Llegamos a la octava entrega de esta sección. Pensaba publicar este post ayer, pero a raiz de la noticia de la muerte de Larry Hagman y el post que publiqué ayer, tuve que postergarlo para hoy. Y quiero detenerme un
momento en este punto. De hecho que muchos deben estar preguntándose por el
cambio en el título de la sección, ya que antes se llamaba “Cosas Que Odio”. El
hecho es que el pasado fin de semana, conversando con personas muy cercanas a
mí, me hicieron ver que la palabra “Odio” no era positiva y que más bien por un
lado, jalaba energía negativa y por otro lado, podía generar una impresión u
opinión equivocada de mi persona. Claro, cualquiera que no me conoce lee el
título del post y lo primero que le puede venir a la mente es que quien escribe
sea un sujeto amargado, antipático, llorón, cascarrabias, lleno de odios, rencores y
fobias y un resentido social que ladra y muerde. Para nada y en lo absoluto tengo
algunas de esas “cualidades”. La gente que me conoce sabe cómo soy, y aquí hay
que ser como la mujer del César, “no sólo
serlo, sino parecerlo”. Así que buscando un nombre que fuera lo menos
“agresivo” posible, preferí elegir “Cosas Que Me Disgustan” en vez de cosas que
no soporto o no tolero. Aunque en el fondo, de hecho muchas de las cosas que he
posteado me parecen insoportables y hasta odiosas, pero las cosas entran por
los ojos y no vaya a ser que alguien nuevo entre al blog, vea ese título de “Cosas
Que Odio” y con las mismas, se dé media vuelta y se vaya porque el bloggero es
un rencoroso de primera. Bueno, hecha la aclaración, es momento de dedicar esta
octava entrega con una de las cosas que más me disgustan y el acostumbrado
roche.
1) En esta oportunidad, el tema elegido es la
Hipocresía. Si de por sí, la mentira es reprobable, en mi
opinión, la hipocresía es peor. La hipocresía es aparentar lo que no se es, ya
sea porque esa es la esencia del hipócrita o porque se hace con miras a un fin
determinado. En el primer caso, la persona hipócrita finge cualidades o
sentimientos contrarios a los que verdaderamente tiene o experimenta. Y en el
segundo caso, el típico ejemplo es el que le gusta una chica y quiere tratar de
impresionarla diciendo que hace o que le gustan las mismas cosas de la niña,
aunque por dentro sienta arcadas; o del que quiere ser aceptado en un grupo y finge lo que no es.
Una cosa es que te mientan y otra cosa es que
delante de ti y en tu propia cara, te pongan una cara de “Amo a mi Mamá” con
una sonrisa típica de un político necesitado de obtener votos y encima te digan
“¡qué lindo (a) que eres!”, y apenas
te das la espalda, te clavan no solo uno sino una avalancha de puñales y te
califican desde miserable, pobre diablo o hasta de gay asolapado. Y lamentablemente eso abunda y en
todos lados. Si alguien te cae mal, al menos lo mejor es la honestidad y preferible
es ser frío, distante o hasta maleducado que aparentar que es tu “best friend” y en su ausencia considerarlo
como el equivalente a un tacho de basura. En donde más se esparcen estos sujetos
es en las oficinas o en las universidades, en donde muchos por querer guardar
las apariencias se muestran como “los
amigos de todos”, pero cuando se juntan con personas con similares “intereses” se quitan la careta y lanzan
dardos incendiarios contra las personas en cuestión. Normalmente la hipocresía puede
ir acompañada del raje, del chisme barato, de la mala habladuría y hasta de la
difamación gratuita, con el cual se desnuda la mentira inicialmente mostrada. Y
esa es la típica conducta del que tiene dos caras: una frente a ti y otra a tus
espaldas. Y la verdadera es la que vomita a tus espaldas porque ha tenido que
hacer esfuerzos sobrehumanos para aparentar que le caes bien y que te estima y
te quiere como a un hermano, cuando en realidad lo que desea fervientemente es
que te arrolle un tren o que el techo de tu casa se te caiga encima.
Todos, de una forma u otra, hemos pasado por eso, de enterarte que
alguna persona que te pareció super sincera, al final resultó ser más falsa que
caricia de prosti. En mi caso, lo he vivido en la Academia , en el colegio, en la universidad y en
algunos sitios donde trabajé. Claro, al comienzo joroba porque uno no dio
motivos para que lo llenen de calificativos. Pero, al final, ellos se lo
perdieron. De todos esos casos, quizás el más pesado fue cuando trabajaba en un
estudio hace ya 21 años y había un tipo que era patero, aparentemente amigable
y buena onda, y al final, me enteré que fue un total serrucho y como era el
engreído del jefe le metió ideas en la cabeza para que me sacaran de allí y así
sucedió. Pero no solo la cosa quedó allí, el tipo hasta llegó a decir que
porque el que escribe era fan de QUEEN, entonces era un recontra gay consumado –poco faltó decir que era miembro fundador
del MHOL. Lo bueno es que la gente que conocí allí, sabía de qué pie
cojeaba ese sujeto y al final ni le creyeron.
2) Es momento para el
acostumbrado roche que siempre escribo en esta sección. Y creo que este debe ser el primero de los
roches que debo haber pasado porque me sucedió cuando tenía entre 4 y 5 años de
edad. Y me acuerdo de ello y ahora me causa risa. En esa época, entre 1967 y
1968, vivía a media cuadra de Wilson y al frente estaba el Parque de la Exposición , y de niño
jugaba allí y ya sea mi viejita o mi viejo, o a veces, nuestra empleada, me
llevaban allí para que corriera y jugara. Era un día domingo en la tarde y
estaba en el parque con mis viejos y jugaba con mi pelota. Como todo día
domingo había siempre regular número de gente que iba a lo mismo. Y en un
momento cuando estaba jugando inocentemente con mi pelotita, a mi costado había
un perrito chiquito que estaba bastante inquieto y cuando me vio, se vino hacia
mí. Bueno, teniendo presente que solo tenía entre 4 y 5 años, me asusté y
comencé a retroceder y el perrito siguió avanzando. Y en un momento, me puse a
correr y el perrito corrió atrás mío. Y mi inocencia infantil, sumado al miedo –o pavor, mejor dicho- que tenía, hizo
que me pusiera a correr en círculos y el perrito iba detrás de mí. Me acuerdo
que mis viejos me decían “¡Deténte, para
nomás!”. Pero no hice caso, con la idea que si seguía corriendo el perrito
no me iba a alcanzar. Y me habré dado como unas cinco vueltas, hasta que los
dueños del perrito lo levantaron, mientras se mataban de la risa, al igual que
mis viejos. Mi viejo riéndose me decía que era un zonzo que si me hubiera
detenido el perrito no me iba a hacer nada.
Y mi viejita era la que más gozaba de mi "astucia". Y con los años, cada
vez que en la casa alguien sacaba el tema del perrito, mi viejita literalmente se
arrastraba de la risa sin parar. Viéndolo ahora me doy cuenta de lo pelotudo
que fui, pero fue parte de la infancia, que uno la recuerda siempre con alegría.
Esta ha sido la octava entrega de esta sección “COSAS QUE ME
DISGUSTAN” y de paso, la última de este año 2012. Ya regresaremos en el 2013
con más temas que no gozan de mi agrado y que siempre es bueno, fijar una
posición crítica al respecto y compartir opiniones e intercambiar algunas
experiencias con la gente que deja sus comentarios. Como siempre, los espero
con sus visitas y comentarios. Hasta el 2013.
Bien es cierto que consciente o inconscientemente los seres humanos mostramos de vez en cuando caras que no son nuestras, pero de igual forma no significa que sea algo justificable, es una actitud despreciable. Es mejor mostrar nuestra verdadera cara aunque no sea muy buena, que mostrar mil buenas y ninguna sea nuestra.
ResponderEliminarY tu roche, no tiene nada malo, a veces los perros te corretean.
Hola Maxwell. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarUna cosa es mejorar algunas cualidades o tapar algunos defectos, que ser un "dos caras". Y sobre todo, cuando esta gente actúa así con uno. Nada como la autenticidad.
Y en cuanto al roche, lo gracioso era que yo seguía corriendo en círculos jurando que perrito no me iba a alcanzar y todos se mataban de la risa allí.
Un abrazo.
LUCHO
El roche tuyo me hizo acordar a uno que le hice pasar a mi hermana mayor en un parque de diversiones. Resulta que yo era un pequeño y subí junto a mi hermana a los autitos chocadores, por supuesto que yo al volante. Obviamente la gracia del juego es chocar a los otros autos, pero yo lo único que hacía era tener el volante hacia un lado, por lo que el coche solo dabas giros en el mismo lugar, mientras lo otros se chocaban los unos a los otros. Según me cuentan yo estaba loco de la vida, el problema que mi hermana mayor, más consciente de la situación, pasó vergüenza estando como una tonta dando vueltas como una calesita...
ResponderEliminarUn saludo, gracias por hacerme recordar buenos recuerdos...
Pablo.
Hola Pablo. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarGracias por compartir tu experiencia. Realmente cuando somos pequeños, no nos damos cuenta de las tonterías que solemos hacer y en tu caso, ya me imagino la cara de de tu hermana, ja ja.
Ah, no te olvides de dejar tu comment en el post de "Nevermore".
Un abrazo a la distancia.
LUCHO
definitivamente la hipocresía es odiosa... pero ante esas cosas mejor es ignorarlo... el roche como siempre genial, aunque a esa edad cualquiera se asusta... yo he tenido mucho de esos casos con perros...
ResponderEliminarRespecto al título, creo que no era necesario cambiarlo, pero si asi está mejor, no hay problema.
Hola Marcelo. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarSí, realmente la hipocresía es detestable y peor cuando lo aplican con uno. Y el roche fue bien palteante en su momento, pero después me mato de la risa. Y en cuanto al título, yo tampoco era mucho de la idea, pero fueron válidas las sugerencias hechas.
Un abrazo.
LUCHO
Ay Luchito me has hecho morir de risa con lo del “fan de Queen = fundador del MHOL”. Que tal IGNORAMUS ese idiota. La fanbase de Queen incluye gente de todos los colores, géneros, etc. Que tal imbécil, jajajaja hasta risa da!
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola Franchis. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarAsí es, hay cada idiota que habla porque tiene boca. Como bien dices, da risa escuchar ese tipo de cosas.
Te recomiendo que leas las otras entregas de este segmento "Cosas Que Me Disgustan", el cual pienso regresar este o el otro mes.
Un abrazote.
LUCHO