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1.- OLIMPIADAS DE BERLIN
1936.- A raíz de una miniserie que pretender hacer creer que a Hitler le
quitaba el sueño una selección que provenía de Perú, quiero comenzar con este
mito de los héroes de las Olimpiadas de Berlín de 1936. Mucho se ha glorificado
a esta selección, que venció a Finlandia y Austria –tierra natal de Hitler-, y en donde se pretendió anular este
último encuentro, argumentando razones reglamentarias, lo que motivó que el
presidente Oscar R. Benavides ordenara el retiro de toda la delegación peruana
de la justa olímpica. No voy a entrar a tocar ese tema sobre si era válido o no
que se quisiera anular ese partido, pero se ha dicho que esa Austria era
potencia mundial en ese entonces. Hasta donde se sabe, el equipo austriaco era
amateur y en segundo lugar, si hubiera sido cierto eso, Austria habría sido el
campeón olímpico en fútbol en 1936. Pero
no fue así, y el campeón fue Italia.
Fue buena esa campaña y muy meritoria, pero de allí a que fuera un equipo
extraordinario, hay mucha diferencia. Y si hubiera sido cierto todo eso, en el campeonato
sudamericano del año siguiente en Buenos Aires, en 1937, Perú hubiera sido la
sensación. Sin embargo, quedaron en último lugar.
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3.- COPA AMERICA
1975.- Después de 36 años de sequía de títulos, Perú logró en 1975 su
segundo título sudamericano. En primera fase, superó bien a Chile y Bolivia, en
una buena campaña. El siguiente tramo en semifinal fue ante Brasil y en Belo
Horizonte Perú sorprendió ganando 3-1, pero en Lima, cayó 0-2. Lo justo hubiera
sido un partido de desempate para definir quien pasaría a jugar la final. Pero
curiosamente, se decidió que el pase a la final fuese a través de un sorteo –algo que nunca llegué a entender por qué.
Y el sorteo le favoreció a Perú. Muy al margen de la leyenda de la bolita o
papel helado, hay un hecho que también es cierto. ¿A qué Brasil le ganó Perú?
¿Era esa la selección titular de Brasil? Comparando los equipos que jugaron los
mundiales de 1974 y 1978, la respuesta es no. Tampoco era el Brasil que en 1976
ganó la Copa Bicentenario en USA, mostrando ese nivel de eterno favorito, ni el
Brasil que en 1977 nos ganó 1—0 en la Liguilla para clasificar a
Argentina 78. No, ese Brasil de 1975 tenía la base del Cruzeiro, que al año
siguiente, ganaría la Libertadores. No estaba el arquero Leao, ni Zico, Toninho,
Dirceu, Rivelino, ni Roberto Dinamita. Era una especie de equipo B de Brasil, y
a ese equipo lo eliminamos por sorteo. Ya en la final, Perú derrotó 1-0 a
Colombia en el desempate, coronándose campeón sudamericano, pero me atrevo a decir que si Brasil hubiera tenido
el equipo titular de 1976 o 1977, nos hubiera despachado en semifinales en esa
Copa América.
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Con este post, he querido escarbar un poco en los logros y
títulos conseguidos en la supuesta “época de oro” del julbo peruano. Y nos
damos cuenta que nada tenemos que hacer en comparación con otros países, que siempre
nos han tenido de hijos. Nunca hemos
sido potencia ni siquiera en un período corto de manera continuada. Hemos tenido nuestros chispazos, en algunos casos,
producto de la ya patentada gitanería peruana. Y encima, en la actualidad, el
julbo peruano está hecho un desastre y todos tienen culpa en ello: comenzando
con la cabeza, el vitalicio presidente de la FPP, Manuel Burga, quien ha
demostrado una ineptitud total y absoluta para el cargo y además, ser una
persona sin sangre en la cara, porque pese a que casi todo el país lo odia, él
ni siquiera pestañea y no tiene la entereza de dar un paso al costado -como sucedió recientemente en Italia tras
la eliminación italiana en primera ronda del mundial-; los jugadores o
peloteros, que podrán destacar en sus clubes en Europa o Sudamérica, pero
cuando vienen a Lima a jugar por la selección, vienen a vacacionar y a
juerguearse de lo más rico, olvidándose de lo más importante: matarse por su selección; el mediocre y
paupérrimo torneo local, que muestra un nivel de partidos que invitan al
bostezo y que parece una pichanga de fulbito, y la evidencia de todo ello es
cuando los “mejores” equipos salen a
competir al año siguiente en la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana, hacen
el mayor de los ridículos, recibiendo goleadas y quedando eliminados en primera
ronda; y finalmente los medios de prensa que viven de llenarle en la cabeza al sufrido
y boludo hincha la idea marketera de que “sí
se puede” y que en la próxima eliminatoria, sí la podemos pelear. La
muestra más clara en la última eliminatoria fue vender la idea de los “Cuatro
Fantásticos”, algo que podría ser inspiración para un guión de un film de
ciencia ficción, pero que era una burla total para el aficionado hacer creer
esa ridícula fantasía. Mientras se mantengan inamovibles estos cuatro factores,
podrá venir Low, Guardiola, Mourinho, Van Gaal, Sampaoli, Pinto o Sabella, y vamos
a seguir igual, no vamos a ir a ningún mundial. Y para rematar la cosa, con la
designación del “técnico” uruguayo
Pablo Bengochea, cuyo único mérito para ponerse el buzo de entrenador de la
selección fue haber sido asistente de Markarián, que fracasó en la anterior
eliminatoria, le vamos diciendo adiós a Rusia 2018 y Qatar 2022. Así de simple,
porque ya Chile y Colombia ya nos sacaron una grosera ventaja, Ecuador y
Uruguay están por encima de nosotros, y Argentina y Brasil, por más problemas que
tengan, siempre van a clasificar, sea dentro de la cancha, o fuera de ella. Así
que es mejor no ilusionarse por enésima vez.