ELIZABETH TAYLOR R.I.P.

Una vez más, el destino nos lleva a escribir un post que no estaba planificado. Hoy, 23 de marzo, falleció a la edad de 79 años, la diva ELIZABETH TAYLOR, famosa por sus memorables actuaciones, sus ocho matrimonios y sobre todo, por sus hermosos ojos color violeta que fue su signo distintivo en Hollywood. Pero para los que somos fans de QUEEN, siempre recordaremos a Liz por su participación en el inolvidable tributo a Freddie Mercury el 20 de abril de 1992 en el Wembley Stadium. Y por ese motivo, he querido dedicarle un post a su memoria en el blog. No pretendo hacer una biografía de esta recordada actriz, porque tendría que dividir el post en dos o tres partes, sino enfocarlo desde mi experiencia personal y como fan de QUEEN. Y algunos datitos personales de interés. Como se sabe, Elizabeth Taylor fue británica y nació el 27 de febrero de 1932 en Hampstead, Londres, Inglaterra. Entre los diversos premios que ganó por su carrera como actriz estuvieron el Óscar, el Globo de oro, el BAFTA y el David de Donatello. Gracias a una condecoración de la reina Isabel II de Inglaterra -Dama Comandante del Imperio Británico- recibía el tratamiento de Dame –Dama-, equivalente del masculino Sir. En su madurez redujo su actividad artística y destacó por su labor activista a favor de causas humanitarias, sobre todo por la lucha contra el sida. Dueña de una espectacular y deslumbrante belleza, se le recuerda por sus papeles en “Cleopatra” y “¿Quién teme a Virginia Woolf?”, y desde los años 50 se transformó en uno de los mitos hollywoodenses. Fue también muy popular por su tormentosa vida privada y su pasión por las joyas.

Cuando era niño, había escuchado mencionar el nombre de Elizabeth Taylor, pero ligada al nombre del que había sido su esposo, y para muchos, el amor de su vida, Richard Burton. Pasaron varios años para que yo viera una película de Liz Taylor, y la primera que ví fue en el cine y fue el clásico “Gigante”, protagonizada por Rock Hudson. Allí descubrí por primera vez lo buena actriz que era, en un papel sobrio pero efectivo, cuya vida transcurre a través de los años. Poco después vi en TV el film “Cleopatra” y aunque el film generó críticas, pero a mí me gustó y fue una delicia verla a Liz Taylor como la reina de Egipto. Soy sincero en admitir en que no han sido muchas las películas que he llegado a ver de ella. Recuerdo haberla visto actuar de niña en “Jane Eyre” y en “Lassie”, y ya se veía que iba a ser una belleza deslumbrante cuando creciera. También ví “La Gata Sobre el Tejado Caliente” y la que me pareció su actuación más memorable en “¿Quién teme a Virginia Woolf?”. Posteriormente la vería en dos roles secundarios en “Victoria en Entebbe” y “The Flintstones”, pero ambos roles fueron para el olvido.

Pero como fan de QUEEN, considero que siempre tendrá un lugar muy especial en el corazón de los queeneros, al haber participado en el Tributo a Freddie en abril de 1992 en Wembley. Y precisamente entre la primera parte del show y la parte central con la participación de los 3 miembros sobrevivientes de QUEEN, hubo un espacio para un discurso de Elizabeth Taylor. Siendo ella una de las mayores activistas en la lucha contra el SIDA, quién mejor que ella para dirigirse a todo el público asistente en Wembley para generar conciencia en la gente en la lucha contra este terrible mal. Y algo que causó gracia en el público fue lo primero que dijo Liz: “No se preocupen, no voy a cantar”. Y habló muy bien de Freddie y su aporte en la música. En un discurso honesto, franco y directo, invocó a tener conciencia y dijo, refiriéndose a la muerte de Freddie, indicó que se fue antes de tiempo y señaló, “esto nunca debió haber pasado, por favor, no permitan que pase nuevamente”. Habló sobre las estadísticas de las cifras de gente infectada con HIV y al final, les dijo al público: “Ustedes son el futuro de nuestro mundo. Protéjanse. Amense, Respétense. Usen condón cada vez que tengan sexo”. Y terminó diciendo: “El mundo los necesita a ustedes para vivir”.

Otra estrella hollywoodense de la época dorada de Hollywood se ha ido. Elizabeth Taylor fue un ícono y brilló con luz propia en la década del 50 y 60. Y siempre será recordada también por su faceta humanitaria. Su vida privada le pertenece a ella y a nadie más. Si se casó ocho veces, fue su vida y no fue por eso que alcanzó la fama a nivel mundial. Y estoy seguro que al partir de este mundo ya se debe haber reencontrado con sus dos grandes amigos, Rock Hudson y Michael Jackson.

¡¡DESCANSA EN PAZ LIZ!! ¡¡LOS FANS DE QUEEN Y LOS AMANTES DEL BUEN CINE JAMAS TE OLVIDAREMOS!!