Y ya estamos acercándonos a fin de mes. Y como ya algunos lectores
se han comenzado a acostumbrar a esperar la sección de “Cosas Que Me Disgustan”, no
deseo decepcionarlos. Sinceramente pensaba en darle un descansito sabático de
dos o tres meses, para no agotar todos los temas, pero me vinieron las ganas de
escribir un post más de este segmento, con aquellas cosas que detesto en la
vida y con el roche ya incluido en el tercer punto. Así que aquí continuamos y
como el último día 31 cae viernes, he preferido publicar este post en el último
sábado del mes.
1) Una de las cosas que sinceramente odio y genera que la imagen
que la persona que lo hace se haga trizas para mí, es que me mientan. Detesto la mentira. Y no estoy hablando
de mentirillas blandas o que no generan daño o consecuencias negativas. Todos
hemos soltado nuestras mentirillas cuando hemos sido niños, adolescentes,
jóvenes y hasta adultos y normalmente lo hemos hecho para salvar nuestro
pellejo de alguna situación negativa, incómoda o perjudicial o para evitar un
castigo de parte de nuestros padres o profesores. Pero mentir deliberadamente y
a sabiendas que lo que se dice es una total y absoluta mentira, es algo que
siempre me ha reventado. Si descubro que una persona me ha mentido, en ese
instante, muere para mí y mentalmente le digo, “te vas a la mierda, y ahorita mismo y en el acto”. Pero si hay
algo que es peor que eso, es el cinismo. Cómo me hincha cuando veo a alguien
con una actitud tan cínica que uno hasta llega a dudar y en un momento de “actitud de buena gente”, se dice a sí
mismo “debe estar diciendo la verdad
porque suena tan convincente” y termina creyéndosela. Y al final lo único
que fue convincente es el haber quedado como un perfecto idiota al creerle al
sujeto en cuestión. Y otra cosa que no tolero es que además de mentirme, me
pretendan tomar como un perfecto imbécil con una mentira que a leguas se nota
que es inspiración de un político de segunda y en decadencia. A esos me provoca
agarrarlos a patadas y en el suelo por pretender ofender mi inteligencia. Un
caso aparte son los mitómanos. He tenido la poca fortuna de cruzarme en el
trayecto de mi vida con varios de estos especimenes y son realmente patéticos y
lo peor es que se juran los dueños de la verdad y los únicos que la saben. Y
muchas veces no se dan cuenta que en un momento dice una cosa y otro día
terminan diciendo otra cosa. O son maestros en inventar cosas que supuestamente
ellos vieron o escucharon para autoproclamarse como los portavoces de la
verdad. Y basta nomás para que cualquier persona que tenga un mínimo
conocimiento de los hechos, se ponga a desmenuzar las “verdades” proclamadas por esos sujetos para descubrir que todo ha
sido una total payasada.
No voy a mencionar nombres, pero en dos oportunidades me topé con
este tipo de payasos y que fueron gente cercana a mí, y si hay algo que su
estrecha mente no puede permitir es que otra persona sepa, vea o escuche algo
antes que ellos. Y contaré el caso de
uno de ellos. Estábamos en una reunión y al sujeto que lo llamaremos “A”, le
gustaba mucho la banda norteamericana Cheap Trick y decía que los había visto
en Chile en el año 1989 en el Festival Viña del Mar. Se regodeaba hablando del
concierto y las personas con quienes hablaba no sabían un carajo de música y lo
escuchaban embobados. Y mientras más hablaba, más se le hinchaba el pecho de
orgullo y para seguir impresionando, no supo hacer otra cosa que meter la pata
y con roche. Por ese año 97, la banda U2 estaba de gira mundial y recuerdo que
salió la noticia que en un concierto de la banda, Bono tomó un teléfono y llamó
a la Casa Blanca
y habló con el Presidente Clinton en ese momento. ¿A qué va esto? A que quizás
confiando en que la ignorancia de la gente le podía permitir despacharse a sus
anchas, “A” tomó prestado el ejemplo de lo sucedido en el show de U2 y lo
trasladó a 1988 en Chile. Y dijo alegremente que en un momento, el cantante de
Cheap Trick tomó un teléfono y llamó a Clinton y habló con él. La gente
observaba boquiabierta diciendo, “¡Anda,
en serio! ¡Qué bacán, qué alucinante! ¡Lo máximo!”. Pero algo con lo que no
contaba “A” era que yo estaba enterado del panorama musical y sabía que eso
había sucedido en un concierto de U2 y además sabía otra cosa que desbarataba
por los suelos su “alucinante
experiencia”. Y tranquilo y riéndome, le dije, “¿En serio? ¡Qué casualidad, exactamente lo mismo ha sucedido hace poco
en un concierto de U2! ¿Estás seguro que era Cheap Trick?”. La cara de “A”
comenzó a cambiar y suelto de huesos, dijo, “¡Claro,
cómo puedo olvidarme de eso!”. En mi interior, decía, “Pobre imbécil”, y la estocada final se la dí al decirle, “Oye, ¿pero estás seguro que era Clinton?
Porque hasta donde sé él asumió la presidencia en 1992 y en el 89 él ni era
candidato y el presidente era George Bush”. La gente se quedó calladita y “A”
solo atinó a decir, “creo que sí” y
de inmediato cambió de tema y yo me paré y me fui a otro ambiente.
2) Una de las cosas que
desde hace ya varios años no aguanto ni soporto es viajar parado en un micro o en un ómnibus. Llámenme exagerado,
maniático o comodón, pero no me gusta viajar parado. Sobre todo, si ya durante
mi etapa escolar, universitaria y profesional, ya sé lo que es pasar por viajar
en un micro lleno y a punto de reventar. En los 80’s y 90’s, era una tortura
china subir a un micro porque no encontrabas uno en el que pudieses ir aunque
sea tranquilo. En cada paradero se llenaba más y más de pasajeros –como todavía subsiste el día de hoy- y
no solamente tenías que lidiar con olores delictivos sino con humanidades que
te rozaban o que se chocaban contigo al pasar. Y lo peor era si te tocaba la “suerte” de ir colgado del estribo. Un
par de veces pasé por esa “proeza” y
cuando veía el suelo me imaginaba que en cualquier momento iba a caer como un
costal de papas a la pista. Ya habiendo vivido bastantes experiencias al haber
viajado en micro, a estas alturas del partido, simplemente ya tomé la decisión
de no viajar parado en un micro. Y prefiero esperar y esperar en un paradero a
no ir sentado en mi asiento. Y a veces eso me ocasionado discusiones –no peleas- con mi esposa, que quiere
subirse a un micro para ir a la casa y yo no doy mi brazo a torcer. Las únicas
veces en que he quebrantado este “juramento
de maltratado pasajero de micro” ha sido cuando he viajado en el
Metropolitano, porque el viaje es rápido y la incomodidad que puedo sentir es
muy breve. Pero fuera de eso, me pone de mal humor cuando estoy parado en el
micro y encima si tengo cosas en la mano –como
usualmente sucede- es peor y tener que aguantar los gritos del cobrador que
te dice a voz en cuello, “avancen al
fondo que está vacío” o “colaboren
pues”, es algo que a mis 49 años de edad no estoy dispuesto a aguantar más.
Y aquí me acuerdo una vez cuando viajaba en un micro y estaba a un nivel de
hacinamiento que hasta sentías que faltaba el aire. Y encima el cobrador todo
el maldito viaje se la pasaba gritando con un vozarrón propio de un
carretillero a todos que avanzáramos al fondo que estaba vacío. La situación
llegó a un nivel de hartazgo que por allí alguien soltó en voz baja, “¿Vacío? Tu cerebro es el que está vacío?”,
provocando la risa de la gente. Y había una señora de mediana edad que estaba
parada cerca de la puerta y el tipo a cada rato le decía que se fuera al fondo
y la señora le decía que ya iba a bajar, y el tipo refunfuñaba e insistía en
que se fuera al fondo. Y la señora que era de armas tomar, simplemente habría
visto colmada su paciencia y explotó y de pico a pico le dijo al tipo, “Oye, ¿Qué te pasa? A mi no me vas a hablar
así. ¿Crees que todos somos brutos como tú?”. Y lo remató al tipo
diciéndole lo siguiente: “¿Y qué tanto gritas? ¿Eres inseguro
acaso? O más que seguro que necesitas reafirmar tu hombría y la debes tener bien
chiquita”. El tipo se
quedó calladito y todos en el micro estallaron de la risa. Poco faltó para que
a la señora la aplaudieran de pie.
3) Y es momento del contar
el roche del mes. Y esto fue algo que me sucedió cuando tenía entre 19 y 20
años. Recuerdo que estaba con mi viejita y la había acompañado al mercado a
hacer las compras. Y mientras mi vieja iba escogiendo las verduras y frutas que
iba comprando, en un momento levanté la mirada y ví a una tipa bien despachada
que estaba a varios metros de distancia. Cruzamos miradas y la tipa como que
sonrió un poco. En ese momento, esperaba que mi vieja se tomara todo el tiempo
del mundo en hacer sus compras, para seguir chequeando a esa tipa que no estaba
nada mal y se le veía bien despachada. En eso, mi vieja me vio y se dio cuenta de mis miradas y me dijo, “no estés mirando”. De inmediato, le
dije, “No estoy mirando nada” y me
contestó, “No te hagas, bien que estás
mirando para allá”. En ese momento le dije, “¿Y qué tiene de malo? ¿Acaso estoy haciendo algo malo? ¿O qué quieres,
que me ponga a ver a un hombre?”, mientras me daba cuenta que la tipa
seguía mirándome y sonriendo de manera coquetona. Y en eso, mi madre, de la
manera más tranquila y contundente, me dijo lo siguiente: “ESE a quien ves, me peina”. De manera instantánea, me quedé
calladito, me di media vuelta y le dije, “Mamá,
apúrate para ir rápido a la casa”. Y ni siquiera volví a voltear para ese
lado hacia donde minutos antes había estado mirando más que fijamente. Quería
que la tierra me tragara y lo único que le dije a mi vieja fue, “No le digas a nadie” y sólo atinó a reirse.
Este ha sido la sexta entrega de esta sección personal. Espero que
estas historias hayan sido de su agrado y como siempre, los invito a comentar o
compartir sus experiencias alrededor de estas cosas que no gozan de mis
preferencias. Luego de este post, nos daremos un descansito de un mes para
retornar con fuerza en el mes de octubre –salvo
que este post reviente en cantidad de comentarios y reconsidere así esta
decisión. Además la idea es no agotar los temas y llegar a una situación en
la que ya no tenga nada por decir. Por eso, a partir de octubre, y con la
finalidad de que esta sección dure regular, es que cada post contendrá una cosa
que odie o deteste –y ya no dos- y el
acostumbrado roche del mes. Gracias a todos por estar pendiente y esperar el
post de esta sección. Hasta el mes de Octubre.
Yo también odio la mentira y el cinismo, pero si hay algo que no tolero es la hipocresía. En mi anterior trabajo eso era moneda corriente todos los días y es también una forma de mentira. Gente que ni se toleraba y hablaban pestes por detrás se sonreía y se saludaban como sí fueran amigos de toda la vida, gente que no trabajaba un carajo eran los primeros en quejarse y protestar, gente acomodada, en fin, un montón de hipocresia junta. Por suerte dejé ese trabajo, y la verdad, creo que no poder encontrar en el futuro un ambiente tan hipócrita como ese.
ResponderEliminarDesgraciadamente la mentira hoy es hasta algo aceptado socialmente. Hoy día la gente la acepta como algo normal y es común que prensa, televisión, publicidad, política, etc. te mientan en la cara pero de una forma tan, pero tan evidente, que uno se siente que lo toman por estúpido. Ya ni siquiera se toman la molestia de ocultar un tanto la mentira, te la hacen a cara de perro. Lo peor es que una vez que se descubre la misma no pasa nada ya que la gente la acepta o se olvida.
Respecto a lo de los ómnibus, realmente me desagrada viajar en ellos. La gente con cara de culo, el guarda y el conductor maleducados, las incomodidades, etc. Cuando puedo evitarlos lo hago, aunque tenga que caminar 30 cuadras; aparte, hace bien caminar un poco.
Y lo del roche, bueno, me imagino que ESE estaría muy bien producido como para que le echaras un ojo je je. Hoy en día hay que andar con mucho cuidado para que no te pase algo parecido, no vaya a ser que te pase lo mismo que el protagonista de "La pistola desnuda" con la rubia que estaba bien buena, je je.
Saludos, muy buen post.
Pablo.
Hola Luchito:
ResponderEliminarSiempre ameno tus posts, coincido contigo que lo peor que existe es la mentira. Es horrible que a uno le vean la cara de idiota y lo peor de todo es que cuando uno lo encaran, te digan NO ES LO QUE CREES...Como me choca eso...Cuando me topo con personas asi, es como si una cortara la soga, ahi no mas queda...Desgraciadamente, tengo que viajar en micro porque no tengo auto pero resulta una tortura china para mi escuchar su musica, encima que uno viaja parado, tener que escuchar esa musica es suplicio...Recuerdo que en una ocasion que estaba con mi viejo en un taxi y el chofer le dijo: Señor puedo encender mi radio" y mi viejo, muy seriamente, le dijo "no"...Te podras imaginar como me rei en mi casa...No te preocupes por tu roche, creo que muchos hombres han pasado por lo mismo jajajajaja...
Besitos
Clara
jajaja casi te equivocas Lucho, ponte lentes... por poco ibas a decir "es un cocoroco lo que toco?" jajaja.
ResponderEliminarBueno, de hecho que los mentirosos llegan altamente... pero hay otros que dicen "mentiras2 por cumplir como el clásico: "yo te llamo para ver cuando nos vemos"... "ya nos vemos uno de estos días yo te aviso". Que digan de frente no tengo tiempo o no quiero verte. Las cosas directas y como son.
Lo de los micros si es una vaina. Yo normalmente no viajo en micro mucho, pero hoy lo hice porque fui a dar mi examen para revlidar mi brevete y de ahi al centro de Lima y la verdad por ese sitio no me gusta manejar, pero al igual que tú ya no viajo parado. Esperé un ómnibus grande, me senté y a esperar nomás que llegue a tiempo.
Buen post, como siempre. Saludos.
hOLA LUCHITO, aca estoy para mi comentario.
ResponderEliminarCoincido contigo que la mentira es DETESTABLE, lo peor que hay tanta gente que miente con un cinismo increible.
Te cuento que uno de la cosas que mas ODIO/ DETESTO, que tiene que tiene que ver con la mentira, es la gente que no es franca..y esto suele verse mucho en el trabajo, los ayayeros, los sobones.
Lamentablemente esto me trae muchos problemas,pues detras de los jefes se quejan de muchas cosas, y delante de ellos, no dicen nada, todo es "chicheñor". Y en las reuniones que tenemos, cuando nos toca exponer, y decir nuestras debilidades y fortalezas, estos disque profesionales no dicen nada de nada.."todo esta bien"; entonces yo que no me callo nada, doy mi punto de vista , mi opinon, y muchas veces lo ven mal,pues soy la "unica" que observo estas cosas, cuando no es asì, y detras todos se quejan...y como dije, esto me ha traido muchos problemas en mi trabajo. DETESTO/ODIO la falta de sinceridad, la falta de honestidad.
Otro punto...tambien coincido contigo, que ya me CANSE DE VIAJAR EN COMBI/BUS!!!..escuchar, ver, toda una feria, pues hay de todo!!..mas aun que siempre sufro de caidas, y me tomo mi tiempo en bajar de los carros, y los cobradores quieren que bajemos rapido; ademas que cuando estamos en estos carros, frenan abruptamente o corren y yo que estoy mal de mis pies, sufro con ello...bueno, espero que prontito cambie eso, pues estoy por sacar mi carro, (aunque aun no se manejar..jeje), espero que mientras tanto mi hija sea mi chofer..jeje...eso espero!!.
Respecto a tu roche, que gracioso!!..al menos fue solo de vista, imaginate que hubiera sido en otra circunstancia ..SOR...PRESA!!!...jeje
A muchos les habrà pasado!!..
Por ahora no recuerdo un roche mio,ya contè algunos en otros post,..cuando recuerde lo cuento..
CAriñosss
MArtha
Hola Lucho, siempre me río mucho con este segmento. Y no puedo estar más de acuerdo contigo con las cosas que odias. La mentira es lo peor!!! Mas aun cuando sabes que alguien esta mintiendo! Que terrible es ver la cara de sinismo cuando tu estas 100% seguro que miente! tambien me ha pasado y algunas veces los dejo al descubierto pero otras me da tanta cólera que lo dejo ahí.
ResponderEliminarLo de ir apretujado en la combi tb es un estrés. Pero bueno, aprendamos de la señora siempre con caracter para poner en su sitio al malcriado del cobrador que siempre se jura dueño del mundo y a veces ni siquiera deja bajar con cuidado.
Ese roche del mes estuvo buenisimoooooo jajajajaja que linda tu mami que queria avistarte antes sutilmente.
Me hiciciste reír mucho, me encanta este segmento personal. Te sale muy bien.
Besoooooo
Hola Pablo. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarCoincidimos con detestar la mentira y al igual que tú, también detesto la hipocresía y ese tema será de algún futuro post en esta sección. Y los omnibús llenos son una tortura china que genera incomodidades y a veces viajas como si fueras ganado. Y el roche fue en ese instante vergonzoso. ahora me da risa, pero si no fuera por mi vieja, me iba a quemar feo, je je. Y es cierto, ESE tenía un cuerpo voluptuoso, je je.
Un abrazo.
LUCHO
Hola Clarita. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado este post. La mentira es detestable y lo peor es que a uno quieran verle la cara de idiota. Y la música de los micros es una desgracia. Buena la negativa de tu viejo, je je. Y en cuanto al roche, muchos hemos pasado por eso, je je.
Un abrazo.
LUCHO
Hola mi estimado Marcelo. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarJe Je, si estaba con lentes y no parecía eso, ja ja. Los mentirosos son para largarlos y bien lejos. Pero peor son las "mentiras diplomáticas". "Yo te voy a llamar" es muy típica del que quiere chotear a alguien. Y e cuanto a viajar parado, a estas alturas, ya queremos un mínimo de comodidad.
Un abrazo.
LUCHO
Hola Marthita. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarSi pues, la falta de honestidad y sinceridad es detestable. Odio la sobonería o como se le conoces, a los huelepedos o lameaxilas, je je. Ese tema será objeto de un post en el futuro en esta sección. Y lo de los micros, es un suplicio porque ni respetan y hacen lo que les da la gana. Y lo del roche, menos mal que no fue en una discoteca, je je.
Un beso grande.
LUCHO
Hola Marité. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarMe alegra mucho que te haya gustado este post. Lo de la mentira y a conciencia, es irritable. Y viajar parado en micro es estresante, por eso, lo evito. Y en cuanto al roche, mi viejita quería evitar que su hijo se quemara y le tocara pancha quemada, ja ja. Agradezco tus palabras y me alegra que te guste esta sección.
Un abrazo muy grande.
LUCHO
Me apunto a la cruzada contra la mentira. Puedo mantener "cierto contacto" con mentirosos, pero de hecho, amigos míos, jamás.
ResponderEliminarJajaja en el carro sí que eres la muerte Luchito! Bueno, yo en ese aspecto soy más tolerante. Aunque he hecho cosas parecidas, porque he sido capaz de esperar hora y media por un carro con asiento libre.
Todavía sigo pensando en el mentirosillo que metió la para con el comentario de u2, jaja no reparó con que tenía al frente a quien tenía una memoria de elefante!
Otro abrazo Lucho.
Hola Paty. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarEs cierto, a los mentirosos, recontra lejos! Y en cuanto a los micros, si tuviera 20 años menos, no me haría problema, pero a estas alturas, por amor propio, tengo derecho a mi comodidad. Y en cuanto al mitómano ese, me hinchó que quisiera tomar a la gente como tonta para que él hinchara su pecho mismo pavo real. Y es cierto, tenía la memoria de elefante, pero solo eso, no el resto del cuerpo, jeje.
Un abrazo muy grande y me dio mucho gusto verte la semana pasada.
LUCHO
Jajajaja, era travesti! Jajajaja, ay Edu con su cocoroco me hizo matar de risa! Ves? Por no escuchar a tu mami casi te quemas.
ResponderEliminarIgual de acuerdo contigo con respecto a los mentirosos. Tuve 2 experiencias con 2 chicas que eran así, mitómanas. Sobre todo la primera, pero creo que eso necesita tratamiento no? Porque en el caso de ella, no era mala persona, pero es que parecía que no lo podía evitar, era como si las mentiras fueran parte de su adn, era así como dices, se inventaba todo, tenía que estar en todas las anécdotas y demás, tal vez por llamar la atención o así. Yo lo justificaba por una experiencia traumática que tuvo y que hizo que su vida de un giro radical, y pensaba que pasaría. Pero llegó un momento en que esas mentiras perjudicaban gente, ya no eran huevadas, sino que provocaban conflictos en la oficina, y a mí me hizo una, que siendo supuestamente su mejor amiga y quien la defendía de todo lo que hablaban, pucha me dolió un montón y lo que hice fue alejarme totalmente, ni le hablaba ni nada de la noche a la mañana, murió para mí. Luego de un tiempo me calmé, pero obvio por no incomodar con los problemas personales a los demás en la oficina, pero nunca más confié. Luego se fue del cole y se mudó a otro país. Me encontró en face y después de mil invitaciones la acepté, me di cuenta que no ha cambiado mucho, pero pensé que estando lejos no me afectaría en nada. Pero no aguanto ciertas cosas, empezó a llegarme de nuevo y un día que hizo mofa de mi creencia religiosa, la volví a sacar de mi entonrno. No es intolerancia, para mí cada quien cree lo que quiere, pero una cosa es no creer en lo mismo que yo y otra distinta es burlarse de lo que yo creo.
Lo de las combis es una tortura, para las elecciones iba en combi y era atroz, peor por esas fechas, una vez me metieron la mano, buuuuuuuuuaaaaaaaaaa, nunca más!
Beso amigo!!!
Hola Lenya. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarSi, casi me quemo, si hubiera estado en una discoteca, hubiera sido plancha quemada, je je. Los mentirosos son para correrlos lejos y los mitómanos peor. Ya he tenido varias experiencias y lo mejor es cortar por lo sano. Ese caso que señalas lo demuestra: esa gente no cambia, así de simple. Y viajar en el micro, es una tortura pero que bravo lo que me cuentas que te pasó. Que avezados, realmente!! Yo que tu lo agarraba a patada limpia a ese piojo que te metió la mano.
Te mando un abrazo muy grande.
LUCHO