DONNA SUMMER R.I.P.

Una vez más, no estaba en mis planes escribir este post, pero el destino se encarga de tejer sus hilos y hay ciertos hechos imprevistos que generan cierto impacto que aquí en el blog no podemos dejar pasar. Hace un par de horas, por internet me enteré de una muy triste noticia para los que amamos la música de los 70’s: Hoy, 17 de Mayo del 2012. Donna Summer ha muerto a la edad de 63 años en la ciudad de Floria, víctima del cáncer de mama. Y como mañana toca el post de los Bee Gees y el sábado el post por el tercer aniversario, era hacerlo hoy de todas maneras, debido a que hubiera sido algo desfasado hacerlo la siguiente semana.  Como ya he manifestado en posts similares, no pretendo en este post hacer una biografía de la vida de Donna Summer ni hacer un especial musical de sus mejores canciones. Hacer eso demandaría dividir este post en dos o tres partes. Con las limitaciones de la disponibilidad del tiempo, la idea de este post es rendir tributo a la memoria de una cantante que con sus temas llegó a convertirse en parte de nuestras vidas y enfocarlo lo que fue su música en mi vida y el efecto que tuvo en nuestro medio en sus años de esplendor. Si este post no está ordenado como usualmente están mis posts, ofrezco las disculpas del caso, pero realmente sentía necesario dedicarle este post a la gran Donna Summer.

Sin duda alguna, la canción que puso a Donna Summer en el firmamento musical y también en el ojo de la tormenta a mediados de la década del 70, exactamente en 1975 fue el ahora clásico bailable “Love To Love You Baby”. Su contagiante ritmo la hizo infaltable en las discotecas en ese entonces, pero lo que la hizo muy popular fueron los gemidos que Donna realizaba durante la canción que calentaron a toda una generación. No era mi generación porque en ese año 75 yo era apenas un niño de 12 años y mi pensamiento estaba en otras cosas, pero en su momento, ello generó un gran escándalo en las sociedades conservadoras que veían esta canción como un sinónimo de pecado mortal y a Donna como candidata principal para achicharrarse en el infierno y a ser excomulgada. Pero toda esa censura le rindió buenos frutos a Donna y a la canción y se elevó a niveles altos de popularidad. Y en lo personal, sería al año siguiente, en 1976, cuando escuché por primera vez a Donna Summer en la radio con la muy hermosa canción “WInter Melody”. Bastó esa canción para cautivarme y es una de mis tres canciones favoritas de Donna. El tema fue muy popular en las radios locales y en ese año 76 también sonó bastante la canción “I Feel Love”.

Para 1977 me acuerdo mucho de la muy bella canción “I Remember Yesterday”, pero sería en 1978 cuando comenzaría el reinado de Donna en la música disco con su participación en el film “Thank God It’s Friday” y su enorme hit “Last Dance”, que obtuvo un Oscar a Mejor Canción de Película al año entrante. Aunque aquí en nuestro medio, no tuvo la popularidad que alcanzó en todo el mundo debido a que ese año 78 las preferencias musicales fueron totalmente acaparadas por la música de los films “Saturday Night Fever” y “Grease”. Incluso recuerdo que la película no duró mucho en las carteleras de cine en nuestro medio, aunque su música si tuvo buena difusión en las radios, pero no al nivel apabuilante de los dos films anteriormente señalados. Ese año 78 también traería una de las mejores canciones de la era disco de todos los tiempos: “MacArthur Park”. Era una obra maestra y fue un boom en las pistas de baile.

Para 1979, Donna consolidaría su momento de apogeo y gloria. Comenzando con la muy buena canción “Heaven Knows”, que fue un gran hit en el verano del 79. Pero la explosión vendría con el album “BAD GIRLS” y en especial, las dos canciones “Hot Stuff” y “Bad Girls”, que elevaron a Donna a la cúspide total. Ambos temas fueron un gran suceso tanto en las radios como en las pistas de baile. Cuantas veces bailé esta canción en 1979. ¿Qué cuarenton o cincuentón no lo hizo? Y para seguir dominando el año 79 también el tema “Dim All The Lights” fue un gran hit, así como la canción que grabó a dúo con Barbra Streisand, “No More Tears” y a fines del 79 el gran éxito “On The Radio”, que se extendió hasta el verano de 1980. Donna cerraba de manera brillante la década del 70.

Para la década del 80, su popularidad decaería un poco, debido al hastío que llegó a generarse por la música disco que hizo que muchos le dieran la espalda en la década del 80. Fue tal la saturación a la que llegó la onda disco, que todo lo que estuviese vinculado a ello, simplemente era rechazado por el mismo público que años atrás los habían aclamado. Bajada la marea disco, a fines de 1980, Donna reapareció con el tema “The Wanderer”, dejando atrás todo ribete discotequero. Dos años después, en 1982, destacó con “Love Is In Control” y “State Of Independence”, adaptando su estilo a los 80’s y en 1983 volvió a primeros planos con la muy buena canción “She Works Hard For The Money”. Pero en los siguientes años no tuvo mucha figuración y entraría en una curva descendente hasta 1989, cuando retornó con fuerza y gran éxito con el gran hit “This Time I Know It’s For Real”, con el que retornó a los primeros lugares en los charts mundiales, triunfando exitosamente en toda Europa. Donna cerraba al menos con buen pie una década que había sido distinta a la anterior y en la cual Donna había transitado alcanzando protagonismo en algunos momentos, pero no de manera continuada y apoteósica como lo fueron los 70’s. Para los 90’s y en la década anteror, ya Donna Summer era una figura identificada con el pasado y no como una artista vigente. Era poco lo que se sabía de ella, hacía algunas presentaciones en clubes o locales. Hasta que hoy se supo que Donna Summer nos había dejado para siempre.

Debo confesar que me produjo bastante pena la noticia de su muerte. Por la sencilla razón que la música y canciones de Donna Summer fueron parte de mi vida en mi adolescencia en la segunda mitad de la década del 70 y sobre todo, en 1979, cuando terminé el colegio. Cada vez que en una fiesta ponían “Hot Stuff” y “Bad Girls”, me lanzaba a bailar estas canciones y lo disfrutaba mismo chancho en el lodo. Y ni qué decir de “MacArthur Park”, era una experiencia cuasi orgásmica bailarla en una fiesta. Sin duda alguna, el trono de la Reina de la música Disco en la segunda mitad de los 70’s, le perteneció con todo derecho a la gran Donna Summer, quien hizo bailar a toda una generación, cuya mayor preocupación era pasarla bien y divertirse. Donna Summer nos ha dejado para siempre, pero su legado musical perdurará para siempre. Mientras una de sus canciones siga siendo bailada en una fiesta o en una discoteca, el recuerdo de la inigualable Donna Summer perdurará por siempre en nuestras vidas y en nuestros corazones. 

¡Gracias querida Donna por haberme hecho divertir de lo lindo con tus canciones en mis años de adolescencia! Nunca te olvidaremos.

¡¡DONNA SUMMER, DESCANSA EN PAZ!!