DAVID BOWIE: EL CAMALEON DEL ROCK

Sinceramente, no estaba entre mis planes escribir este post. Es más, hace tres días, el pasado viernes 8 de Enero, en la página de Facebook de “Royal Trilogy” estuve recordando a DAVID BOWIE por su cumpleaños 69 y compartiendo algunas trilogías musicales con su música. En mi mente, tenía pensado dedicarle un post como se lo merecía el próximo año, cuando le tocara el turno de cumplir 70. Justo el domingo soñé que había encontrado un video inédito de una canción suya llamada “Julie” de 1986. Y el lunes 11, temprano en la mañana, cuando entré a la página de inicio de mi cuenta de Facebook, me di con la sorpresiva, chocante y triste noticia de que David Bowie había muerto el domingo 10 de Enero, víctima de un cáncer, contra el cual estuvo luchando en los últimos 18 meses y en absoluto silencio. Y tras haber lanzado su último álbum en estudio “BLACKSTAR”, el mismo 8 de Enero, cuyo primer single, “Blackstar”, ya podía verse su video en Youtube -un tema bueno y bastante largo, aunque con un video bien bizarro, fiel al estilo de Bowie-, nadie sabía ni se imaginaba lo que realmente había estado sucediendo en los últimos meses de vida de Bowie. Por ello, hoy he querido elaborar un post dedicado a este grande de la música, y que representó una enorme influencia para muchos. Como siempre lo digo, de ninguna manera pretendo hacer un post biográfico de Bowie, ni un recuento estadístico de su discografía, sino enfocarlo desde mi experiencia personal, sobre cómo la música de David Bowie llegó a mi vida. 

La primera vez que escuché mencionar el nombre de David Bowie fue por 1980, en la revista “TV-Guía” y en donde se hablaba de su incursión en el cine. En ese mismo año, llegué a ver el documental “Héroes del Rock & Roll” en Canal 5, y dentro de ese buen documental, cuando llegó el turno de hablar de la música de la primera mitad de los 70’s, salieron las imágenes de Bowie personificando a su alter ego, Ziggy Stardust, y en una presentación en vivo ante un público embobado y rendido. Voy a ser sincero, en ese momento, no capturó mi gusto ni mi atención y no me gustaba el aspecto andrógino y exhibicionista de Bowie. Simplemente, en ese instante, no me interesó saber más de su música. Pero, al margen de mis iniciales gustos, e Influenciado por Orwell y Nietszche, Bowie causó un gran impacto con ese personaje, que era un mito fantástico de ciencia-ficción: un alienígena que llegaba a la tierra cantar rock. Al respecto, en una entrevista, Bowie dijo: “Tuve suerte de poder hacer experimentos en una época en que cualquier cosa nueva era recibida con los brazos abiertos. Todo era aburrido y conformista al inicio de los 70’s. Quería sacudir esto y presentar teatralmente una nueva forma de espectáculo de rock. El convencionalismo me rechazaba. De ahí surgió la idea de hacer un marciano que cantara rock. Pero siempre he estado fascinado por aquellos que transgreden las normas. Fue dadaísta, Glam-Rock”. Y todo eso se vio reflejado en el álbum “THE RISE AND FALL OF ZIGGY STARDUST AND THE SPIDERS FROM MARS” en 1972, en donde la combinación de mimo, música, canto, efectos sonoros, luces, vestuarios y escenografía hicieron de la presentación un inusual montaje bien acogido por la crítica. Nacía un nuevo estilo, el Glam-Rock: lentejuelas, humo de colores y detalles trabajados al máximo. O como lo definiría John Lennon –amigo de Bowie-, “rock con lápiz de labios”. Y David Bowie fue su máximo representante.

Tras dejar su famoso personaje de ZIggy Stardust, Bowie fue cambiando de estilo e imagen, de un álbum a otro, y de esa segunda mitad de la década del 70, se recuerda su cautivación por los ritmos negros, como el funky y el soul, y decidió radicar en USA y ello se vio retratado en el álbum “YOUNG AMERICANS” y en el single “Fame”. Pero en 1976 se fue a vivir por un tiempo a Berlín Oriental y conoció a Brian Eno, quien le produjo la brillante trilogía experimental compuesta por los álbumes “LOW” (1977), “HEROES” (1977) y “LODGER” (1979), en donde Bowie abandonó las actitudes exhibicionistas, distanciándose del pop. Pasando al plano personal, en 1980 pude ver un video del tema “Fashion”, en donde Bowie hacía guiños a su faceta andrógina y de mimo, y cuando en Noviembre de 1981, tras escuchar un especial de QUEEN en Radio Miraflores, conducido por mi gran amigo Javier Lishner, al final del especial, Javier mencionó que QUEEN acababa de grabar un tema con Bowie. En ese instante, mi primera reacción fue ‘¿qué m… han hecho en juntarse con ese payaso?’. Pero, cuando en el verano escuché “Under Pressure”, me gustó y sobre todo, el aporte vocal de Bowie y su interpretación conjunta con Freddie Mercury. 

Cuando llegó 1983, lo primero que se escuchó y vio de él fue “Let’s Dance”, un tema con ritmo bailable, que fue un hit en todo el mundo y en donde David lucía sin maquillajes ni lentejuelas, y con aspecto varonil. Recuerdo que en la universidad, con algunos amigos comentábamos, “dejó atrás la mariconada, se volvió hombre”. Aquí en nuestro medio, los videos de “Let’s Dance” y “China Girl” se difundieron de manera frecuente e incluso, me prestaron el LP “LAST DANCE” y recuerdo que de inmediato, me gustó el tema que abría el álbum, que era “Modern Love”, que tenía ritmo y a fines del 83, se estrenó su video en “Club 9”, y ese sería el despegue de esta canción aquí en nuestro medio. Al respecto, en una entrevista, Bowie manifestó: “Sin duda, 1983 y ‘The Serious Moonlight Tour’ fue significativo en llevarme a una audiencia mucho más grande de lo que hubiera alguna vez presumido que estaría interesada”. En el verano de 1984, “Modern Love” fue un hit absoluto en todas las emisoras de radio locales y su video fue ampliamente expuesto en todos los programas musicales de TV. Ese sería el más grande éxito de David Bowie en nuestro medio. 

En ese mismo año 84, en Doble Nueve se escucharía de forma regular el tema “Blue Jean”, y en 1985 se escuchó el cover que grabó con Mick Jagger del tema de Martha & The Vandellas, “Dancing In The Streets”. Dos años después, en 1986, se escucharon los temas “Never Let Me Down” y “Julie”, pero ya no en el exitoso nivel de 1983 y 1984. Sin embargo, el tema que me fascinó y que se convirtió en mi favorito de la década del 80 fue “Absolute Beginners”, del film del mismo nombre. Aunque me gustaba esa etapa ochentera de Bowie, ignoraba completamente su música proveniente de los 70’s. Y a fines de los 80’s, supe que había formado un grupo llamado Tin Machine, con el que lanzó dos álbumes. Su música no tuvo resonancia comercial y duró poco. Bowie cerraba así la década del 80, que fue bastante exitosa a nivel comercial.

En cuanto a su vida personal, en Marzo de 1970 se casó con Angie Barnet, a quien conoció en Junio de 1969 y tuvieron un hijo Duncan Zowie, pero en 1978 se separaron y en Febrero de 1980 se divorciaron, quedándose David con la custodia de su hijo. En 1992 se casó con la supermodelo somalí Iman, con quien estuvo hasta su muerte, y viviendo tranquilos en su castillo. Sus héroes fueron Marcel Duchamp, William Burroughs, Salvador Dalí y Little Richard. Sobre cómo se veía él a sí mismo, una vez comentó: “Soy un buen escritor. He seguido mi propio camino y he sido muy terco. Esa es la única razón de mi existencia. Mi privilegio es que no haré las cosas de la forma como todos alrededor mío quieren. Esto siempre me ha dado la fricción que he necesitado para seguir escribiendo con cierta frescura. Uno cambia, sigue teniendo energía, solo que la orienta hacia otras cosas. Me encanta asumir personalidades, pero por ahora estoy muy contento siendo yo mismo”.

A nivel personal, debo decir que tres fueron los momentos que significaron un punto de quiebre en mi afición por la música de Bowie. En primer lugar, fue en un especial de David Bowie en 1985 en Radio Miraflores, cuando escuché por primera vez canciones de la era ‘pre-Let’s Dance’, y francamente, me gustó mucho lo que escuché.  En segundo lugar, allá por los primeros años de la década del 90, mi gran y recordado amigo Raúl Alvarez –quien era fanático de Bowie- me contó sobre esa etapa musical de la primera mitad de los 70’s y me hizo escuchar algunas grabaciones que tenía, ampliando mi perspectiva musical sobre la música de Bowie. Y en tercer lugar, entre 1995 y 1996, me prestaron un CD doble recopilatorio que incluía todos sus éxitos desde 1969 hasta 1992. Quedé fascinado con su contenido, y allí me di cuenta que su mejor etapa estuvo en los 70’s y que fue un músico visionario, siempre un paso delante de su generación, innovando e introduciendo personajes que quedarían en la memoria colectiva, y reinventándose una y otra vez, razón por la que fue considerado como el “Camaleón del Rock”. Posteriormente, reconozco que en los 90’s y en la década del 2000, le perdí el rastro a su carrera musical. Aunque en los 90’s, hubieron canciones que me gustaron como “Hallo Spaceboy” (1995), “Little Wonder” (1997) y “Thursday’s Child” (1999). Del 2000 al 2010, me desconecté totalmente de su música y en el 2013 hubo una canción que me encantó, que fue “Valentine’s Day”.

Otra faceta en la que David Bowie brilló fue en el cine. La primera película que ví de Bowie fue “The Hunger” -al lado de Catherine Deneuve y Susan Sarandon- y su caracterización fue soberbia e impresionante. Otros filmes que recuerdo haber visto fueron “The Man Who Fell To Earth”, “Merry Christmas, Mr. Lawrence”, “Laberinto”, “Absolute Beginners”, y “The Last Temptation Of Christ”. Lo último que ví de Bowie en el cine fue “The Prestige” y “Zoolander”. No fue el típico caso del músico que incursionó en el cine y que resultaba ser un fiasco total. No, por el hecho de la magistral interpretación de sus personajes en su música, Bowie tenía una gran versatilidad actoral y tuvo diversas actuaciones brillantes. Incluso también tuvo una aclamada participación teatral en “El Hombre Elefante” en las tablas londinenses.

Finalmente, me quiero detener en el punto que a los queeneros nos interesa: su relación con QUEEN. David fue bien amigo de Freddie Mercury y en menor grado, de Roger Taylor. Cuando la banda estaba en Montreaux grabando en el estudio, recibieron la visita de Bowie, y entre conversaciones, se generó la posibilidad de grabar algo de manera conjunta, y así nació “Under Pressure”, que fue N° 1 en UK en Noviembre de 1981 por dos semanas. Previamente, Bowie puso su voz en la grabación de “Cool Cat”, pero al final no le gustó el resultado final y pidió que sacaran su parte vocal. Lamentablemente, nunca se pudo grabar un video clip en donde se viera a Freddie y David cantando de manera conjunta, me invento que por temas de contrato. Y tampoco nunca fue interpretado en vivo por QUEEN y Bowie, y la oportunidad perfecta hubiera sido en “Live Aid”, ya que Bowie se presentó después de la descollante actuación de QUEEN. Pero desafortunadamente, no sucedió. Y lo más cercano fue en el Tributo a Freddie Mercury, cuando junto con Brian May, Roger Taylor y John Deacon, y al lado de Annie Lennox, interpretó “Under Pressure”. En ese inolvidable tributo, Bowie fue uno de los puntos más altos de esa noche, y lo que vino después fue un paseo por la nostalgia con “All The Young Dudes” y “Heroes”, con el emotivo momento del Padrenuestro, en donde David pidió a la gente en el Wembley Stadium a rezarlo como una forma de recordar a Freddie, ante el silencio absoluto del público. También se recuerda cuando murió Freddie Mercury, David envió una corona de rosas con una tarjeta que decía “Will Be Missed”.

DAVID BOWIE nos ha dejado para siempre, pero queda para siempre su legado musical y nace a partir de este momento, una leyenda. Con su gran facilidad de cambiar de imagen y estilo musical, supo mantenerse en el ojo de la tormenta y sobrevivió a sus propias máscaras y pasó su carrera anticipando rumbos, más que siguiéndolos, y fue precisamente su habilidad para cambiar y experimentar, lo que le permitió sobrevivir en el mundo del rock, manteniendo un nivel inigualable de éxito crítico y comercial. Gracias por tu música. Que Dios lo tenga en su Gloria en el reino espiritual, donde de hecho que ya debe haberse reencontrado con sus amigos John Lennon y Freddie Mercury.

¡¡DESCANSA EN PAZ, DUQUE BLANCO DEL ROCK!! ¡¡HASTA SIEMPRE!!