la más calmada era mi viejita. Ella ni se inmutaba y siempre paraba tranquila. Pero los tres hombres de la casa eran cosa seria. Cada vez que hacía su aparición un temblor, parecía una competencia de 100 metros planos entre los tres para ver quien llegaba primero a la puerta. Sálvese quien pueda, el correcaminos era un viejo artrítico y reumático a nuestro lado.
Y aquí tengo una anécdota que una vez la conté comentando en el blog de un amigo y que fue algo que mi viejita me contó que vio cuando era niña allá en Chiclayo. Era Semana Santa en Chiclayo, y mi vieja fue a ver una representación teatral de la pasión de Cristo. Y estaban en el momento en que Jesús había muerto en la cruz y había bastante silencio y recogimiento entre el público asistente a ese pequeño teatro. Y en eso, de forma intempestiva comenzó un temblor, que segundos después, iba aumentando en intensidad, pero que no era fuerte. Fue en ese preciso instante, cuando el actor que hacía de Jesús, apenas sintió un movimiento sísmico –estaba con la cabeza gacha interpretando a Jesús cuando había muerto-, levantó la cabeza, abrió los ojos y lo primero que dijo fue “¡Chucha, temblor!”. Todos en el teatro se quedaron sorprendidos con esta “escena”. Y el temblor seguía y la cruz comenzaba a moverse. Y el que hizo de Jesús, amarrado a la cruz, gritaba “¡Me caigo! ¡Me caigo carajo!” y hacía movimientos con los brazos para pretender zafarse las ataduras y bajar de la cruz, pero al moverse así, logró el efecto contrario. De tanto mover la cruz, esta empezó a oscilar de atrás hacia adelante, y en una de esas, se fue con todo hacia delante, ante el grito final de “¡Mierda, nooooo!” de parte del “Jesús lisuriento”, y misma caricatura de los Looney Tunes, como cuando el coyote se caía de un precipicio y venía un silbidito y un “¡Pum!” final. No está demás decir que en ese momento, el recogimiento y el silencio se fueron al carajo en el teatro porque todo era un soneto de carcajadas ante la caida al suelo de la cruz, con Jesús incluido. Y el tipo se cayó de nariz, y se lo llevaron al hospital con una supuesta rotura de nariz. Y eso le pasó por desesperado en vez de esperar con calma que pasara el temblor.
3) Y como hicimos en el anterior post, este tercer punto está reservado para los roches que he tenido en mi vida y aquí tengo material para rato. En esta oportunidad, voy a comentar sobre un hecho que me sucedió allá por el año 1999. Estaba conversando con una gran amiga por Yahoo Messenger. Mi amiga estaba en Miami y justo coincidimos en el Messenger y nos pusimos a conversar largo y tendido. Ella es una mis amigas de mayor confianza y estábamos hablando de todo tipo de temas, y en eso, comenzamos a hablar de comida, en platos ricos de almuerzo y luego terminamos conversando de lo que desayunábamos. Y en eso le indiqué que en ese entonces, en mi desayuno me tomaba un jugo o una infusión, una fruta y pan de molde integral, a través del siguiente mensaje –o algo así por el estilo-: “Todas las mañanas, en mi desayuno me tomo un jugo, una infusión o un yogurt y una fruta, de preferencia, un plátano o una manzana”. Y mandé mi mensaje en el Messenger. Y para completar lo que estaba diciendo terminé escribiendo: “Y también me como un par de panes integrales. Se que no te gustan mucho, pero sé que en el fondo te gusta y los saboreas cuando nadie te ve, y los devoras con todo cuando lo tienes en la boca y eres capaz de comerte más de dos, ja ja”. Ese, más o menos, fue mi mensaje. Hasta allí todo bien, cuando ví mi mensaje ya enviado y me di cuenta que había cometido un horroroso error tipográfico.
¿Qué había hecho? En vez de poner la letra “a” a la palabra `”panes”, tipeé la letra “e”. Vuelvan a leer el mensaje con esa “modificación”. ¿Ya captaron? Que vergüenza, ¿no? En ese instante, escribí de inmediato “amiga, ¿estás allí?”. Y había silencio total. En ese momento, lo primero que pensaba era que una bonita amistad de varios años se iba al tacho de la basura por una bestialidad de mi parte. Volví a escribirle a mi amiga y nada, no contestaba. En ese momento, me dije, “ya fue, adiós amistad”. Y volví a escribir y le dije que me disculpara que todo había sido un error tipográfico al tipear con el teclado y que no había ningún motivo de querer ser grosero ni nada por el estilo. En ese momento, mi amiga comenzó a escribir y me imaginaba que lo que me diría iba a ser de mentada de madre para arriba. Y en eso, me dice, “Disculpa que no te haya contestado de inmediato, pero la verdad es que he estado literalmente doblada en el piso estallando de la risa y me duró varios minutos y me has hecho llorar de la risa”. En ese instante, el alma me volvió al cuerpo porque otra persona me hubiera mandado bien lejos. A partir de allí, cada vez que mando un mensaje en el chat o Messenger, lo reviso antes de generar una metida total de pata.
Bueno, amigos, esta ha sido la tercera entrega de “COSAS QUE ODIO”. Como siempre, los espero con sus visitas y comentarios, compartiendo sus experiencias y anécdotas alrededor de estos tres puntos. Será hasta el próximo mes o el subsiguiente, cuando me sienta con la inspiración y motivación para escribir sobre estos temas. Hasta la próxima.
Hola Lucho estaba esperando esta entrada con ansias jajaja. Bueno la gente cochinona siempre va a existir no se que podemos hacer con ellos, la verdad a veces pienso que ya no tenemos solución.
ResponderEliminarRespecto a los temblores, no pueesss, un macho que se respeta debe mantener siempre la calma, nada de salir corriendo... que bueno que ya te hayas calmado.
Lo de Jesús es un mate de risa, me estado riendo de lo lindo, a pesar que ya lo habías contado antes igual lo de los "penes integrales". Saludos y esperamos la cuarta entrega de "Cosas que odio"
Jaja!!! Comparto lo primero... aquí en Uruguay abundan los cochinos que arrojan su basura donde les da la gana. Aparentemente les cuesta mucho trabajo transportar un simple envoltorio o lo que sea hasta el contenedor más cercano. Y es verdad que lo hace gente de guita, aunque eso ya no me sorprende, ya me he topado cientos de veces con gente humilde más educada, sin estudios, que gente con dinero y universitarios.
ResponderEliminarUna vez me pasó con un cerdo que estaba estacionado con su regio coche, que tuvo la excelente idea de tirar a la acera una bolsita de algo. Yo justo que pasaba lo miré con cara de pocos amigos y el tipo me entró a putear de lo lindo. Obviamente ni le contesté, desde un primer momento supe que él sabía muy bien lo mal que estaba haciendo, y por su maldito orgullo no tuvo mejor idea que putearme. Ni hablar de los estúpidos que sacan a pasear a su perrito y dejan que defeque donde sea, sin levantar su excremento. Lamentable, pareciera que esa gente nunca piso mierda en su vida!!!
Otro tema, muy buena la anécdota de Jesús... el tipo de la nada creo una nueva versión tragicómica de la vida de Jesús!!! Un genio!!! Respecto a los dos que ni siquiera atinaron a levantar a tu viejita, la verdad es que si hubieran estado en el Titanic no es muy difícil imaginarse como hubieran actuado...
Respecto a lo del messenger, debo decirtelo querido Luis, creo que te traicionó el inconsciente, no me vengas que tecleaste mal, en realidad estabas pensando en ello!!! jejeje (broma).
Saludos de Pablo.
Hola Marcelo. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarSin duda, usted y su blog son los inspiradores de esta sección, je je. Es cierto, loa cochinos siempre existirán pero provoca darles de su propia medicina. Y en cuanto a los temblores, no sabes cómo era antes, ja ja. Aunque tampoco era una loca, ja ja. Y lo del "Jesús liso", cuando lo escuché por primera vez, no lo podía creer. Estamos hablando de la década del 40, ja ja. Finalmnente lo de los "penes integrales" me hizo sudar frío.
Un gran abrazo.
LUCHO
Hola Pablo. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarEn cuanto a los cochinos que botan su basura a la calle, son para hacerles probar de su propia medicina. Y lo del Jesús, del recogimiento se pasó en fracción de segundos a la risotada total. Y en cuanto a los temblores, guarda que uno de los dos era mi viejito, ja ja. Y yo era igual o peor, ja ja. Y finalmente en cuanto a lo del messenger, quien sabe, no? Ja Ja. Nooo, jamás de los jamases. Pero me hizo sudar frío algunos segundos.
Un abrazo a la distancia.
LUCHO
Buen post. ODIOOOOOOOO, ME LLEGAN AL PENE los que botan botellas, bolsas, envolturas, etc. Hace pocos dias vi a una escolar botando un vasito, me dio ganas de decirle "Cochina, recoje eso" pero no le dije por no hacerla quedar mal. En fin.
ResponderEliminarA mi los temblores no me asustan, para nada. En el 2007 en el terremoto de Ica, si que se sintió fuerte acá pero hay que estar tranqui.
No era por qué amargarse con lo de panes/penes, yo me reiría igual porque dices "Yo como un par de pa(e)nes"
Regresé de mis vacaciones forzadas :) estoy de vuelta!
Hola Maxwell. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarAsí es, es detestable cuando veo que impunemente tiran cosas a la calle. Que se hace. Y en cuanto a los temblores, hay gente que le tiene pánico total. Hay que conservar siempre la calma, pero eso no quite que los deteste. Y lo de los panes, le puede pasar a cualquiera.
Que bien que ya estés de vuelta.
Un abrazo.
LUCHO
No te puedo explicar lo que me he matado de risa con con tu papá y tu tío brincando a tu mamá, jaaaaaaaaa... Pero el Jesús lisuriento se coronó, jajajaja, me lo he imaginado como si estuviera en el teatro, mariconazo el chico! Yo si que no soy tan miedosa con esas cosas, mientras no sea muy fuerte que digamos. Pero si recuerdo un temblor fuerte que hubo por el 92 o 93 como a las 4 de la mañana que si me hizo volar de la cama. Mi familia jamás sale a la calle por un temblor, pero ese día si llegamos a salir, menos mi mami y mi abuela, porque mi abuela estaba buscando su calzón, no quería morir sin calzón jajaja, y eso que su bata era del cuello al tobillo.
ResponderEliminarEn lo primero si estoy de acuerdo contigo. Me llega que la gente sea cochina. Recuerdo la campaña que hubo en la tele hace muchos años, esa del mano sucia, se me quedó muy grabadito en la cabeza. Cuando vamos al cole en la mañana, encontramos a los barrenderos en la calle y María Pía me pregunta por qué tienen que barrer el suelo de la calle, yo le respondo "porque hay gente cochina mi amor, a la que en su casa no le enseñaron que no se bota la basura en el suelo como te han enseñado a ti."
Ay lo del roche de tu amiga fue un bacilón, pero también tú Luchito, bien fanático del pan integral habías sido no? Pero era de esperarse que si la chica era taaaan amiga tuya, lo tomara a la broma o supusiera que había sido algún error o algo así, porque terminar una amistad por una cosa así, me haría pensar que la chica muy buena amiga no era.
Me encantaaaaaan estos posts, lo leí ayer desde mi camita, desde la madruga estuve con un dolor de barriga que me moríaaaaaaaa y recién se me pasó ayer por la noche.
Besooooooooo!!!!
Hola Lenya. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado el post y que te hayas divertido. Y la historia del Jesús es colosal. La verdad es que todos tenemos reacciones diferentes ante un temblor y hay gente que corre como si lo llevara el diablo, ja ja. Claro que me acuerdo de la campaña "mano sucia" y eso deberían hacer para que los niños aprendan urbanidad y aunque eso viene del colegio y sobre todo, del hogar. Si los papás botan basura a la calle, ¿qué puedes esperar de los hijos? Finalmente en cuanto al roche con mi amiga, es cierto lo que dices, pero en el momento, piensas lo peor. Felizmente había la suficiente confianza para no malinterpretar las cosas.
Te mando un beso muy grande.
LUCHO
HOLA LUCHITO:
ResponderEliminarComo siempre me haz hecho reir un monton con tu post...Al igual que tu me revienta la gente asquerosa que botan cosas no solo en la calle, sino tb en las combis o taxis...Yo que viajo en combis siempre a veces me encuentro con cada basural dentro de ellas, que uno no se explica pq la gente es tan mugrosa...Encima que a una la torturan con su musica, se tiene que soplar las cochinadas que encuentras en el asiento...No tienes idea como me he reido con el "Jesus lisuriento", se lo lei a mi mama y se ha doblado en tres de la risa imaginandoselo no mas...Por ultimo, te dire que yo nunca he sido miedosa para los temblores, al contrario siempre he sido muy calmada, debo haberlo heredado de mi viejo que era el mas sereno en esos casos...Yo vivi toda mi infancia en el Conjunto Residencial Santa Cruz y pasar temblores ahi es para escribir un libro con mil anecdotas jajajaja...Besitos...Clara
Hola Clarita. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado este post. Es cierto, es insoportable ver que exista gente que tire basura a la calle y como bien señalas, que las deje en el micro o la combi y al igual que tu, me he ganado con tanta porquería en los asientos. Lo del "Jesús liso" es colosal y como bien dices, de solo imaginarlo, uno se revuelca en el piso de la risa. Finalmente, en cuanto a los temblores, menos mal que eres tranquila y ya estás curtida, je je.
Por último, te cuento que la amiga con el que pasé el roche de los "panes" fue nuestra querida común amiga Yvon.
Un abrazo muy grande.
LUCHO
Qué buen post Lucho. Como Marcelo, yo tb esperaba la tercera parte más que ilusionada jajaja.
ResponderEliminarCon respecto a los cochinos, TODA LA RAZON. No entiendo porque lo hacen! Es que me da tanto asco cuando veo volar basura por las ventanas. No les importa! Vasos, papeles, hasta pañales!!! A una miga una vez le cayó una cáscara de sandía. SI CASCARA!!! O sea sandia mordida!!! A su carro! Es decir, alguien desde un micro por supuesto, le tiró esto y ella manejaba! Me moriría!!!
Con el tema de los temblores. Ese sí que es mi miedo, fobia y temor número uno. Qué desgracia que me agarre uno en un teatro! Creo que todos morirían con mi gritos y pellizcones en lugar del temblor.
Y lo de las palabras mal escrita, por Dios!!! Es que me he reído muchísimo con lo de tus "penes integrales" JAJAJAJAAJAJAJ No paro de reirme pensando en tu cara y la de tu amiga! Felizmente que era una amiga y no una desconocida o mira tú, hasta una profesora ha podido ser!
Un beso grande!!!
Espero la entrada 4 con ansias!!!
Hola Marité. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado el post. Una cáscara de sandía? Que horror! A esa gente hay que encerrarlas. En cuanto a los temblores, guau, me superaste, je je. Y finalmente en cuanto a los "penes integrales", fueron los segundos más angustiantes que pasé en ese entonces. Ya pensaré que incluir en el cuarto post.
Te mando un beso grande.
LUCHO
jjajajajajjajajajajajajajja... así que siempre desayunas esoooo????????????? jajajajajajaajajaj digo lo mismo!!!!! que tu amiga... ahora como paro en la ofi con mi madrastra... no puedo reírme... jajajajajajajaja pero Lucho, neta no es saludable desayunar así... un consejo no mas!!!.../// cuando veo que tiran basura... les digo... porque no se lanza usted mas así termina de contaminar todo... =) me mataste che!...<3
ResponderEliminarHola Marielita. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarSe reveló mi secreto de lo que comía en mis desayunos, je je. No sabes la angustia que pasé en esos minutos. Y lo de tirar basura es indignante. Muy oportuno lo que dices. Falta eso nomás.
Te mando un beso grande.
LUCHO
Hola Luis, estaba esperando que sea fin de mes para leer este post, pero veo que lo publicaste antes...
ResponderEliminarComo ya sabes coincidimos con el odio/repulsion a las personas que arrojan basura a las calles...
Lo que no me imaginaba es el miedo que le tenias a los temblores (te me caiste, jajaja) lo bueno es que, como dices, poco a poco estas aprendiendo a controlar ese temor.
Un abrazo !!!
Hola Vanessa. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarSí, al final me animé a postearlo el último sábado del mes, je je. Así es, coincidimos en el rechazo a los cochinos que tiran basura a la calle. Y tenía mi temor a los temblores, pero eso era parte de mi "oscuro pasado", ja ja. Ya ahora me calmo, pero igual me pongo alerta.
Un abrazo enorme.
LUCHO
Hola Lucho.
ResponderEliminarCoincidimos con el odio al hecho de botar basura a la calle. En general, yo detesto a los que no saben cuidar las cosas ajenas, o aquéllas que compartimos con otros. Todo esto se resume en una palabra: respeto.
De los temblores, ni hablar, yo también les tengo un pavor, y ahí sí que no me importa nada, que mi tía, que el perro, que mi hermanito...sálvense quien pueda! El relato de Jesús me pareció un déja vú...lo contaste antes ya? Me pareció haberlo leído antes.
Y por último jaja a quién no le ha pasado! debería haber un teclado especial para evitar esos roches! Jaja pero normal, cuando eso te pase tú sin miedo nomás, hay que ser muy mala onda para tomárselo en serio.
Un abrazo Lucho.
Hola Paty. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, eso es respeto por los demás. En cuanto a la historia del Jesús, creo que lo comenté en un posy tuyo o de Eduardo. Y por último, debería haber un teclado parlante que te avise cuando vas a mandar una burrada, je je.
Un abrazo muy grande.
LUCHO
hOLA Luchito, sigo leyendo tu BLog y tus post..ahora si??.
ResponderEliminarBueno...tus relatos me han hecho recordar, esos años de los 80 cuando me iba a la universidad de Ingenieria, y mi trayecto era largo, desde La Victoria hasta la Universidad. En los omnibus subian muchos comerciants desde La PArada hasta Comas, y llevaban sacos de verduras, papas, etc.
El carro era una mezca de comida, libros, olores y sabores..jeje... el tema era que, como el trayecto era largo, esas persoans, no perdian tiempo, y empezaban a pelar las alverjas, habas, zanahorias en el carro, y una vez que terminaban, abrian la ventana (justo era cuando estabamos por la Av. Caqueta) y ZUACATE!!..TODA LA CASCARA A LA CALLE!!!...QUE HORROR!!... eso hacian SIEMPRE!!....
creo que cuando han arreglado la av. caqueta, habran encontrado un cerro de basura!!.
Esas epocas universitarias, que llegaba a la UNI oliendo a culantro, ajos y cebolla..jeje.
Sobre tus otroas anecdotas muy graciosas, aunque cuando leía la de tu amiga, pensaba que no tenia porque mpolestarse y menos terminar una amistad, y bueno asi fue...pues eso le sucede a TODOS!!!..
en cuanto a las cosas que yo odio..asi como odiar, odiar..uhmmm..no se´...ah!..que inviten a un evento, actuacion, etc, a una hora determinada, y empiece con mas de una hora de retraso, como si fuera alg comun..eso sí me disgusta!!
Y..sobr elos temblores, obviamente que no me gustas, en el fondo me asustan mucho (a quien no!!), pero soy muy tranquila, solo me preocupa que mis hijas esten solas cuando haya uno..
Byeeee
Hola Marthita. Muchas gracias por tu comentario. Y ahora sí, je je.
ResponderEliminarQue bravo de absorber los olores apestosos en el micro y uno llegando oliendo igual y te meten en el mismo saco, je je. Y realmente llega altamente toda esa gentuza que bota sus cosas a la calle. Y en cuanto al lapsus en el teclado, claro, no era para tanto, pero en el momento me hizo sudar frío, je je. Y los temblorcitos, que están ocurriendo seguido en estos días, son para tenerles respeto.
Un abrazo.
LUCHO
me hizo el dia...XD con los panes...XD...yo también detesto que tiren en la calle basura ...SALUDOS!!! DESDE MERIDA YUCATAN MÉXICO...!
ResponderEliminarHola Anónimo. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado este post. Es algo despreciable que se tire basura en la calle.
Un abrazo hasta Mérida, Yucatán, México.
LUCHO