Artículos y crónicas sobre QUEEN y su música, segmentos musicales y notas personales sobre diversos temas, constituyen la trilogía de este blog.
¡BIENVENIDOS! Disfruten la visita y todo comentario será siempre bienvenido y contestado.
Uno de los segmentos que más gozó de mis
totales preferencias aquí en el blog fue definitivamente “MUSIC TRILOGY”, que
consistía en presentar tres canciones diferentes que tenían la particularidad
de compartir el mismo título.El sábado
1° de marzo del 2014 se posteó el primer segmento, cuya periodicidad era de
manera mensual y siempre lo publicaba el primer sábado de cada mes. Recuerdo
que el primer post se centró en el título “Head Over Heels”, con tres temas de
ABBA, The Go-Go’s y Tears For Fears. De allí en adelante, cada mes desfilaron
diferentes canciones como por ejemplo “Words, “Sailing”, “Lady”, “Runaway”, “Call
Me”, “Somebody To Love”, “Magic” y “Dreaming”, por solo citar algunos títulos.
Así se mantuvo, mes a mes, hasta el sábado 7 de diciembre del 2019, a lo largo
de 4 años y 9 meses, y tras haberse posteado 56 títulos. Y el último post se
centró en la canción “Don’t Cry”. Luego vino el 2020, y con ello, la pandemia y
en lo personal, el último año de vida de mi amada esposa, y francamente, dejé
de publicar contenido nuevo, y con ello, este segmento “Music Trilogy” pasó a
ser encarpetado hasta nuevo aviso.
A medida que los años fueron transcurriendo y
ya con el hecho de haber publicado contenido nuevo en el 2022 con clásicos
mundialistas y en el 2024 con Supertramp, me puse a pensar nuevamente en mi
segmento favorito en el blog y en el deseo de volver a retomarlo y continuar
con sus publicaciones. Y esto me impulsó a decidir sacarlo de su baúl y que nuevamente
sea parte de este ya añejo blog. He publicado 56 posts en esta sección musical,
y en este momento, mi objetivo es llegar a los 100 posts para bajar el telón.
Aunque nunca se sabe si llegado ese momento, todavía quiera seguir publicándolo.
Y a diferencia la anterior etapa entre el 2014 y 2019, mi idea ahora publicarlo
dos veces por mes, el primer y tercer sábado de cada mes, hasta el mes de junio.
Y desde julio a diciembre, ya sería tres veces por mes, el primer, tercer y último
sábado de cada mes. De esta forma, Dios mediante, en el 2026 se llegaría a la
meta de los 100 posts publicados.
Así que el próximo sábado 8 de febrero, “Music
Trilogy” regresa al blog para seguir brindándote más canciones diferentes
unidas bajo un mismo título. Espero contar con tu visita y por qué no, también
con tu comentario. Hasta dentro de 8 días.
Un día como hoy, 31 de Enero de 1990, dí mi Examen de Grado para optar el Título de Abogado. Han pasado 35 años de ese muy especial momento en mi vida y no quería dejar de recordarlo en mi blog y evocar aquellos recuerdos ligados a aquel día.
Ingresé a la Pontificia Universidad Católica del Perú en 1980, tras rendir mi examen de admisión un 23 de febrero y llevé dos años de Estudios Generales Letras y en 1982 pasé a la Facultad de Derecho y culminé mis estudios en el segundo semestre de 1987. Luego de ello, por esos años, se tenía que elaborar una tesis para optar el Grado Bachiller en Derecho -no como años después en que el Bachillerato pasó a ser automático- y el siguiente paso era el Examen de Grado para optar el Título de Abogado. Para mi tesis, mi tema elegido fue "El Derecho a la Inviolabilidad de Domicilio" y mi asesor fue el Dr. Francisco Eguiguren y sustenté mi tesis el 18 de noviembre de 1988 ante un jurado y fui aprobado por unanimidad con la mención de Bien. Faltaba el paso final, el Examen de Grado para el Título de Abogado.
Para optar el título de Abogado, se tenía que presentar dos expedientes de diferentes áreas del Derecho y estudiarlos exhaustivamente y sobre todo, estudiar todos los temas vinculados al área del expediente y sustentarlos ante un jurado. A diferencia de la sustentación de la tesis, en donde el jurado solo podía hacerte preguntas sobre tu tema y no salirse de allí, para el Examen de Grado el jurado podía preguntarte cualquier cosa correspondiente al área de tus dos expedientes, aunque no guardara relación directa con los expedientes. Y para ello, había que repasar todo lo que se había estudiado en los años en la Facultad y estudiarlo a conciencia y prepararse bien. Por esos años, el área constitucional estaba incluida en el área civil y no se podía presentar dos expedientes correspondientes a esas dos áreas, y era uno u otro. Y conseguirse expedientes en el Poder Judicial no era algo sencillo porque había que buscar algún contacto que te facilitara la labor y que te conectara con alguien que pudiera darte una mano. En ese año 1990, recuerdo que busqué al que fue mi profesor de Sucesiones, el Dr. César Fernandez Arce y me dio el nombre de un magistrado que podía darme una mano. Era el Dr. Alejandro Rodriguez Medrano, quien años después fuera objeto de duros cuestionamientos que culminaron en una sentencia condenatoria por su participación en actos de corrupción en el gobierno fujimorista. Pero esa es otra historia. En ese año 1989, el Dr. Rodríguez Medrano me dio los nombres de dos secretarios de juzgado para poder allí conseguir mis dos expedientes. Había elegido un expediente constitucional y uno penal. Pero cuando fui al secretario Casasola de un juzgado civil, solo tenía juicios civiles y no constitucionales y opté por un juicio de Desahucio. Pero por el lado penal, la cosa no fue fácil, porque el secretario donde fuí no tenía expedientes disponibles. Tuve que buscar otros contactos y recuerdo que un amigo de mi padre, trabajaba en la Oficina de Relaciones Públicas del Poder Judicial y fui a buscarlo. Y me contactó con un secretario de un juzgado penal y durante varias semanas me hicieron venir a cada rato y me decían, "regresa la próxima semana para ver si hay algo", y así se pasaban las semanas. Hasta que en el mes de junio, pude conseguirme un expediente penal, que era juicio por Hurto. Ya tenía mis dos expedientes, pero la mala suerte se volvió a interponer en el camino. A las pocas semanas de haberme conseguido mi expediente penal, me llamó el Secretario Casasola para decirme que necesitaba el expediente de Desahucio, porque se lo estaba pidiendo la Corte Superior. No había nada que hacer y tuve que devolverlo y a comenzar de nuevo a buscar un expediente. A los pocos días, fui donde un Secretario llamado Jorge Chávez -con quien había llevado un expediente años atrás cuando estuve practicando en un estudio- y me mandé de frente y le dije que el Dr. Rodriguez Medrano me lo había recomendado para conseguir un expediente. A Dios gracias, eso me abrió las puertas y pude conseguirme un expediente constitucional, una Acción de Amparo. Ahora sí ya tenía los dos expedientes y comenzaba mi preparación para el Examen de Grado. Originalmente, mi idea era pedir fecha para mi Examen para noviembre de 1989, al año de haber sustentado mi tesis, pero circunstancias y contratiempos de índole personal fueron postergando ese deseo y finalmente tomé la decisión de pedir fecha para enero de 1990.
1990. Comenzaba una nueva década y atrás había quedado la década del 80, en la cual mi vida giró en torno a la universidad. Pero en la primera semana de 1990, recibí una llamada del Secretario Penal que quería que le devolviera el expediente porque había pasado mucho tiempo desde que me lo prestaron. De inmediato me fui para allá y hablé personalmente con el Secretario y le pedí que me lo prestara hasta fin de mes, porque ya iba a pedir fecha para ese mes. Al comienzo como que no le cuadró mucho eso, pero le prometí y le dí mi palabra que de todas maneras sería en enero porque si no, tendría que esperar hasta marzo porque en febrero el personal del Departamento Académico de la Facultad de Derecho salía de vacaciones por todo febrero y no me quedaba otra. Y si por esas cosas, no daba mi Examen de Grado me comprometía a devolvérselo el 31 de enero, con el riesgo de volver a comenzar. Y así quedamos. Para la tercera semana, solicité formalmente fecha. Por un lado, siempre quedaba la incógnito de quienes estarían en mi jurado, ya que uno no lo sabía hasta días antes del Examen. Y siempre se tenía el temor que te tocara alguien inquisidor o que le guste revolcar al graduando. Y en mi caso, mi temor era por el expediente penal. En esos momentos, en la Facultad, los cursos de Derecho Penal eran un paseo y muy pocos, optaban por especializarse en esa área. Y era volver a repasar TODO Derecho Penal, con el riesgo que te tocara un jurado de esos que sean expertos en la materia y te dejen en el suelo. Y habían profesores que eran así. De los tres jurados, siempre dos eran del área civil o constitucional y el restante del área penal. En esos días, me había hecho amigo de Mauro, quien se encargaba de dejar los expedientes a los jurados elegidos. Y allí supe que dos de mis jurados serían el Dr. Valega por el expediente constitucional y el Dr. Váscones por el expediente penal. Me hizo respirar tranquilo esta designación porque sabía que eran dos jurados que no eran unos malditos despiadados. Tampoco eran fáciles, porque de todas maneras tenía que prepararme bien. Y me dieron fecha para el 29 de enero. Para ello, dos días antes, como era costumbre antes de dar un examen de grado, en mi casa hice un simulacro de examen con tres amigos que hicieron de jurado, quienes fueron Samuelito Abad, Bruno Marchese y Alfonso Valencia, quienes me ayudaron a corregir algunos errores y mejorar en algunas cosas con miras al examen.
Días antes, supe que mi examen había sido postergado para el 30 porque al Dr. Valega se le había presentado un problema y no iba a poder estar como jurado y devolvió el expediente. En ese momento el Departamento Académico comenzó a buscar un nuevo jurado y el día 29 me comunicaron que mi examen había sido pospuesto al día 31 de enero porque todavía no se había conseguido un jurado. El 31 era el último día hábil de ese mes, y si no encontraban jurado la cosa se corría para marzo, con el riesgo de tener que devolver el expediente penal. Pero en la Secretaría me aseguraron que de todas maneras el Examen sería el 31 a las 8:00 am. Poco después me enteré de toda la odisea que se pasó para conseguir a ese tercer jurado. En ese momento el Secretario Académico era el Dr. César Landa, quien era constitucionalista. Y supe que habían acudido a todos los profesores del área constitucional y ninguno podía ser jurado, entre ellos el mismo Dr. Landa. Se llegó hasta el punto de acudir a un profesor de Derecho Penal para conseguir ese tercer jurado -algo poco usual porque siempre había un solo jurado en Derecho Penal cuando había un expediente penal-, pero tampoco se logró conseguir a alguien. En circunstancias normales, ese Grado hubiera sido postergado hasta Marzo, pero gracias a la generosidad del Dr. Landa, quien al saber el problema, optó por aceptar ser Jurado para mi Examen de Grado el mismo día 30 de enero. Y eso lo supe después de dar mi examen de Grado.
31 de Enero de 1990. Por esos días, era común estar sin luz por los racionamientos de energía eléctrica. Y me levanté a las 6 am, y me di con la situación que no había luz. Y para remate, el 1º de enero de ese año se había adelantado una hora y a las 6 am todavía estaba oscuro. Tuve que afeitarme con velas en esa mañana. Y con mi padre y mi hermano Alex. nos fuimos a la Universidad para mi Examen de Grado. A las 8 am, ingresó mi jurado compuesto por los Dres. Landa, Ochoa Cardich y Váscones. Y al sonar la campana, ingresé a exponer mis dos expedientes. Mi padre y mi hermano estaban sentados viendo el Examen y algunos amigos que se habían enterado también fueron allí. En el expediente de la Acción de Amparo, había sentencia contradictoria y en el Expediente Penal, aunque no había esto, pero habían varios temas por discutir y debatir. Mi exposición duró un promedio de 20 minutos y luego el Jurado formuló sus preguntas, vinculadas a los expedientes y también a las áreas constitucional y penal. Y en algún momento, el Dr. Váscones me hizo pasar más de un apuro, pero no al punto de hacer dudar sobre mi examen. Al finalizar las preguntas, nos invitaron a salir para que el jurado deliberara. Cuando uno era aprobado, sonaba la campana y si no, el jurado abandonaba la sala. Esos minutos de espera los sentí larguísimos y cuando sonó la campana, en ese momento sentí una emoción indescriptible, porque lo primero en que pensé fue en mi madre que nos había dejado hace más de dos años. Y al entrar, el Jurado me comunicó que había sido aprobado por unanimidad y que ya tenía el título de Abogado y luego pronuncié un juramento y así culminó todo. Lo que vino después fue emotivo, mi padre con lágrimas en los ojos me abrazó con emoción al igual que mi hermano Alex. Y mis amigos que estaban allí se acercaron a felicitarme. Y luego me acerqué a la facultad para pedir que me devolvieran los expedientes porque al día siguiente, 1º de febrero, iba a estar cerrada las oficinas de la Facultad. Y fue una experiencia maravillosa porque todas las personas en las oficinas -a quienes conocía-, al enterarse del resultado de mi examen me expresaron en forma sincera sus felicitaciones. Tres días después, el sábado 3 celebraría mi cumpleaños con un motivo más que especial por celebrar.
Han pasado 35 años de ese momento y el 16 de marzo de 1990 me incorporé al Colegio de Abogados de Lima. Desde ese entonces, mucha agua ha pasado bajo el puente. He tenido buenos momentos, pero también malos momentos. He trabajado en diversos lugares, y en varios años también estuve sin trabajo, en donde tuve que trabajar en otras cosas. En esos 35 años, estuve 10 años trabajando en la Asociación de Agentes de Aduana del Perú, desde 1997 hasta el 2007. He trabajado en algunos estudios, he trabajado conjuntamente con algunos colegas y muy pocas veces por mi cuenta. Y mi último trabajo fue en la Gerencia de una micro empresa desde el 2007 hasta el 2014, en donde no ejercí mi profesión al 100 %, pero tampoco estaba totalmente desvinculado. Y actualmente, ya estoy retirado y completamente alejado de la profesión. Pero todo esto tuvo su origen hace 35 años, cuando con ilusión y con preparación opté por mi título de Abogado.
Luego de la gira
promocional denominada “Its About Time Tour” del álbum “SOME THINGS NEVER
CHANGE” -que duró cinco meses hasta el 30 de noviembre de 1997, luego de dos
etapas por Europa y una por USA-, la banda se tomó un buen descanso hasta
inicios de la siguiente década y pensando con calma en su siguiente paso
musical, que significaría su ingreso a una nueva década y a un nuevo
siglo.
Durante cinco meses
entre los años 2001 y 2002, el álbum fue grabado en el estudio personal de Rick
Davies, The Backyard Studios, en su nuevo hogar de Hampton Bays, en New York -después
de residir durante más de dos décadas en Los Angeles-, y con
sobregrabaciones en el Sonora Recorders de California, usando por primera vez
Pro Tools. Al respecto, en una entrevista, Rick Davies señalaba: “Fuimos a Los Ángeles para grabar
básicamente la sección rítmica —bajo, batería, quizás guitarra, algún teclado—
pero no mucho. Cualquier teclado grabado ahí probablemente fue reemplazado. La
principal razón, porque los chicos estaban todos ahí y podíamos tener un
estudio por una tarifa razonable y con buen sonido. Esa fue la razón principal
para ir a Los Ángeles y luego traerlo de vuelta aquí para acabarlo, porque la
sobregrabación suele ser un largo proceso. Quiero decir, puedes tomar mucho
tiempo tratando ideas diferentes, que cuando tienes un reloj con el tiempo
corriendo ejerce mucha presión. Considerando que, cuando estás en tu casa,
puedes perder el tiempo que deseas”. La grabación contó con el respaldo del baterista Bob Siebenberg y el
saxofonista John Helliwell, miembros de la formación clásica de Supertramp, así
como de los músicos presentes en el grupo durante la grabación del anterior
álbum y la gira “It's About Time Tour”: los guitarristas Mark Hart y Carl
Verheyen, el bajista Cliff Hugo, el percusionista Jesse Siebenberg y el
trompetista Lee Thornburg.
De esta forma, el álbum
“SLOW MOTION” se convertía en el undécimo -y hasta la fecha, el último- álbum
en estudio de la banda, que fue lanzado en marzo del 2002 a través del sello EMI,
y fue producido por Rick
Davies, Mark Hart y Jay Messina. Todas las nueve canciones que forman parte de
este álbum fueron compuestas por Rick Davies, con la excepción de “Goldrush”.
Este tema fue escrito originalmente a inicios de los 70’s cuando la banda
estaba en sus inicios y en su primera formación, y para ese primer álbum,
recordemos que las letras estaban a cargo de Richard Palmer-James y la música
la componían Davies y Hodgson. Este tema “Goldrush” era utilizado para abrir
sus presentaciones en sus shows previos al “CRIME OF THE CENTURY”. El grupo
había tratado de grabarla en estudio en varias ocasiones, pero nunca habían
podido recrearla en el estudio a su satisfacción. Lo curioso es que en los
créditos autorales no figura Roger Hodgson, quien se supone que coescribió también
la música de ese tema, y en los créditos autorales figuran solo Davies y Pälmer-James. Y el tracklisting fue el siguiente:
Slow Motion
Little By Little
Broken Hearted
Over You
Tenth Avenue Breakdown
A Sting In The Tail
Bee In Your Bonnet
Goldrush
Dead Man’s Blues
El álbum llegó al
número 6 en Suiza, 8 en Francia, 17 en Alemania, 18 en Austria, 31 en Bélgica,
34 en España y 83 en Holanda. Esto representó un éxito medianamente moderado,
en comparación con sus años dorados en los 70’s y también 80’s. Y es más, en
USA el álbum solamente estuvo disponible mediante pedidos por correo postal a
través de la web del grupo. Y para
promocionar este álbum, la banda se embarcó en el tour “One More for the Road Tour”
que duró cinco meses, ofreciendo un total de 87 conciertos entre Europa y USA,
y comenzando el 18 de abril del 2002 en Benidorm, España, y culminando el 20 de
setiembre en Los Angeles, California, USA.Para esta gira, se incluyeron las canciones nuevas del “SLOW MOTION” y
eliminando casi todas las del anterior álbum, y con pocas modificaciones
respecto al ‘set-list’ de la gira anterior. Pero se incluyó “Give a little
bit”, cantada por un tercer vocalista, Jesse Siebenberg.
En cuanto al contenido
musical del álbum, voy a dar mis impresiones personales. El álbum me parece bueno,
me gustó, pero me pareció inferior a su predecesor “SOME THINGS NEVER CHANGE” e
incluso al “BROTHER WHERE YOU BOUND”. Mantuvo un poco la línea musical del
anterior álbum, pero sin llegar a esa versatilidad musical que estuvo presente
en los mejores álbumes de la banda. Personalmente, me parece un álbum con un sonido
bien plano y realmente, el estilo predominante es el blues y algo de jazz, que
son las influencias musicales de Rick Davies. No hay una contraparte en la
interpretación de los temas, como ocurría con Mark Hart en los dos álbumes
previos. Sinceramente, yo lo veo más como un álbum solista de Rick Davies, ‘featuring
John Helliwell and Bob Siebenberg’, que como un álbum de Supertramp. No hay
un solo tema que suene al Supertramp que uno quisiera volver a escuchar.
Repito, no estoy afirmando que el álbum es malo, para nada. El álbum es bueno y
muy agradable de escuchar. Pero comparado con los tres álbumes de la banda, en
la etapa post-Hodgson, es el que menos que me gusta. Sin embargo, de lejos, mi
canción favorita es “Over You”, muy hermosa balada cantada por Davies con el
sentimiento que lo caracteriza. Además, me gustaron “Slow Motion”, “Goldrush” y
“Tenth Avenue Breakdown”.
Luego de finalizada la
gira, Davies volvió a entrar en un periodo de semiretiro profesional que duró
ocho años, tras lo cual volvió a reformar Supertramp para emprender la gira “70-10
Tour”, con la cual se celebraban los 40 años de formación de la banda, y que
tuvo dos tramos: 44 conciertos por Europa entre el 2 de setiembre y el 28 de
Octubre del 2010, y del 7 al 16 de Julio del 2011; y 12 conciertos en Canadá en
junio del 2011. Del 2012 al 2015, nuevamente vino un descanso y en el 2015 se
anunció el tour europeo “SUPERTRAMP FOREVER”, que se daría entre el 3 de noviembre
y el 11 de diciembre del 2015, pero en el mes de agosto, la banda anunció la
cancelación de dicha gira, debido a problemas serios de salud de Rick Davies,
quien fue diagnosticado con mieloma múltiple, que requería un tratamiento
agresivo para combatir dicha enfermedad. De allí en adelante, la banda no
volvería a los escenarios y no emprendería ningún tour o presentación en vivo.
Finalmente, como señalé
al inicio de este post, “SLOW MOTION” se convirtió en el último acto musical en
estudio de SUPERTRAMP. Ya han transcurrido 23 años de ese álbum, y la idea de
un nuevo álbum de la banda es prácticamente improbable, por no decir imposible.
El mismo Davies en una entrevista en el 2018, dijo que era improbable que Supertramp
como una banda estructurada, cerrando firmemente la posibilidad de que un nuevo
álbum en estudio pudiera ver la luz. Y a estas alturas, y mientras sigan pasando los años, esa improbabilidad se ira convirtiendo en una imposibilidad y quizás en una utopía. Pero definitivamente, queda para los que amamos la música de Supertramp, once buenos álbumes en estudio: los dos primeros álbumes que hasta ahora siguen siendo territorio inexplorado por los fans; los cinco siguientes álbumes que sin duda, es lo mejor de lo mejor de la banda; y por último, los siguientes cuatro álbumes sin Hodgson, que también son desconocidos para muchos, y que francamente, merecen ser escuchados. Once muy buenas producciones musicales que convirtieron a SUPERTRAMP en una banda legendaria y que sin duda alguna, forma parte de la historia de la música rock y tambien contemporánea.
Hoy 12 de Enero, se cumplen 22 años desde que nos dejó el recordado y carismático, MAURICE GIBB. Y en este 2025 he querido actualizar el post que le dediqué a Maurice hace once años, y he querido recordarlo, haciendo una semblanza de lo que fue ese día para mí, hace ya 22 años, recordando algunos de sus mejores temas.
En el año 2001 los BEE GEES habían lanzado el álbum "THIS IS WHERE I CAME IN”, que fue como una especie de vuelta a sus raíces, y un álbum muy bien elaborado. Recuerdo que el 27 de abril del 2001 por Cable pude ver en vivo y en directo la performance de los BEE GEES en el programa “Live By Request” en canal A & E, y fue una presentación memorable e inolvidable, donde el grupo hizo un recorrido por su historia musical y presentó temas de su nuevo álbum. Tras este lanzamiento, los fans albergábamos la esperanza de que hicieran un tour mundial y que los llevase nuevamente a Sudamérica, y en una gira que abarcase más países de nuestro continente. Pero ese sueño se hizo pedazos el día 12 de enero del 2003.
El día lunes 13 de enero llegué temprano a mi oficina -en ese momento laboraba en la Asociación de Agentes de Aduana del Perú-, y una de mis labores en mi anterior trabajo era revisar los diarios -eran como cinco diarios- y hacer un reporte de las principales noticias vinculadas al rubro de comercio exterior. Y los días lunes revisaba los diarios del sábado, domingo y lunes. Y ese lunes cuando me puse a revisar, leí la noticia en un diario del domingo 12 que señalaba que Maurice Gibb se había sentido mal y había sido internado de emergencia y que aparentemente estaba todo controlado. Algunos minutos después, entré a chequear mi correo de Yahoo y vi un e-mail que contenía un link de la BBC y que me lo había enviado mi hermano Alex y cuyo encabezado decía: “Bee Gees singer dies”. Abrí de inmediato el correo y leí estupefacto la noticia: Maurice Gibb había muerto. Voy a ser sincero, me quedé paralizado e impactado con la noticia. Había fallecido el miembro más carismático y sencillo de la banda y cuya voz era la perfecta bisagra entre las voces tan diferentes de Barry y Robin, para ofrecer una armonía coral única. Producto de una aparente negligencia médica, se había ido para siempre el eternamente jovial, alegre y ocurrente Maurice. No podía creerlo. Y debo admitir que después de la muerte de Freddie Mercury y también la de Ray Thomas, ésta ha sido la muerte que más me llegó a impactar en el mundo de la música y me hizo derramar algunas lágrimas de la gran pena que me embargaba. Fue diferente al caso de su mellizo Robin, porque Robin ya estaba muy mal y su partida era algo que sabíamos que sucedería. Pero en el caso de Mo, fue algo que nadie se imaginaba y esperaba. No miento, sentía como si se hubiese muerto un amigo cercano. Y en la noche, quise volver a ver al lado de mi esposa la biografía de los BEE GEES que habían pasado en el canal A & E Mundo y que lo tenía grabado en VHS. Y me inundó la nostalgia y pena porque ya nunca más se volvería a ver juntos a los tres hermanos, ya sea en un álbum nuevo o sobre un escenario. Mi ilusión de ver algún día en concierto al trío, los BEE GEES, también terminaba para siempre, ya que sin Maurice, ya nunca más volvería a ser lo mismo. Y eso fue muy triste para mí en ese momento.
En cuanto a su vida personal, Maurice Ernest Gibb, nació un 22 de Diciembre de 1949 en la Isla de Man y fue mellizo de Robin. En cuanto a su vida personal, estuvo casado en primer lugar con la cantante escocesa Lulu desde 1969 hasta 1973. No tuvieron hijos pero la enorme presión de sus respectivos compromisos profesionales condujo al divorcio. Posteriormente, conoció al amor de su vida, Ivonne. y tuvieron dos hijos, Adam y Samantha. En el grupo, el rol de Maurice se enfocaba en la melodía y los arreglos. Cantaba armonías y coros y tocaba una variedad de instrumentos. Entre 1965 y 1966 tocó guitarra y teclados e instrumentos de viento en el estudio. Los discos de los Bee Gees desde 1967 a 1972 muestran a Maurice tocando piano y bajo, y también melotron, guitarra rítmica y otras partes. El piano en temas como "Words" y "Lonely Days" es el sonido de Maurice Gibb. En el escenario usualmente tocaba bajo, guitarra, con un bajista adicional cuando Maurice tocaba piano. Durante el sonido disco del grupo entre 1975 y 1979, su presencia fue menos influyente y tocaba mayormente el bajo. A partir de 1987, era el experto en todas las fases técnicas de grabación y coordinó con músicos e ingenieros para crear mucho del sonido del grupo. Como compositor, Maurice contribuyó principalmente con melodía, con sus hermanos escribiendo las letras que cantarían en la canción finalizada. Maurice cantó en la voz principal en un promedio de un tema por album. Muchas veces era conocido como el “tranquilo del grupo”, por sus menores contribuciones dentro del grupo, pero en privado, era un buen narrador de historias, quien disfrutaba mucho hablando con sus fans. Maurice era quien le ponía cuota de humor y chispa al trío. En diversos documentales que se han visto del grupo, siempre se le vio como alguien auténtico, sin poses de divo, bastante sencillo y muy carismático. Siempre se recuerda su sentido del humor en el momento en que el trío cantaba su set acústico. Incluso, el mismo admitió que los excesos de la época de “Saturday Night Fever” le pasaron factura con el alcohol y por voluntad propia ingresó a Alcohólicos Anónimos en 1991 y pudo su superar su adicción, apoyado por su familia. Dentro de los hits del grupo, indudablemente su tema más emblemático fue “Lonely Days”, composición suya, que era infaltable en los conciertos de la banda.
Como he señalado anteriormente, a nivel personal, los Bee Gees han sido un grupo cuya música ha formado parte de mi vida, y es uno de mis cinco grupos favoritos de toda la vida. Dueños de una armonía coral que ha sido su signo distintivo a lo largo de toda su carrera, exitosos y prolíficos compositores y grandes artistas reconocidos por sus colegas y por sus fans en todo el mundo. Desde la década del 60, han sido uno de los pocos grupos que tuvieron un hit en cada década: exitosos como quinteto en los 60’s, mega stars en los 70’s, reinventados en los 80’s y resurgidos en los 90’s, habían comenzado con buen pie la nueva década, pero solamente la muerte de Maurice se interpuso en la carrera del trío y nos truncó de seguir gozando de su música. En los años posteriores, tras un distanciamiento inicial, pudimos ver juntos a Barry y Robin en algunas presentaciones, y esa era otra dupla que me hubiera encantado ver en vivo algún día. Pero lamentablemente, el 20 de Mayo del 2012, Robin nos dejó para siempre.
Finalmente, es bueno señalar que en los tours que Barry emprendió por Australia y después por UK e Irlanda, quien acompañó a Barry fue Samantha Gibb, la hija de Mo, dueña de una muy hermosa voz. Definitivamente, lo que se hereda, no se hurta. Hoy 12 de Enero del 2025, a 22 años de su tan repentina, inesperada y triste partida, su imagen, su enorme carisma y su legado musical siempre estará presente en el corazón de los fans que llegamos a sentir la música de los BEE GEES en nuestra alma. Y quise recordar hoy al querido Mo, con algunas de las canciones en las que brilló, ya sea como compositor o como cantante, o incluso haciendo gala de su humor y simpatía en algunos videos.
¡¡22 AÑOS DESPUES, MAURICE GIBB SIEMPRE PRESENTE!!